DOCUMENTAL SÜDEN
Una obra que revela el talento
del compositor Mauricio Kagel
DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL
Télam
La figura y la obra del gran compositor argentino Mauricio Kagel, que pese a haber muerto el año pasado sigue siendo hoy uno de los autores más influyentes de la música contemporánea, son los ejes del documental “Süden”, notable opera prima de Gastón Solnicki que se estrenó en el Malba, en Buenos Aires.
La película registra los pormenores del regreso de Kagel a Buenos Aires, tras pasar 40 años en la ciudad alemana de Colonia, y lo muestra en el proceso de preparación de un concierto en el Teatro Colón junto al Ensamble Süden, una compañía de jóvenes músicos argentinos apasionados e inspirados por su repertorio.
“Me interesaba Kagel como persona y personaje, pero sobre todo quería registrar su vuelta al país tras 40 años. Quería rescatar el punto de vista de los músicos que lo acompañaron y aquellos que lo empujaron para que regresara: un grupo de jóvenes argentinos que se juntaron a estudiar su obra”, recordó Solnicki.
“A partir de ahí nació este proyecto”, destacó el cineasta y agregó: “Era tan fuerte el hecho de que Kagel volviera a Buenos Aires y mi relación con estos músicos que me di cuenta de que ahí había una película para hacer”.
“El documental se ocupa de un costado más humano de Kagel. Hay algo en su trabajo que tiene que ver con la música como comunicación, como un texto amoroso. Algo en el encuentro con los jóvenes argentinos, cierta ética en el trabajo y el amor hacia los músicos y su obra”.
SU LEGADO
Considerado como uno de los grandes autores del siglo XX, y destacado por su constante innovación en el teatro musical y su convicción anti-institucional, Kagel era compositor de música clásica, de ópera y de bandas sonoras de películas como la que compuso en 1983 para “Un perro andaluz” (1929), de Luis Buñuel.
Nacido en 1931 en Buenos Aires y fallecido en 2008 en Colonia, Alemania, Kagel fue un compositor autodidacta que empezó a escribir música a los 19 años, con el propósito de buscar ideas musicales que se opusieran al estilo neoclásico dictado por el gobierno de Juan Domingo Perón.
Solnicki destacó que “no quería hacer una película para los eruditos de Kagel, sino más bien para la gente que no lo conoce ni está familiarizado con su lenguaje. Quería mostrar cómo vivían los jóvenes argentinos la cercanía de este maestro de la música contemporánea”.
“Su legado es fundamental”, señaló el realizador, y añadió que “la película se resignificó con su muerte. No lo sabíamos, pero él estaba muy mal físicamente. Ahora me explico lo obsesivo que era en cuestiones como la administración de su tiempo. Él sabía que tenía las horas contadas y por eso estaba muy enfocado en su trabajo”.
Según Solnicki, “Kagel tenía conciencia de sí mismo y su trabajo en la perspectiva de un futuro a largo plazo, ya que él se pensaba como una especie de puerta para el porvenir. Estaba convencido de que había algo de su música muy importante, tenía mucho respeto y admiración y conciencia sobre la influencia de su música”.
Entre otras cosas, Kagel se destacó por su interés en potenciar la vertiente teatral de la actuación musical y, de hecho, solía incluir en sus composiciones indicaciones para que los intérpretes efectuaran determinados gestos y solía dar pautas para que los músicos interactuaran.
En ese sentido, Solnicki afirmó que “su obra trataba de dialogar con la música contemporánea y abrir un poco el oído de los espectadores. Diseñó un lenguaje muy personal, pero no sólo en lo que respecta a la música, sino también en términos teatrales y visuales, con una fuerte carga performática”.
Süden ganó la mención especial del jurado en el último Festival de Cine Independiente porteño (Bafici) y los premios al Mejor Director y del Público en el Festival de Tandil, además de recorrer numerosos certámenes internacionales como la Viennale, el Hamburg Film Fest, el Vancouver Film Festival y el Oslo Film Festival.
