Hay que prestarle más atención

La alfalfa puede dar más

La alfalfa puede dar más

 

Por Juan Manuel Fernández

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La firma Forratec realizó su 4º Jornadas Técnicas bajo el lema “Alfalfa: un nuevo cultivo agrícola” con el objetivo de llamar la atención de los productores sobre la importancia que tiene en términos económicos darle a la pastura los mismos cuidados que la soja, el trigo o el maíz.

“Cuando vamos a las charlas le preguntamos a la gente si fertiliza el maíz y nos dicen que si; le preguntamos si fertilizan la alfalfa y nos dicen que no”, explicó el presidente de la firma, Martín Zingoni, y precisó otras falencias que impiden “ganar el doble de la producción”: no curar la semilla y sembrarla mal, no desmalezar los lotes ni combatir las plagas y hasta pastorear los potreros en el momento equivocado. “Muchas de estas tecnologías, como comer mal las alfalfas o “enterrar semilla’, no es un problema de costos, sino de información”, agregó.

Si a estos errores se le asigna un valor económico, se tornan más visibles. Por ejemplo, no aplicar un herbicida, que puede tener un costo aproximado de u$s20/30 por hectárea, significa 800 gramos menos de materia seca (MS), que a un valor para la tonelada de pasto de u$s150 equivale a perder u$s120 por hectárea; sin tener en cuenta el beneficio de mantener el cultivo limpio.

Hay que medirla

“Yo creo que la gente no ve el ingreso y por eso no aplica tecnología. Se está fijando en conceptos erróneos. ¿Por qué en el maíz lo hace? Porque va y lo mide al cosecharlo. Acá piensan que es trabajoso y sólo hay que llevar una tijera, una balanza y un aro”, analizó Zingoni, en cuya presentación se pudo observar cómo dos alfalfares con el mismo aspecto pueden tener una diferencia de rendimiento abismal, que puede llegar al doble.

“La realidad es que nosotros sembramos 100 plantas, logramos 30 y de ese cultivo que rinde 5 cosechamos 40, 50 o 60%”, advirtió Zingoni en relación los resultados que obtiene el promedio de los tamberos. Los números objetivos, según las observaciones de los técnicos, indican que el productor tira entre 400 y 500 semillas por metro cuadrado y logra 150 plantas. “Nosotros planteamos que puede lograr 350 plantas o si no aumentar la cantidad de semillas para lograr ese número, que le reportará una producción de 15 a 16 toneladas de pasto, contra las 10 a 11 toneladas que consigue con 120 plantas”, agregó el titular de la firma. Traducido a leche podría hablarse de 15.000 a 18.000 litros por hectárea al año, contra una media estimada por el INTA no mayor a 7.000 litros.

Atraso tecnológico

Uno de los nuevos parámetros sobre intensificación en el tambo propone aprovechar el 100% de la pastura, lo cual implica cosecharla y conservarla. En ese sentido, el ex investigador del INTA y actual asesor privado Pablo Cattani apuntó a incorporación de maquinaria más moderna, como una cortadora acondicionadora, y al cambio de criterio para medir la producción de pasto, “para no contar por bulto sino por kilo de proteína producida”.

“La gente tiene el preconcepto de que “no es para ellos’ o que no llegan con el dinero y en realidad creo que pasa por un desconocimiento de los costos”, consideró el especialista, sobre todo porque “cuanto más alfalfa cosechás, más barato te sale”.

Para la correcta elección del forraje a utilizar en un tambo, Cattani plantea dos parámetros: la ubicación del establecimiento y el clima de la zona. “Yo en primavera, donde no puedo secar forraje, tiendo a ensilar pastura, aunque me salga un poquito más caro. Y después, con los cortes de menor volumen trato de fabricarme un heno que tenga excelente calidad”.

Lo más resistido, señaló, es la adopción de cortadoras acondicionadoras para tener calidad de forraje. “Por una cuestión de cultura y de resistencia de que la gente dice que no le conviene hacerla. Porque quienes la venden no saben venderla y quienes la compran no saben comprarla. Y porque quienes deberían amortizarla están haciendo los números por bulto y no por calidad”. Como dato para la reflexión, señaló que Argentina es el país que menos adopción tiene de estas máquinas en Latinoamérica.

No paralizarse

La gran pregunta es si los productores pueden o quieren hacer frente a una mayor inversión en un momento de incertidumbre como el actual. De hecho, últimamente los propios dirigentes ha recomendado “no invertir” hasta que el panorama se aclare.

Sin embargo ese puede ser el peor camino, al menos para especialistas como José Quintana, responsable de la sección economía de la revista especializada Infortambo, director de la consultora Economía Láctea y titular de la Comisión de Lechería del Movimiento CREA. Durante la jornada señaló que “lamentablemente la situación de corto plazo no es la mejor, pero a largo plazo siguen vigentes los fundamentos alcistas que promovieron las subas en los últimos años”. El dato central es que la oferta mundial sigue estancada con un escenario de demanda creciente, que si bien ahora está frenado por la crisis, se espera su reactivación. Aunque aclaró que este “es un año para no hacer locuras”, propuso priorizar las inversiones que tienen impacto en el mediano plazo, como la elección de buenos materiales genéticos para la siembra de pasturas: “por ahí, por ahorrar un mango hoy el año que viene los precios suben y te encontrás que no tenés pasturas o son de mala calidad porque ajustaste donde no debías”. También entró en esta consideración la genética de los animales y el riesgo de que se compren pajuelas más baratas para inseminar y el impacto se note en 3 o 4 años.

