Kirchneristas sumaron votos al oficialismo en Diputados

El presupuesto salió con sorpresa

El mensaje del P.E. fue votado ayer dos veces por el Senado y otras tantas por la Cámara Baja. Un sector del justicialismo avaló el dictamen elaborado por el oficialismo en Diputados y conformó los dos tercios necesarios para la sanción. Declaraciones cruzadas entre los integrantes de la bancada peronista por el cambio de voto del sector que acompaña a Agustín Rossi.

Mario Cáffaro

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La Legislatura sancionó anoche el presupuesto general de gastos y recursos para el 2009 donde primó el criterio de la Cámara de Diputados, que terminó votando tres veces el mensaje del Ejecutivo. Hace quince días, con el voto del oficialista Frente Progresista le dio media sanción. En el Senado, la cómoda mayoría justicialista introdujo reformas y le envió en segunda revisión a Diputados donde -para sorpresa de propios y extraños- el oficialismo sumó los votos de uno de los cuatro bloques del justicialismo, el del Frente para la Victoria que expresa a Agustín Rossi y al gobierno nacional. El giro copernicano fue acordado sigilosamente en los últimos días y no advertido por el reutemanismo ni el obeidismo, que quedaron desairados en el medio del recinto. La postura de Diputados volvió al Senado donde otra vez el justicialismo impuso los dos tercios de los votos para insistir con los cambios y se hizo ley en la tercera revisión de la Cámara Baja donde el Frente Progresista y el Frente para la Victoria lograron holgadamente los dos tercios necesarios que exige la Constitución. Fue 35 a 10.

Ricardo Peirone, vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, fue quien explicó en el recinto el cambio de voto: de la abstención al positivo. “El oficialismo es el que tiene que definir y defender el presupuesto de una gestión. Nosotros hicimos las críticas respectivas en la primera votación. Así como exigimos cuando fuimos gobierno y exigimos en el Congreso el acompañamiento de la ley de leyes a la oposición, queremos obrar en consecuencia. Estamos convencidos de que el presupuesto no es una ley cualquiera; es la síntesis financiera de un modelo de gestión que aprueban o desaprueban los votantes. Debemos respetar la decisión de la gente que votó a este gobierno, aun con las observaciones que le hicimos en primera instancia: este es el presupuesto que se debe convalidar”.

Los dichos del rafaelino sorprendieron a sus pares justicialistas que fueron cambiando el semblante, a medida que avanzaba en sus frases. Antes, Mario Lacava había dicho que la oposición iba a votar el texto que venía del Senado.

“La Banelco se trasladó a la Cámara de Diputados; falta saber quién es el Flamarique”, gritó Alberto Monti y enseguida el oficialista Marcelo Brignoni dijo sentirse aludido y le planteó una cuestión de privilegio que fue derivada a la Comisión de Asuntos Constitucionales.

En el medio, el radical Carlos Fascendini se ocupó de aclarar que los senadores justicialistas introdujeron algún cambio en un artículo para convalidar una nueva estructura para la Cámara Alta. “Le cuestionan al Ejecutivo la previsión de mayores cargos y se los votan para ellos”, disparó.

De los pronósticos a las certezas

La mayoría de los legisladores oficialistas descontaba que el gobernador Hermes Binner iba a tener que vetar parcialmente el presupuesto, porque estaban convencidos de que iba a primar el criterio del Senado, ya que en la última votación Diputados necesitaba los dos tercios de los presentes. Cuando toda la expectativa estaba puesta en la postura de los senadores opositores, la liebre se disparó por otro lado y los sorprendidos dispararon una serie de conjeturas sobre el cambio de postura del bloque que conduce Luis Rubeo. “Que esto lo expliquen Binner y Agustín Rossi”, repetía Lacava en el hall. Junto a Silvina Frana, Monti y Jorge Lagna eran los que expresaban el enojo de los diputados y prometían llevar la cuestión a la próxima reunión del consejo del Partido Justicialista.

Antes de la última votación, Lacava decía no tener explicación alguna de sus compañeros de bancada y afirmaba que su voto “era leal al partido, leal al compromiso y leal a los compañeros de bloque”.

Sobre el final de la jornada, Peirone y Rubeo defendían la decisión de “darle presupuesto al Ejecutivo”. El primero se negó a contestar las imputaciones de sus pares. “Yo discuto de política, no en las cloacas”. Rubeo recordó que el sector venía diciendo que no iban a permitir que afirmaran que el peronismo pone obstáculos en la rueda para gobernar. “Seguimos teniendo las mismas objeciones que teníamos antes, que son las que fundamentó Peirone en el recinto. No vamos a dejar a la provincia sin presupuesto para que Binner se maneje con un reconducido y haga lo que quiera. Tiene que asumir la responsabilidad política, el presupuesto es de ellos, es una ley fundamental y se la dimos. Nos abstuvimos la primera vez, no votamos en contra; el Senado lo modificó y había que optar entre un dictamen u otro”, explicó.

El oficialismo celebró sobriamente el paso dado donde actuaron coordinadamente el presidente de Diputados, Eduardo Di Pollina, y funcionarios del Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado. En el hall, Raúl Lamberto, jefe de bancada, destacaba el consenso logrado con un sector de la oposición en una Legislatura donde cada fuerza política tiene el control sobre una Cámara y donde cualquier cambio de postura provoca fuertes remezones, como el de anoche.

El presupuesto salió con sorpresa

Hermes Binner, Néstor Kirchner y Carlos Reutemann.

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EL DATO

Afirmativo

El presupuesto fue sancionado con la mayoría especial de dos tercios que exige la Constitución para la quinta votación. De los 35 votos afirmativos, el Frente Progresista puso 27, ya que sólo faltó Nidia Goncebat, pero el reglamento autoriza el sufragio del presidente del cuerpo.

A ellos se sumaron 8 del Frente para la Victoria: Luis Rubeo, Ricardo Peirone, Alberto Cejas, Gerardo Rico, Claudia Saldaña, Oscar Urruty, Enrique Marín y Martín Lahbé.

Norberto Nicotra y Graciela Bonomelli estuvieron en la sesión, pero no al momento de la votación. En cambio, Silvia De Césaris y Victoria Ramírez estuvieron ausentes.

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EN NÚMEROS

16.888

millones de pesos

los gastos corrientes y de capital previstos para el ejercicio 2009.

17.000

millones de pesos

es el cálculo previsto de recursos para el presente ejercicio.

119

millones de pesos

es el resultado financiero superavitario previsto en la norma.

109.332

cargos

permanentes y temporarios se incluyeron en la norma