Se capacitaron para tener una salida laboral cuando salgan de la cárcel

Diez internos de Las Flores

se recibieron de peluqueros

Esta mañana, en el Penal de Las Flores, diez internos obtuvieron un certificado por haber culminado un curso de peluquería que les llevó meses realizar. Aseguran que lo hicieron como una salida laboral para cuando recuperen la libertad.

Diez internos de Las Flores se recibieron de peluqueros

Mónica Ritacca

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“Hay personas que entienden que dar un paso en falso no significa perder la óptica de una vida de bien y provechosa para sí mismo y su entorno familiar”. La frase de Oscar Bravo, quien es estilista y tiene una academia de peluquería en nuestra ciudad, resume por qué diez internos del Penal de Las Flores se recibieron esta mañana de peluqueros estilistas tras realizar el curso de capacitación que dictó durante meses.

A las 9 de la mañana, hora a la que se citó a los medios de prensa, Oscar Bravo se encontraba en la puerta del penal aguardando la llegada de sus alumnas y de familiares de los internos para participar del acto de entrega de los certificados. Consultado, comentó que el curso de peluquería se realiza hace algunos años en la cárcel y los de esta mañana son sólo algunos de los internos que lo culminaron. “Pienso que la educación y la capacitación es fundamental para que puedan cambiar de vida, de forma de ser, de pensar... Por eso estamos acá con la academia. Personalmente, lo que me motiva a enseñar en este lugar es el hecho de que yo también pasé momentos difíciles en mi vida y entonces me dispongo a dar lo que tengo y no me sobra. Con la academia también vamos a los barrios”, dijo.

Después de dialogar con El Litoral, y tras la llegada de las personas a quienes esperaba, el grupo ingresó al penal, donde todos los integrantes debieron dejar asentada su identidad y número de documento, luego pasar la requisa y caminar por largos y cerrados pasillos, donde también debían identificarse a medida que iban avanzando, hasta llegar al lugar donde se haría el acto.

Dos sillas, una mesa por detrás en la que se lucían los certificados encuadrados de cada uno de los internos y otra al lado con objetos de peluquería constituían el escenario dispuesto en un lugar de la cárcel donde hay butacas.

“Busco un cambio”

Mauro fue uno de los dos internos que agarró la tijera y mostró a todos los presentes, en representación de los diez que obtuvieron el certificado, lo que aprendió a lo largo del curso. Tiene 22 años y está convencido de que cuando recupere la libertad, la peluquería será una posible salida laboral.

Consultado por El Litoral, comentó que lo que le hizo a su compañero fue “un corte clásico”. “Yo no sabía nada de peluquería y ahora, gracias a Oscar (el profesor), sé bastante. Busco un cambio en mi vida, por eso me capacité. Estoy acá hace 1 año y 5 meses, y desde que entré me sumé a las iniciativas que hay en el penal: paralelamente a la peluquería, me capacito en electricidad y estoy en la escuela penitenciaria terminando el secundario”.

Mauro está procesado. No sabe cuánto tiempo estará privado de su libertad pero tiene en claro que afuera lo espera su familia. “Acá los días son largos. El alejamiento de la familia se siente, pero estoy dispuesto a salir adelante por la familia que me espera afuera: mi mujer, mi hija, mis hermanos, mis padres...”, manifestó.

Otros internos que se capacitaron en peluquería y recibieron el certificado correspondiente por haber culminado el curso, remarcaron el incentivo de Oscar Bravo para que lo hicieran. “Para nosotros fue fundamental su apoyo, también el de los chicos del penal que fueron nuestros modelos”, señaló Daniel, quien tiene 24 años y está a 2 años y 5 meses de recuperar la libertad.

Todos ven una salida laboral en el curso que realizaron. Sin embargo, reconocen que los días en la cárcel son largos y la peluquería fue una forma de estar ocupados. “Aprendimos a cortar el pelo masculino con la práctica. En cabelleras femeninas no pudimos practicar, y eso nos quedará para cuando salgamos, pero miramos varios videos de cortes y más o menos algo sabemos”, comentaron.

Desde el penal

Por último, Julio César Monzón, alcaide y coordinador de las actividades culturales y recreativas de la cárcel de Las Flores, destacó la importancia de la iniciativa del estilista Oscar Bravo sobre todo porque voluntariamente, y por propio interés, “los internos se capacitan para tener, cuando salgan en libertad, una salida laboral”. Al mismo tiempo, comento que la peluquería es sólo una de las capacitaciones que hay en el penal, puesto que “también hay un aula virtual y un taller de Braille, donde hacen cartas de restaurantes en ese sistema”.

Oscar Bravo, quien dicta el curso ad honorem en el Penal de Las Flores, entregó a Mauro su certificado como peluquero estilista.

Foto: Guillermo Di Salvatore

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El curso de peluquería ya tiene 25 nuevos inscriptos, quienes aspiran ser peluqueros como los 10 internos que obtuvieron hoy su certificado.

Foto: Guillermo Di Salvatore

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EL DATO

Cantidad

En el Penal de Las Flores, sito en inmediaciones de avenida Blas Parera al 8800, hay 540 personas privadas de su libertad.