EDITORIAL

Hospitales y retenciones

En una reciente visita a nuestra ciudad, la ministra de Salud de la Nación, Graciela Ocaña, al responder a preguntas de la prensa local respecto de por qué el gobierno nacional no ha cumplido su promesa de construir 30 centros de salud de primer nivel en el país, parte de los cuales tenían a la provincia como destino, expresó: “La caída de la famosa Resolución Nº 125 impide hacer más hospitales”.

Además de lamentable, la expresión planteada por la ministra es fácil de refutar mediante simples argumentos. La funcionaria con sus palabras se ha ubicado en un rol de contrincante, enfrentando el sentir mayoritario de los santafesinos. Su bien ganado prestigio personal logrado a través del trabajo parlamentario, sus denuncias sobre actos de corrupción y su buen desempeño en el Pami no deberían quedar lesionados por estas manifestaciones propias de la arena política.

En un contexto en el que crecen rumores sobre su eventual alejamiento del gabinete, sus palabras parecen responder a una penosa sobreactuación de fidelidad a la conducción del Poder Ejecutivo nacional. Pero, lo más grave es que las expresiones de la ministra dejan a la vista que han sido archivadas las aspiraciones del gobierno nacional de construir una infraestructura hospitalaria y centros asistenciales acordes a las necesidades de la población. Estas obras de gran importancia no pueden ni deben estar atadas a la suerte de un tributo, como el de las retenciones móviles, surgidas en medio de un panorama internacional de altos precios de las exportaciones agrícolas.

La ministra citó la “caída de la 125” y la ausencia de otras fuentes de financiación, como si fuesen sucesos contemporáneos. En julio del año pasado, el Senado de la Nación con el “no” del vicepresidente Julio Cobos, rechazó el gravamen que el grueso de la opinión pública condenaba y al que el sector agropecuario se resistía. ¿Qué se ha hecho en este lapso para buscar otros fondos públicos nacionales u otras fuentes de financiamiento para estas obras imprescindibles?

La respuesta de la ministra resulta curiosa, sobre todo teniendo en cuenta que, tal como han repetido en la Casa Rosada hasta el cansancio, las retenciones al agro no son el principal aporte al Tesoro, sino el IVA, que también pagan quienes necesitan la asistencia pública en salud.

Más allá de la polémica sobre la Resolución 125, que el año pasado no aceptó el Legislativo; en 2007, las arcas del Tesoro nacional recibieron el aporte de 5.923 millones de pesos provenientes de las exportaciones de productos agropecuarios de la provincia de Santa Fe. La cifra invalida cualquier otro análisis. Los dichos de la ministra parecen más animados por el despecho que por los criterios técnicos que se esperan de un funcionario responsable de velar por la salud de los argentinos.