Mohamed hace un balance de su primer año en Santa Fe
“Desde que llegamos a Colón, hicimos una campaña para poder jugar copas”
El DT sabalero fue nuevamente suspendido anoche por la AFA pero su sanción será redimible por multa y podrá dirigir contra San Lorenzo.
Darío Pignata
El 20 de marzo del año pasado firmó el contrato que lo vinculaba a Colón en el peor momento deportivo de los últimos tiempos: sin Astrada, con un interinato, perdiendo frente a Boca y quedando complicado como nunca con el promedio del descenso. El domingo, frente a San Lorenzo, cumplirá un año “de partidos” como DT de Colón: es decir, completará los 38 partidos de una temporada.
Una semana después de “espiar” en la Bombonera, ni bien llegado desde China, debutaba con un 0-0 en Santa Fe frente a Gimnasia de La Plata. Así empezó el camino del “Turco” en el banco sabalero. Pasó por tormentas, tempestades, alegrías y bajones. Pero logró ejercitar, de la mano de Lerche, una palabrita que ya no se usa en el fútbol argentino: continuidad. Además, por insistencia de la dirigencia, acaba de estampar la firma por dos años más, apostando a un proyecto en serio. Casi como nunca en Colón.
—¿Qué pensás un año después, “Turco”?
—Que estamos en 53 puntos y falta un partido, el del domingo, para completar la rueda. En principio, apostando a ganar estos tres puntos, creo que hicimos una campaña como para jugar alguna de las copas. Y una vez que tengamos la tranquilidad de saber que despegamos del fondo, le dije al presidente que quiero pelear un copa, ir a buscar la gloria de llegar mucho más arriba con Colón.
—Te escapaste de Rosario Central y Racing varios puntos... antes los tenías al lado. ¿No es momento para que los jugadores se “suelten” y empiecen a jugar mejor a la pelota?
—Mirá, no estamos liberados del todo. Porque vos estás diez puntos arriba, perdés un partido, los otros ganan y se te ponen a seis o siete, que son un par de partidos nada más. Yo siento que esto, para ellos, fue muy duro de la cabeza lo del promedio y todavía no pueden despegarse. Quizás, si seguimos así, en un par de partidos se suelten.
—¿Y entonces?
—Ya sé que nos falta fútbol, lo que dicen todos. Es cierto, pero no hay un plantel con grandes individualidades que puedan desequilibrar. Acá, lo que sobra es sangre, ganas, compromiso de equipo. A lo otro que piden todos, al distinto, hay que ir a buscarlo con la chequera para el otro campeonato.
—Cuando lea la nota, el presidente se va a agarrar la cabeza... Y la billetera también.
—Germán sabe que a mitad de año tenemos que buscar dos refuerzos para poder tener ese desequilibrio que todos piden. Yo creo que hasta acá no le hicimos gastar mucho a Colón con el tema jugadores. Es más: tomamos decisiones importantes para achicar, sacar jugadores y hacerle el lugar a los pibes de abajo. En eso, que es la Biblia para el presidente por los chicos de las inferiores, el compromiso de los dirigentes y mi cuerpo técnico es total en Colón.
—¿Qué es lo mejor que le deja Mohamed a Colón, más allá de los 53 puntos, un año después?
—Y esto que estamos hablando, poder poner a los jugadores del club en el equipo de arriba. Algunos lo aprovechan, otros no. Estamos en la búsqueda y en la perfección como club de lo que es la formación. Allí, la apuesta de Colón con este presidente es muy fuerte. Ya ven ustedes lo del predio, ahora se viene una nueva pensión, la llegada de Rossi, el trabajo de Marito Sciacqua. Es por eso que trato de ver la reserva y las inferiores lo más que puedo. Estamos todos en la misma sintonía.
—¿A qué debe apuntar Colón?
—A evitar el escape.
—¿Cómo es eso?
—Agarrá los equipos de Primera y fijáte que en todos hay chicos de Santa Fe, o a lo sumo de esta zona, que se ganan un lugar en silencio y llegan. Se van directamente a Buenos Aires. Lo que yo quiero es que pasen sí o sí por el predio de Colón, casi por obligación. No se nos pueden escapar más, porque ahí está el reaseguro del club para los años que vienen. Con Mohamed o sin Mohamed... Con Lerche o sin Lerche. Hay que fijar la política y continuarla, más allá de los nombres. Mirá Lanús...
—Dijiste Lanús: ¿No faltó más agresividad el sábado para llegar a la punta?
—Puede ser.
—Es que vos mismo, “Turco”, definiste que Colón perdió con un equipo cansado.
—Es que estábamos planteando el partido “largo” con inteligencia, sin ser menos que el puntero y esperando la parte final para dar el golpe, pero se nos derrumbó todo en un minuto.
—La defensa está segura y arriba está Fuertes. En el medio parece estar el déficit, más allá que para vos Capurro es indispensable y Oyola arrancó haciendo un buen torneo.
—Volvemos a lo mismo: somos los campeones del mundo en sangre, ganas y entrega. Pero la figura que desequilibre no está. Podemos jugar un poco más lindo, más vistoso. Pero no mucho más. No nos engañemos ni engañemos a la gente: lo nuestro es esto y pasa por solidez defensiva, mucha entrega y contundencia.
—¿Por qué siempre sale Lucas Acosta?
—Porque es como en tu casa, cuando están tus hijos y tus sobrinos. Si tus sobrinos rompen algo, no pasa anda. Si el que rompe algo es tu hijo, te enloquecés. Con Lucas me pasa lo mismo: le exijo como a un hijo. El sabe lo que yo le pido: necesito más rebeldía de su parte para jugar. El no es enganche, por más que lleve la “10”.
—¿Le abrís la puerta a Sciorilli? Mirá que te van a aturdir que ponés un jugador de afuera sin opción de compra.
—Ahora la tiene, porque Germán acaba de conseguir que River le ponga. Y yo debo pensar en lo mejor para ganarle a San Lorenzo. Si lo saco a Lucas (por Acosta) es para que reaccione y si no lo puse antes a Sciorilli es por lo mismo.
—Sciorilli dice que se dio cuenta de la posibilidad que le diste al traerlo.
—¡Tiene 19 años nada más! Ahora está mejor, más tranquilo, va a ser papá y hasta encabezó una dieta especial. Ojalá lo pueda mostrar en la cancha con la camiseta de Colón.
