Que me voy, que me quedo

El ex jugador argentino Abel Balbo dio marcha atrás y retiró su dimisión como técnico del Treviso, equipo de la Serie “B” (segunda división) del fútbol italiano, después de haberla presentado durante su primer día de entrenamiento.

Si no se producen nuevos cambios de opinión, Balbo se sentará finalmente en el banquillo del equipo italiano, que ocupa la última plaza de la Serie “B” y atraviesa graves problemas económicos. La “telenovela” del Treviso, como la han denominado los medios de comunicación italianos, tuvo ayer su episodio sorpresa cuando Balbo, ex jugador del Roma, Fiorentina y Udinese, nombrado el pasado martes sustituto del técnico Luca Gotti, decidió renunciar a su cargo diez minutos después de empezar su primer entrenamiento.

El ex delantero argentino explicó a los medios locales que no se daban las condiciones para permanecer en el equipo. “Conocía la situación del equipo, pero no todos los detalles y ahora sinceramente no puedo quedarme”, añadió.

Balbo aseguró que la causa de su marcha no era que la plantilla no lo quisiera como técnico, como habían escrito algunos medios de comunicación.

Los jugadores se habían negado a bajar al campo el pasado martes, en el que habría sido el primer entrenamiento bajo la dirección de Balbo, al explicar que faltaba el equipo médico, pero ayer aseguraron que estaban dispuestos a ponerse a las órdenes del técnico argentino.

Parecía que la aventura de Balbo con el equipo italiano se había terminado tras sólo algunos minutos; pero horas después el presidente del Treviso, Ettore Setten, anunció que el ex delantero argentino había dado marcha atrás y tomaría las riendas del equipo.

“No se cómo he hecho para convencerle, pero tengo que admitir que sus ganas y determinación me han devuelto las ganas de estar cerca de este equipo”, indicó Setten.

Los medios locales explican que el presidente del Treviso acudió al hotel donde se alojaba Balbo, para “prometerle” que la situación del equipo mejorará rápidamente.

“Había vuelto al hotel por las maletas, pero después de hablar con el presidente me he dado cuenta de que existe la posibilidad de trabajar”, añadió Balbo, que aconsejó a Setten “estar cerca del equipo, ya que los jugadores confían en él”.

Su primera prueba será el partido liguero del próximo sábado contra Sassuolo. El Treviso atraviesa una grave situación financiera y acumula una deuda de 10 millones de euros que ha dejado al club al borde de la quiebra, como reconoció su presidente.