Travesía náutica solidaria
Un santafesino remará 270 km
para ayudar a una escuela isleña
Saldrá en kayak desde San Javier el 2 de abril y calcula llegar a Santa Fe en cuatro días. Hasta el 31 de marzo se pueden donar útiles, libros, ropa, frazadas y juegos para la escuela Armada Argentina de San Javier.
Agustina Mai.
Equipado con alimentos no perecederos, una bolsa de dormir, una carpa, protector solar, gorro y repelente para los insectos, Sebastián Lovera realizará una travesía náutica solidaria desde San Javier hasta Santa Fe. El objetivo es juntar donaciones para los 30 chicos de la isla Las Palmas (a 45 km. de San Javier) que asisten a la escuela Armada Argentina.
“Empecé en el mundo del canotaje hace dos años y eso me permitió conocer lugares muy lindos y mucha gente. Pero era todo muy individualista, no quedaba nada para el prójimo. Siguiendo el ejemplo de unos compañeros que hicieron algo similar en Goya (Corrientes), se me ocurrió hacer esta travesía solidaria para ayudar a esta escuelita que está en una zona de islas y la llamé “Una sonrisa para Las Palmas’”, explicó Sebastián, quien en sus ratos libres sale en kayak.
La escuela
El establecimiento Nº 1177 Armada Argentina funcionó hasta hace cinco años en la isla Las Palmas, pero como el arroyo que permitía el acceso quedó intransitable, se trasladó a San Javier y funciona en el hogar de Nazaret de Cáritas. Allí concurren 30 chicos de entre 4 y 13 años, que no sólo tienen clases, sino que viven de lunes a viernes.
La nueva ubicación del establecimiento repercutió en la asistencia de varios chicos que no tienen como trasladarse hasta la ciudad: hace unos años asistían 44; hoy son sólo 30. “Ha decaído la matrícula y los que siguen viniendo lo hacen con mucho esfuerzo”, señaló el director Nelson Pinget y ejemplificó: “Como se tratan de chicos isleños, tenemos algunos que tardan 6 horas de viaje en canoa desde la zona de Las Palmas hasta San Javier, lo que le representa al padre 12 horas en total, hasta que regresa a su hogar, en la isla”.
Necesidades
Si bien la escuela cuenta con dos embarcaciones, que eran las que buscaban a los chicos por las islas, no pueden ser utilizadas porque no están matriculadas y no las cubre el seguro. “Si esas embarcaciones funcionaran, se podría buscar a los chicos y en dos horas los tendríamos en la ciudad”, se lamentó Pinget.
El principal reclamo apunta a conseguir un terreno en una zona más accesible dentro de las islas. “Los chicos necesitan que la escuela vuelva a estar en la isla. Hay muchos que se quedaron sin poder ir a la escuela”, sentenció el director. Respecto a la travesía organizada por Lovera, Pinget se mostró entusiasmado. “Se necesitan muchas cosas: útiles, libros, ropa, frazadas, sábanas y toallones”.
Rincones olvidados
Remar 270 km. en cuatro días es todo un desafío, pero Sebastián aseguró que el objetivo solidario es lo que le da fuerza. “Pensar que con esto se va a poder ayudar a los chicos de la escuelita, que tienen muchísimas carencias, me da la energía necesaria para hacer el recorrido”.
Es la primera vez que este joven de 33 años encabeza una actividad solidaria de esta magnitud. “Tenía la idea de ayudar y a través del canotaje encontré una vía. Ya sé que también hay necesidades en nuestra ciudad, pero a esos rincones olvidados de nuestra provincia no llega nadie. Si no es a través del río, es imposible conocerlos”, concluyó.