En santa fe, el deporte se practica en equipos mixtos.

Dinámico y competitivo, el hockey subacuático se practica desde 1997 en el Club Regatas. Los equipos incluyen jugadores desde los 14 hasta más de 50 años. Combina natación con técnicas de buceo.TEXTOS. AGUSTINA MAI. FOTOS. MAURICIO GARÍN Y EL LITORAL.

“Cualquier persona de cualquier edad que sepa nadar y le guste el agua y el deporte en grupo, puede jugar al hockey subacuático. Es un deporte muy dinámico, explosivo y sumamente divertido”, aseguró Patricia Passarella, entrenadora del equipo del Club Regatas.

Sus orígenes se remontan a fines de los “50 en Inglaterra, cuando un grupo de buzos que no podía entrenar en el mar por los crudos inviernos, empezó a jugar en la pileta con una pelotita. Llegó a la Argentina hace unos 20 años y en Santa Fe surgió a través del grupo de buceo del Club Regatas en 1997.

EL JUEGO

Es un deporte de equipo, cuyo objetivo es empujar un tejo (de plomo de 1,3 kg, forrado en plástico) con un stick o palo, debajo del agua, hasta el arco contrario y convertir el gol. La cancha es una pileta olímpica de natación, de 25 metros de largo por 12,5 metros de ancho, con una profundidad de entre 2 y 3,65 metros. El fondo de la piscina debe ser plano, horizontal.

En los extremos del fondo, están los arcos, que son de acero inoxidable, de 3 m de largo y forman una “L”. En el vértice de esa “L” hay una canaleta, donde tiene que ingresar el tejo.

Los palos generalmente son de madera y miden 25 centímetros, aproximadamente.

Se puede jugar con equipos de seis jugadores, con cuatro relevos fuera de la pileta, o en una versión reducida, con cuatro jugadores y dos suplentes.

Un partido tiene dos tiempos de 15 minutos cada uno, con un intervalo de 3.

Si el equipo se conforma de seis jugadores, hay dos pivotes, dos alas, un ataque y una defensa. “El partido se juega paralelo al piso, uno se va arrastrando y empujando el tejo, pegado al fondo de la pileta”, detalló María Inés Gervasoni, quien practica hockey subacuático desde hace seis años.

“Hay que bajar y subir constantemente, compensando el aire con los compañeros. Cuando el juego está del lado derecho, bajan los jugadores de ese lado mientras los del otro lado acompañan el juego desde la superficie del agua, mirando a través del visor”, explicó Patricia.

“No hay arquero, entonces todo el equipo juega de manera compacta para evitar que el equipo contrario anote un gol”, apuntó Gervasoni.

EQUIPAMIENTO

Además del palo o stick de madera y el tejo, se juega con aletas, visor y snorkel. Estos dos últimos permiten continuar el juego desde la superficie cuando los jugadores suben a tomar aire.

También es necesario contar con traje de baño, un gorro de waterpolo para proteger los oídos de posibles golpes y un guante que proteja del roce con el suelo de la pileta cuando se empuja el tejo. El color del palo y de los gorros sirve para diferenciar los equipos. Los colores más usados son el blanco y el negro.

DEPORTE COMPLETO

“Combina la natación y el buceo porque hay que aprender técnicas subacuáticas para bajar más rápido, así como el tema del uso del snorkel y las aletas. Como la pileta tiene entre dos y cuatro metros de profundidad, hay que aprender a compensar la presión en el oído. Descomprimir es una técnica de buceo, que se logra cuando se mastica chicle o se traga saliva. También hay que tener en cuenta cuestiones de la física, como las propiedades del agua y la visibilidad. Todo esto lo vuelve un deporte muy interesante”, señaló Passarella.

Si bien quien sepa nadar tendrá más facilidad a la hora de empezar este deporte, Patricia y María Inés aclararon que más que la técnica, lo que se necesita es saber manejarse en el agua. “Tenemos el caso de un chico que no sabía nadar crol, pero como el desplazamientos es con aletas, pudo jugar sin demasiados problemas”, comentaron.

Tampoco es un requisito saber bucear, ya que durante las clases se aprenden técnicas subacuáticas. “Como el visor te tapa la nariz, siempre tenés que respirar por la boca. Es cuestión de práctica. Al principio todos tragamos un poquito de agua y no nos salió un solo pase”, contó entre risas María Inés.

COMPETENCIAS

Los jugadores de distintas ciudades del país organizan torneos de hockey subacuático. Patricia e Inés reconocieron que tienen problemas para conseguir piletas con las condiciones adecuadas para este deporte (medidas, profundidad y fondo horizontal). Además, expresaron su deseo de que el deporte sea reconocido por la Secretaría de Deportes de la Nación y la Confederación Argentina de Deportes.

Posiblemente, su poca popularidad se deba a que, en las condiciones en que se practica actualmente, no puede tener espectadores.

“Como la cancha es el fondo de la pileta y el partido se desarrolla bajo el agua, los que están afuera no pueden seguir el juego. En cambio, en países donde el deporte está más desarrollado, como Sudáfrica, Australia, Colombia, Estados Unidos, Canadá, Egipto, Italia y Francia, se filma bajo el agua y se transmite en una pantalla. Pero acá es un deporte amateur y ésto no es el primer mundo”, concluyeron.

el juego se desarrolla en el fondo de la pileta.

Combina la natación y el buceo porque hay que aprender técnicas subacuáticas para bajar más rápido, así como el tema del uso del snorkel y las aletas.

jóvenes y adultos practican en regatas.

 

más datos

REGULACIÓN

A nivel mundial, la actividad es regulada por la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas (CMAS). En el país, cerca de 110 jugadores de ciudades como Santa Fe, Mendoza, Capital Federal y San Juan se nuclean en la Asociación de Hockey Subacuático Argentina (AHSA).

CATEGORÍAS

Exiten tres categorías: juniors (menores de 19 años de ambos sexos), elite (entre 19 años y 32, en el caso de las mujeres, y hasta 35 si son hombres) y masters (mujeres con más de 32 años y hombres que superen los 35). En Santa Fe se juega en equipos mixtos y la única clasificación que se usa es la de juniors.

JUGADORES

En el Club Regatas juegan Gonzalo Alzueta, Mariano Alzueta, Víctor Anziliero, Oscar Asef, Julieta Bonomo, Julio Bosqui, Marisa Camacho, Salomé Charra, Paula Donayo, Fabrina Gattamorra, María Inés Gervasoni, Alejandro Lezcano, Aldo Mariani, Germán Medina, Pía Moyano, Bruno Palazzi, Patricia Passarella, Adrián Pocovi, Marcelo Rossler, Iván Seipel, Mariano Singer, Juan Domingo Taleb, Alejandro Villordo y Carolina Walzac.