DECLARÓ ANTE LA JUSTICIA
Astiz negó que existieran los vuelos de la muerte durante la dictadura
Junto al ex capitán Jorge “El Tigre” Acosta, expuso por numerosos casos de secuestros. Entre ellos, el de la joven sueca Dagmar Hagelin, desaparecida en enero de 1977. No contestaron demasiadas preguntas.
De la Redacción de El Litoral
Télam/DyN
El represor de la Armada Alfredo Astiz negó que en la última dictadura militar hayan existido los “vuelos de la muerte” a través de los cuales eran arrojadas al mar personas vivas y narcotizadas, como lo confirmó años atrás un camarada suyo, el “arrepentido” marino Adolfo Scilingo, y dijo que sólo era un agente “administrativo” en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Así, el ex capitán de navío, acusado de delitos de lesa humanidad, negó haber formado parte de los grupos operativos de tareas de la ESMA, informaron fuentes judiciales.
Los “vuelos de la muerte”, denunciados por sobrevivientes de la dictadura y confirmados por Scilingo, condenado a prisión y arrestado en España, eran piloteados por personas de la Fuerza Aérea y partían desde la ESMA con secuestrados que eran dopados al ser subidos a los aviones y luego arrojados al Río de la Plata.
Astiz y el ex capitán Jorge “El Tigre” Acosta fueron llevados ayer a los tribunales de Comodoro Py 2002, ante el juez federal Sergio Torres, para ser indagados por cerca de 300 delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA, entre ellos el secuestro y desaparición de la joven sueca Dagmar Hagelin, ocurrido en enero de 1977.
Astiz negó haber participado en la detención de Hagelin y en el resto de los hechos que se le imputan. El ex marino aceptó ser indagado, pero en el medio del interrogatorio pidió no seguir declarando, tras lo cual su abogado defensor, Juan María Aberg Cobo, presentó un pedido de excarcelación, entre otros planteos, informaron las fuentes.
Por su parte, Acosta dijo que le era muy difícil responder las preguntas por la cantidad de hechos que se le imputan y lo voluminoso de cada uno de ellos.
Pocas respuestas
“Contestaron pocas preguntas”, indicó una fuente judicial. Acosta y Astiz, detenidos en la cárcel federal de Marcos Paz, están acusados de integrar el Grupo de Tareas 3.2.2. de la ESMA, que se encargaba de los operativos de detención y secuestros de personas.
Una de esas “patotas” secuestró el 27 de enero de 1977 a Hagelin, entonces de 17 años, en la localidad bonaerense de El Palomar, cuando iba a visitar a una amiga. Sobrevivientes de la ESMA declararon que la joven fue llevada a ese centro clandestino de detención, pero que el objetivo del operativo que encabezó Astiz era detener a otra mujer que confundieron con Hagelin.
De la investigación surge que habría sido Astiz quien luego de gritarle a Hagelin que se detuviera le disparó un balazo a la espalda. La Corte Suprema de Justicia de la Nación dispuso en diciembre pasado la reapertura de la causa de la joven sueca, al considerarlo un delito de les humanidad y por lo tanto imprescriptible.
El máximo tribunal ordenó que el expediente fuera incorporado al resto de los hechos que se investigan en la megacausa ESMA, a cargo del juez Torres. Por esos hechos, el magistrado dispuso que fueran indagados 37 ex marinos que actuaron en la ESMA, algunos de los cuales ya declararon, como Antonio Pernías y Ricardo Cavallo.
Las indagatorias por estos hechos continuarán a lo largo de toda la semana que viene. En la megacausa ESMA ya se elevaron a juicio dos hechos por los que será juzgado Astiz, entre otros ex integrantes de los grupos de tareas: el secuestro de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet y la detención y asesinato del periodista y escritor Rodolfo Walsh.
