El hincha siente que el equipo juega como ellos quieren

Colón le devolvió a su gente las ganas de ir a la cancha

El equipo venía de perder dejando todo en Lanús frente al puntero y llenó las tribunas del Cementerio. Ovación para el “Turco” Mohamed.

BAJO LA LUPA

En la misma sintonía: la gente llenando las tribunas y el equipo regando el césped con un compromiso evidente. Colón dejó las penas al margen y empezó a disfrutar en todos lados.

Foto: Mauricio Garín

Darío Pignata

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Hay compromiso. Y se nota. Adentro y afuera. Hoy, después de mucho tiempo, el equipo y la gente lograron tener la misma hora. Y eso, en el fútbol actual, es todo un logro. Porque en apenas un puñado de fechas, la silla eléctrica ya se consumió a Gustavo Alfaro (Rosario Central), Omar Labruna (Jujuy), Juan Manuel Llop (Racing), Leo Astrada (Estudiantes de La Plata), “Pepé” Santoro (Independiente) y ahora también Jorge Burruchaga (Banfield).

Así, mientras las presiones se llevan un puesto —en promedio— un técnico por cada fecha, Mohamed está cada vez más firme en Colón. Ayer, sin ir más lejos, pegó la vuelta: una rueda completa, 38 partidos y un año de contrato en Santa Fe con la firma ya extendida a dos más. Hasta el mismo final del mandato de Lerche.

En la semana, charlando con El Litoral, el técnico de Colón había dejado una sentencia: “Desde que llegamos a Colón, redondeamos los números de una campaña de copas”. Con los tres de ayer, llegó a 56 puntos el “Turco” Mohamed como DT sabalero. Y, de yapa, tan mal no quedó su anticipo en las páginas de este diario: porque si bien el entrenador se refería a la temporada completa, además de quedar en este torneo corto como escolta y otra vez a un punto de la punta, ayer también se arrimó a sólo tres puntos del último que clasifica para la Copa Sudamericana. Pensar que llegó a estar, con Colón y antes de jugar en San Juan, en zona de descenso directo. Pensar que llegó obligado a no perder con Racing en Santa Fe el último partido para gambetear una Promoción.

Compromiso, “la palabra”

Antes, el término “actitud” era el que gobernaba en el fútbol de la Argentina. Ahora, por lo menos en Colón, el DT elige una palabra que es muletilla: “compromiso”. Claro que, a la hora de ver cómo el equipo se entrega en la hierba, es evidente que la palabra se hace carne. Y estas ganas de no dar nunca por perdida una pelota, correr los 90 minutos desde el principio hasta el final y dejar el alma en la cancha empezó a subir los escalones del cemento, de las butacas, de los palcos.

Entonces, de golpe, casi sin avisar, este equipo le devolvió a su gente las ganas de ir a la cancha. Porque los que van siempre —convengamos que ya la media de Colón es popular—, renovaron las caras: da gusto ver lo que transmite este equipo. Y porque otros, los que habían dejado de ir, volvieron por el efecto rebote: “Che, parece que éstos corren y meten como locos. Se juegan la vida...”. Así, el boca a boca se transformó primero en contagio y después en epidemia. Porque ayer, aunque venía de perder dignamente con el puntero Lanús de visitante, Colón llevó una multitud a las gradas. Como en las viejas tardes y noches de gloria. Y como si la gente se diera cuenta de que vale la pena acompañar a este equipo. Más allá del resultado ocasional, por más que lo mejor que hoy muestra son los resultados.

Porque ahí, en las matemáticas, Colón luce y reluce en cada frente: en la tabla de los puntos, escolta a un punto del puntero Lanús; en la tabla de los promedios, le sacó 12 puntos a Central y Racing; lo pasó a Banfield; se le puso a tres a Newell’s; ahora, en la tabla de las copas, quedó a tres del último equipo que está clasificando para la Sudamericana. Sí, usted no anda mal de vista y está leyendo bien.

El final devolvió las postales de fiesta callejera. Poco importó que era domingo, bien tarde y que hoy había que arrancar. Con lo que siempre cuesta arrancar. Miren si sabrá Colón lo que cuesta arrancar: llegó a estar en descenso directo y gambetear agónicamente una Promoción... y ahora —a menos de un año y con Mohamed— pelea el campeonato, se olvida (es una forma de decir) del promedio por el descenso y empieza a sacar cuentas para volver a jugar alguna de las copas.