En el mismo sentido opinó Zingoni. “La solución no está en que gasten menos porque le va a repercutir en los próximos 2 o 3 años en su bolsillo. Quizás es preferible que haga menos hectáreas, pero que las haga bien. No estoy pensando que haya una siembra masiva porque el contexto no ayuda. Pero yo conozco gente que está en este negocio y le va muy bien, sólo que han tomado el toro por la astas”.

 
 

El ahorro de u$s20/30 por hectárea que significa no aplicar herbicida termina generando una pérdida de u$s120 por hectárea por una menor producción de pasto

 

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análisis de mercado

El que aguanta gana

Para el especialista en mercados lácteos José Quintana el momento actual del tambero es “tremendo”, porque se combinan tres factores que “hacen una mezcla muy complicada”: la caída de precios, la sequía y el momento en que esta situación sorprende a los productores, muchos de los cuales se encuentra en pleno “cambio de sistema” que implica mayores gastos y del que no se vuelve tan fácil.

Al analizar el nivel de rentabilidad del tambo, consideró que “incluyendo el costo de oportunidad, debemos estar otra vez entre 0.90 u 1$ para un tambo mediano. Si a tu costo de producción le metés el alquiler de la tierra, no te da ni por casualidad”.

A su vez, interpretó la constante puja por el precio de la materia prima, que “va a estar siempre”, y advirtió que, hasta noviembre de 2008, la situación del productor “no fue tan mala”, si bien pudo ser mejor sin las intervenciones que derivaron, por ejemplo, en el precio de corte. “Si yo tengo que dividirlo en tiempos, el sector que se llevó la peor parte en los primeros nueve meses de 2008 fue la industria grande. En el último trimestre la peor parte se la llevaron las Pymes. Y hoy es el productor”, comentó el especialista, para quien el precio de la soja le puso un piso al de la leche durante los últimos años, razón por la cual “no fue tan mala la ecuación del productor, para nada, estoy convencido de eso por más que se diga lo que se diga”.

Los bichos también comen dinero

Ing. Agr. Esteban Alessandri, área de investigación y desarrollo de Forratec

Resulta complicado cuantificar las pérdidas en producción y en dinero que producen las plagas en las pasturas. Sin embargo, se puede hacer una cuenta rápida. Si se pierde por ataque de trips/pulgones un 15% del lote logrado, es decir que sobre 150 plantas logradas se pierden 23 plantas por m2, esas 23 plantas menos significan una pérdida de rendimiento de 1,4 tn de MS/ha por año . Si se toma el valor del rollo de alfalfa en $150, a un dólar a 3,5, el valor de la materia seca es de 106 U$S/tn de MS. Por lo tanto, esa pérdida de 1,4 tn representa una pérdida de 1,4 tnMS/ha.año x 106 U$S/tnMS = 148U$S/ha.año.

El que aguanta gana

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Pulgon Moteado

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Pulgon Azul

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Pulgon Verde

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El presidente de Forratec, Martín Zingoni, remarcó la importancia de no bajar los brazos a pesar de la crisis.

Foto: Juan Manuel Fernández

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opinión

Se lleva más nutrientes de los que creemos

Ing. Agr. Hugo Fontanetto, especialista en fertilidad de suelos del INTA Rafaela

Una limitante para la obtención de altas producciones de materia seca/ha la constituye la deficiente nutrición vía fertilizantes de las pasturas, especialmente de la alfalfa.

Los principales nutrimentos limitantes para la mencionada pastura son: el Fósforo (P), el Calcio (Ca) y el Azufre (S) y la recomendación de qué nutrientes utilizar en la mencionada región es diferente, dependiendo del tipo de suelo y de la producción objetivo.

De un estudio sobre tres variedades que se realizó durante dos años, puede mencionarse que una producción anual promedio de materia seca de 15.991 kg/ha muestra un consumo promedio de 480 kg/ha de Nitrógeno (N), 54kg/ha de P, 54kg/ha de Potasio (K), 488 kg/ha de Ca, 45kg/ha de Magnesio (Mg) y 59 kg/ha de S.

El alto requerimiento de nutrientes de la alfalfa, especialmente de N, K y Ca, demuestra que en los planteos de alta producción (donde la eficiencia de pastoreo es alta), los aportes de nutrimentos al suelo son muy bajos y a largo plazo la pérdida de fertilidad química del mismo será muy marcada.

Para tener una dimensión más clara de la cantidad de nutrientes que se lleva la alfalfa, lo comparamos con su equivalente en granos de soja (cuadro anexo).

La recomendación del tipo de fertilizante a utilizar en la región depende del área geográfica en cuestión, ya que los niveles de nutrientes en la misma no son uniformes.

La zona centro-oeste de la provincia de Santa Fe, presenta valores de Materia Orgánica (MO) y de P en el suelo suficientes a muy altos para todas las especies forrajeras. La deficiencia de los mencionados elementos se encuentra en la zona centro-este, con valores bajos a muy bajos.

De este rápido análisis surge que para la primer región no es necesario el uso de fertilizantes fosfóricos y sí lo es en la restante.

Alfalfa: Extracción de nutrientes

(Adaptado de Fontanetto y Gambaudo, 1993)

10 toneladas de materia seca

extraen del suelo:

300 kg de Nitrógeno

35 kg de Fósforo

300 kg de Potasio

110 kg de Calcio

25 kg de Magnesio

35 kg de Azufre

Lo mismo que extrae una soja de:

5.000 kg/ha

6.000 kg/ha

15.000 kg/ha

35.000 kg/ha

9.000 kg/ha

7.000 kg/ha