Unifican el régimen de calificación, evaluación y promoción del nivel

El secundario se aprobará con

seis y se dividirá en trimestres

El nuevo régimen también da cierta autonomía a cada escuela para proponer la forma de evaluar alumnos, más allá de las pruebas escritas.

De la redacción de El Litoral

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El lunes próximo inician las clases los estudiantes del nivel secundario de la provincia, con algunas novedades en cuanto a calificación, evaluación, asistencia y convivencia en el contexto escolar. De primero a quinto, los alumnos aprobarán las materias con 6 y no con 7, como se aplicaba en 3º, 4º y 5º años (ex polimodal). Además, el año escolar se dividirá en tres trimestres, para el dictado de temas y evaluación, y no en dos cuatrimestres.

Estos cambios están dispuestos por el decreto Nº 181/09, firmado por el gobernador Hermes Binner días pasados. Concretamente, unifica todo el trayecto del secundario que hasta el momento se regía con normativas disímiles derivadas de la anterior Ley Federal, que dividía al nivel medio en EGB 3 (7º, 8º y 9º) y polimodal.

Letizia Mengarelli, directora provincial de educación secundaria, explicó que el período del cuatrimestre era “bastante extenso” y “a veces la falta de una devolución intermedia de lo que estaba ocurriendo con la evaluación del alumno hacía que muchos notaran tarde que no estaban aprobando la asignatura”.

Habrá tres trimestres pero cuatro notas. Una por cada período y una nota final que no será el promedio de las calificaciones anteriores, sino que corresponderá a la evaluación integral anual de los logros del alumno y será determinante para la aprobación del espacio curricular.

Además, se elimina la obligatoriedad de la semana de apoyo previa a los exámenes, que se mantenía para 1º y 2º año. Esta instancia será sólo para aquellos estudiantes que la pidan.

Cada escuela decidirá cómo evaluar

Otra marca fundamental del documento es que las escuelas tendrán un margen de autonomía en la decisión y responsabilidad respecto de los instrumentos y modos de evaluación del alumno. Tendrán que elaborar puertas adentro el Plan Institucional de Evaluación.

“Los docentes deberán generar un debate interno en plenarias acerca de qué están haciendo cuando califican a un alumno y buscar consensos. El ministerio define los períodos y el nivel de aprobación, pero le pedimos a las escuelas que plasmen los criterios e instrumentos para evaluar”, aclaró la funcionaria.

Según dijo, “el clásico” de las secundarias es la prueba escrita, pero éste no es el único instrumento para saber si el alumno está aprendiendo. El examen oral, por ejemplo, no es una alternativa utilizada. “Incluso la prueba al final del trimestre puede estar o no estar, y esa decisión es la que debe consensuar cada escuela”, especificó la funcionaria.

“Siempre en la teoría se habla de proceso de evaluación, pero esto no se da en la práctica. Esta temperatura de cómo el alumno va progresando a lo largo del año y que excede una nota al final del trimestre, no se toma en muchas instituciones”, se explayó.

Mengarelli no se mostró preocupada de que esta autonomía en la forma de evaluar genere dispersión. “Cada escuela es diferente de la otra, y cada contexto es distinto. Se está acompañando a los alumnos para que puedan desplegar la mayor cantidad de capacidades posibles; no estamos castigando a la gente por no hacer lo que nosotros queremos”, dijo.

Otra oportunidad

Otra cuestión novedosa de este nuevo régimen tiene que ver con nuevos mecanismos para que el alumno recupere su condición de regular y permanezca en la escuela. “Todo el decreto se encamina a que el alumno tenga oportunidad de continuar en la institución”, señaló la funcionaria.

En casos excepcionales como enfermedades crónicas de larga duración o trabajo del alumno en períodos de cosecha, la secundaria deberá darle otra oportunidad para no quedarse libre, lo que podría hacerse a través de un trabajo práctico de la materia. “La institución deberá verificar bien estos casos, porque no será de aplicación masiva sino sólo para aquellos estudiantes con absoluta necesidad”, advirtió Mengarelli.

Durante ayer y hoy, se llevó a cabo en ATE Casa España un encuentro con unos 220 directores y vicedirectores a cargo de las secundarias del centro-norte provincial. El jueves y viernes se hará lo mismo en Rosario con los directivos de los departamentos del sur.

“El decreto 181 es el resultado de un proceso de consulta entre los docentes del nivel medio de toda la provincia, que se inició en septiembre del año pasado con un documento que llegó a las escuelas, parar discutir y socializar. Sistematizamos los resultados de 310 escuelas que fueron las que respondieron, y en función de eso hicimos ajustes a este documento base, que se reflejan en el decreto”, explicó la directora Provincial de Educación Secundaria.

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EL DATO

Aulas móviles.

La mayor matrícula por el secundario obligatorio requiere más espacio físico. Desde el Ministerio de Educación, aseguran que la mayoría de las escuelas recibió en diciembre un presupuesto para construir nuevas aulas pero no todas llegan con las aulas terminadas para el lunes. El problema mayor se presenta en Rosario donde la solución de la cartera educativa provincial fue distribuir a los chicos en espacios prestados de distintas instituciones cercanas o en aulas móviles. En nuestra ciudad, las obras estarían más avanzadas, según la información oficial.

El secundario se aprobará con seis y se dividirá en trimestres

En un encuentro de directivos de escuelas secundarias realizado en ATE Casa España se presentó el nuevo material.

Foto: Mauricio Garín.

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ADEMÁS

Repitencia del 8,9%

El “Documento preliminar para la discusión sobre la educación secundaria en la Argentina”, elaborado por el Ministerio de Educación de la Nación dio a conocer los índices de repitencia en ese nivel educativo. En el 1º año el porcentaje de repetidores alcanza al 15,72%, en 2º al 12,21%, y en 3º al 12,15%. El promedio de repitencia es del 10.7% en la escuela secundaria del país.

Letizia Mengarelli, directora de educación secundaria, señaló que la provincia de Santa Fe “está ligeramente por debajo” de ese porcentaje. El rigor, “el promedio es del 8,90%”.

Aclaró que las cifras nacionales están tomadas en base a la vieja estructura de la ley federal, aunque reconoció que “la repitencia se acentúa en los dos primeros años del secundario, básicamente porque los alumnos no logran integrarse a la metodología de trabajo de la escuela, de pasar de tener 2 ó 3 docentes a 10 profesores”. En esa zona crítica, los índices son más parecidos a los nacionales.