Dramática conclusión
Fue sobreseída la mujer que en 2007 mató a un ladrón
Dos ladrones entraron a la casa de Bernarda Garay, pero al fugar con sus pertenencias uno de ellos dejó un revólver, el olvido resultó fatal.
Télam
Bernarda Garay Ocampo, la mujer que en octubre del 2007 fue asaltada en su casa de la localidad de Villa Madero y luego asesinó a uno de los ladrones de un balazo, fue sobreseída hoy por la Justicia Correccional de La Matanza, informó su abogado defensor, Hugo López Carribero.
El sobreseimiento fue dictado por el juez correccional número 2 de La Matanza, Héctor Giusso, quien fundamentó su decisión en un peritaje psiquiátrico que determinó que en el momento del hecho la mujer estaba conmocionada y no pudo comprender la criminalidad del acto.
De esta manera, Garay Ocampo no deberá afrontar el juicio oral que debía iniciarse el próximo 30 de marzo, en el cual estaba acusada del delito de “homicidio por exceso en legítima defensa”.
El hecho ocurrió el 10 de octubre del 2007, cuando dos delincuentes entraron a robar a la casa situada en avenida Vélez Sarsfield al 1300, y uno de los ladrones, al reducir a la mujer, la tiró sobre la cama y la ató de pies y manos con los cables de un televisor.
Luego, el delincuente colocó en una bolsa varios aparatos electrónicos y otros objetos, pero su cómplice, que al parecer se había quedado de “campana” en la puerta, le gritó que se fueran porque venía alguien y ambos escaparon a la carrera.
El delincuente dejó en la casa un revólver y cuando la mujer logró desatarse, salió a perseguirlo con el arma en la mano y le gritó que le devolviera sus cosas.
Según López Carribero, su clienta tenía “el sólo fin de retrotraer el estado de las cosas y recuperar el poco dinero que tenía, para la compra de sus remedios oncológicos”, ya que se realiza un tratamiento contra el cáncer.
“Y disparó al ver que el delincuente que momentos antes la había maniatado, y se le venía encima, nada menos que con un cuchillo”, explicó entonces el letrado.
Sin embargo, el fiscal a cargo del caso no le creyó y la acusó de “homicidio simple”, por lo que cual permaneció detenida hasta que un juez de Garantías de La Matanza consideró que había actuado en legítima defensa y ordenó su excarcelación.
