Por la crisis financiera

El superávit cayó 40 % en enero

Los aportes transferidos de las AFJP evitaron que las cuentas públicas tuvieran déficit. Los ingresos provenientes del comercio exterior cayeron 24,8 %.

De la Redacción de El Litoral

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Las cuentas públicas registraron en enero un superávit primario (previo al pago de intereses de la deuda) de 2002,4 millones de pesos, lo que significa una reducción de casi el 40 por ciento, comparado con igual mes del año pasado, sostenido por el aporte adicional de los fondos jubilatorios privados traspasados al Estado, sin los cuales, el resultado hubiera sido deficitario.

El fruto financiero (el saldo obtenido tras el pago de los intereses de la deuda) registró en enero un superávit de 1.045,8 millones.

El secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, adjudicó la baja del superávit a que “estamos en una realidad distinta a la de 2008, que fue excepcional, y de intensa actividad”, y admitió que la crisis financiera internacional impactó sobre lo que ingresa a las arcas del Tesoro por vía de los derechos de comercio exterior, que evidenció un descenso de 24,8 por ciento interanual, debido a la caída de los precios internacionales de las commodities.

“A partir de octubre-noviembre, comenzó a desinflarse una burbuja que arrastró también los precios de los commodities, y los volúmenes exportables”, señaló, aunque subrayó que “en 2009 ante un contexto económico internacional desfavorable, se realizó una política fiscal destinada a fortalecer el mercado interno, desarrollando fuertemente las inversiones en obras públicas, sin descuidar el mantenimiento de las cuentas”.

Pezoa reconoció que esa baja en los derechos de exportaciones se compensó con el aporte adicional por el traspaso de los fondos de los ex afiliados a las AFJP al sistema estatal de jubilación, lo que originó una suba del 83,5 por ciento interanual, en los ingresos obtenidos por las Contribuciones a la Seguridad Social.

Esos fondos adicionales fueron los que permitieron sostener las cuentas públicas en terreno positivo.

En cifras

El funcionario detalló que los ingresos sumaron en enero 19.363 millones de pesos, mientras que los gastos primarios totalizaron 17.361 millones.

Pezoa indicó que el crecimiento interanual de los ingresos es explicado, además de por las contribuciones a la Seguridad Social, por el buen comportamiento de los recursos tributarios, que aumentaron un 11,4 por ciento, y remarcó que esto refleja que “la actividad interna argentina está continuando, y no tiene una caída sobresaliente”.

En cuanto al nivel de erogaciones, detalló que se debieron, fundamentalmente, al gasto de capital, que se incrementó un 42 por ciento con respecto a enero de 2008, destacándose la inversión real directa, por las financiaciones de las empresas Energía Argentina, destinadas a obras de generación eléctrica, y Nucleoeléctrica Argentina, para la terminación de la Central Nuclear Atucha II. “Esto hace a la calidad del gasto. Ante una situación distinta a la de 2008, el gobierno toma medidas y actúa para mantener los gastos de infraestructura, es decir viviendas, obras eléctricas, viales, para mantener el nivel de actividad y de trabajo”, resaltó.

Pezoa enfatizó que en los próximos meses, continuará priorizándose este tipo de gastos, que responde a la política social que lleva adelante el gobierno. “Va a continuar el gasto para obra pública, para mantener el nivel de actividad privada y el trabajo”, aseveró.

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ADEMÁS

Mantener el orden

El economista Aldo Ferrer sostuvo que “mantener el orden macroeconómico es fundamental para el país en un escenario de crisis internacional”, al ser consultado sobre las cuentas del Estado Nacional.

En diálogo con Télam, el economista afirmó: “lo principal será mantener el equilibrio fiscal, la prudencia y el orden macroeconómico con los pagos internacionales y el Presupuesto, para evitar que el pánico ingrese en nuestro país como ha ingresado en otras partes del mundo”.

“Con ese propósito se ha resuelto también la creación de un Consejo Económico Social, lo que me parece muy útil para discutir con el gobierno y todos los actores de la economía social, cuales son las mejores acciones para sostener los desequilibrios”, señaló.

Ferrer agregó que “a todo esta situación se le suman las expectativas negativas de los consumidores sobre todo de Estados Unidos, que provocan una contracción del gasto mayor de la que se deduciría de los hechos reales”.

Y lo interpretó como “una reacción que multiplica los problemas reales”, pese a que se mostró esperanzado en que cambie el panorama al tener en cuenta que “las expectativas son volátiles y creo que a fines de este año pueden empezar a cambiar”.

De esta forma coincidió con la apreciación del titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Khan, quien pronosticó ayer que la recuperación económica global, aún considerando que las políticas implementadas fueron las correctas, no llegará antes de un año.