Por todo esto, que no es poca cosa, el hincha de Colón recuperó las ganas de volver a la cancha. Y en estos tiempos de tantos sueños extraviados, lo que este equipo está consiguiendo es todo un logro. Adentro y afuera. Es que hay compromiso. Y se nota.

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EL DATO

¿Viernes o sábado?

El fin de semana que viene no habrá fecha del torneo de Primera pues se juegan partidos de eliminatorias. La actividad oficial en el fútbol argentino se reanudará el primer fin de semana de abril. Colón, en principio, jugará el sábado 4 a las 21.10 con Huracán en el Tomás Ducó, pero una versión que circuló ayer en el Centenario dio cuenta que el partido se podría adelantar para el viernes 3, posiblemente en el mismo horario.

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BAJO LA LUPA

POZO (6): no nos cansamos de escribir que es el arquero que Colón necesita para este momento: serio, parejo y sin hacer nada del otro mundo que no sea atajar. Bien de arriba.

CANDIA (7): no sólo que cada día marca mejor, anticipando y ganando posiciones, sino que además se empieza a animar para pasar al ataque, como cuando el “Bichi” lo dejó solo y casi la emboca.

FERRERO (7): el ordenador del fondo. Todo un acierto de Mohamed y los dirigentes su fichaje. El ex Tigre y Botafogo es la voz de mando de una defensa que apenas recibió 5 goles y está con el arco en cero en Santa Fe.

GOUX (7): se lo metió a Gonzalo Bergessio en el bolsillo. Le ganó el mano a mano toda la noche: lo anticipó, usó el cuerpo, lo puso nervioso y lo hizo expulsar. Bien por el capitán sin cinta.

RIVAROLA (6): se quedó, hasta que entró Nico Torres y pasó al medio, de “3” sin proyección. Es que San Lorenzo, vía el “Burrito” Rivero y Adrián González, ataca mucho por derecha.

SCIORILLI (6): arrancó con mucha movilidad y desequilibrio como un extremo abierto en la derecha. Desapareció un largo rato y cuando estaba para salir, lo hizo expulsar a Santana. Mejoró cuando se cerró.

RAMíREZ (6): un lindo remate de media distancia que obligó a una volada de Hilario Navarro y un cabezazo alto. Tuvo altibajos, corrió mucho por todos lados y provocó la reacción infantil de Bottinelli.

PREDIGER (8): la otra figura de Colón después del “Bichi”. Hizo todo perfecto el chico de Entre Ríos: marcó, fue el ajuste táctico del equipo, no pasó nunca la línea de la pelota y tuvo aire para toda la noche. Se comió la cancha y fue el famoso “escudo” del que tanto habla Mohamed.

OYOLA (6): esta vez, ante el mucho juego de San Lorenzo por derecha, se quedó más de lo que fue. Se comió un caño del “Burrito” Rivero, no le gustó, tiró una patada y jugó condicionado por la amarilla. Volvió a cumplir.

FUERTES (9): es cierto que no tiene muchos goles de tiro libre en Colón pero el de ayer sube al podio de los tres más lindos en estos 95 que lleva con la sangre y luto. Un bombazo al ángulo. El 2-0, también suyo, fue todo del “20”: presionó a Aguirre, la robó y lo fusiló a Hilario Navarro. Antes, un tiro en el caño y un pase-gol a Candia.

DALEY MENA (6): abrió la cancha en el primer tiempo por los dos costados, mejor por derecha. Se lo vio, además, disciplinado para dar una mano en posiciones defensivas.

NICO TORRES (6): puede ser tranquilamente titular, atrás de “3” o en el medio por izquierda. Es una ventaja tener un recambio así. La cruzó de cabeza y puso el 3-0.

PABLO RODRIGUEZ (-): fue el debut en Primera del ex jugador de El Porvenir, un zurdo de buen manejo, ideal para tener la pelota en un partido definido.

FABIÁN CASTILLO (-): el “Cabezón” no venía jugando mal, pero el “Turco” pensó en otra cosa con el colombiano. Igualmente, el pibe entró con todo.