Gran encuentro familiar

En 1897, Antonio Serrao y Bárbara Michienzi vinieron a la Argentina desde Cantazaro, Reggio Calabria. Sus bisnietas, Daniela Serrao y María Cecilia Vidaechea, solo los conocieron por nombre pero tuvieron la idea de reunir a todos sus descendientes en lo que llamaron “La Reunión de los Serraos”. En tres semanas consiguieron fotos, datos, direcciones y teléfonos; contactaron a integrantes de la familia que viven en Santa Fe, Rosario, Zárate, Buenos Aires, Estados Unidos e Italia. Un valiente de la familia ofreció su casa y los recuerdos en sepia se transformaron en una realidad en color. La noche de reencuentro se iluminó con anécdotas, abrazos, risas y presentaciones entre aquellos que no se conocían. Todos los presentes, casi 90 personas, de la tercera hasta la sexta generación, revivieron la unión familiar por la que tanto bregaron sus “nonos”. Fotos. Pablo Aguirre.