Este lunes, tras una semana sin actividades

Con cielorraso nuevo, vuelve a clases la escuela Quiroga

El establecimiento técnico había sufrido severos daños edilicios -producto de filtraciones de agua y colapso de desagües- luego de la copiosa lluvia de la semana pasada. Se trabaja para recuperar los archivos afectados.

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Ayer avanzaban los trabajos de aplicación del nuevo cielorraso en la Escuela Técnica Nº 684 Dr. Mariano Quiroga.

Foto: Luis Cetraro

De la redacción de El Litoral

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La Escuela de Enseñanza Técnica Nº 684 Dr. Mariano Quiroga podrá comenzar finalmente las clases este lunes, tras una semana sin actividades escolares. El establecimiento había sufrido severos daños edilicios y mobiliarios, producto de filtraciones y colapso de desagües pluviales -que estaban tapados- luego de la intensa precipitación que asedió a la ciudad la semana pasada, todo lo cual imposibilitó el normal inicio lectivo. El cielorraso fue hecho nuevamente (con planchas de yeso), y buena parte de los archivos en papel afectados por el agua que ingresó pudieron ser recuperados, se informó desde la institución, ubicada en Aristóbulo del Valle al 6300, primer piso. En la planta baja funciona la escuela primaria Balbina Domínguez.

La mayor preocupación era el posible desprendimiento de una parte del cielorraso: “Afortunadamente, el Ministerio (de Educación) intervino con celeridad, y se logró que éste se hiciera de nuevo”, informó a El Litoral José María Dumois, director del establecimiento.

El trabajo fue realizado la empresa Héctor Leshman Construcciones. Se debió tramitar la ejecución de la obra con rapidez para normalizar la situación en el establecimiento, en la cual también se está haciendo un gabinete de Informática gracias al Programa de Mejoramiento del Sistema Educativo (Promse), se precisó desde la cartera educativa.

Archivos afectados

Pero, además, corrían serio peligro todos los archivos en papel de la institución, afectados por la filtración del agua. “Se pudo recuperar buena parte de los documentos -historiales, registros administrativos, etcétera- luego de un arduo trabajo, aunque material valioso para la institución quedó irrecuperable”, refirió el director.

Los archivos mojados fueron dispuestos en varias aulas de la escuela, sobre mesas y sillas, a resguardo de la luz solar directa y con ventiladores encendidos para favorecer el secado. “No se pudo hacer un cómputo de lo que hay y de lo que quedó, aún no sabemos con precisión qué tipo de documentación fue malograda para siempre.

“Lo más importante es que podremos empezar las clases el lunes. Hoy tuvimos una reunión plenaria con el plantel docente para informar sobre toda la situación y establecer en común líneas de trabajo. Todo salió bien, por suerte, y podremos normalizar la situación de nuestra escuela”, concluyó Dumois.

“El agua chorreaba por techos y paredes; era una hecatombe. Se filtraba como en cataratas y caía muy cerca de un tablero eléctrico”, había dicho el director ante la consulta de este diario, el día de la última lluvia que anegó a varios sectores de la ciudad.