Alfredo Ramírez, el que lleva el estandarte de los de abajo
“Y sí... no hay vueltas que darle: este
Colón es el “Bichi” Fuertes y diez más”
El volante sabalero, que logró ganarse un lugar entre los once titulares de Mohamed, habla de la importancia del goleador histórico sabalero
Darío Pignata
—Maradona dijo que la Selección Argentina es “Mascherano y diez más”...¿te acordás?
—Sí, claro, fue cuando recién tomó el equipo.
—Este Colón de ustedes, ¿es el “Bichi” Fuertes y diez más?
—Y sí... a verdad que sí. El “Bichi” es un fenómeno, tanto adentro como afuera de la cancha. Hay un perfil de él que nadie conoce, quizás la mayoría de los que van a vernos tampoco: es un ejemplo.
Se nota alegría en el rostro de este humilde, silencioso y sacrificado jugador del plantel profesional sabalero que supo ganarse un lugar entre los once titulares del que hoy la prensa capitalina considera “el equipo revelación” de las primeras fechas. Es que Alfredo Ramírez la peleó de abajo en serio. Y la ganó. Por nocaut.
Su ejemplo debe ser tomado por los cientos de pibes que Colón tiene en sus divisiones inferiores. Porque aunque cueste... siempre se puede. Aunque aparezcan obstáculos, piedras en el camino, dificultades y todo ese tipo de cuestiones a las que nos tiene acostumbrados el fútbol con historias tristes de final feliz.
—Al final, no sólo que no te quedaste en El Porvenir sino que además te lo trajiste de allá a Pablo Rodríguez...
—Sí, ya le dije que todavía me debe un asado (risas...). Todavía no me pagó nada.
Así, con la vieja frase que “el tiempo cura cualquier herida”, Alfredo Ramírez recuerda con una linda sonrisa todo lo que le tocó pasar: la cesión a El Porvenir, el enojo del presidente Lerche por su decisión de volverse, la reinserción en el primer equipo de Mohamed, su primer gol con la camiseta de Colón y este lindo presente.
De El Porvenir a su porvenir
Hoy, Alfredo Ramírez libra una lucha sin cuartel para ganarse un lugar en una zona del equipo donde la competencia está más abierta que en otros lados. Porque atrás, los nombres de Pozo, Candia, Ferrero y Goux son inamovibles. Porque arriba, el “Bichi” Fuertes es intocable. Pero en el mediocampo, la competencia es terrible.
—Mohamed dijo que Capurro es indispensable y que ahora Prediger se ganó un lugar. Encima Oyola arrancó haciendo un buen torneo. ¡Menos mal que se fue “Pirulo” para atrás!... ¿no Alfredo?
—Sí, cualquiera puede jugar y quedó en claro desde las primeras fechas, con las distintas figuras tácticas, con enganche y sin enganche. Por eso, hay que aprovechar con todo cuando el “Turco” repite esa frase que “cuando te da la camiseta, no quiero que me la devuelvas”.
—Allí, con el último dibujo que propuso el “Turco” frente a San Lorenzo en el 3-0, se vio uno de tus mejores partidos, incluso llegando a posiciones de gol y pegándole de media distancia.
—Sí, en realidad yo juego en cualquier lado con tal de estar, pero la realidad es que arrancando ahí, de doble cinco un poco más liberado es donde me siento más cómodo. Es como que es el lugar de la cancha que da más panorama para tomar decisiones.
—Dio la impresión de que desde ahí le pudiste pegar más seguido al arco y de mejor forma. El arquero de San Lorenzo evitó lo que hubiera sido un golazo en el último partido.
—Vi que me quedaba el hueco y le pegué. Es algo que el “Turco” me vive pidiendo, en cuanto a los remates de media distancia. Pasa que a veces se puede y a veces no. Es más, no todos los partidos son iguales. Por eso, es que uno dice que hay que ir partido a partido.
—A propósito... ¿se van a permitir soñar con algo más que escapar del promedio para el descenso o seguirán con el mismo discurso?
—Es que todavía no estamos salvados y queremos no cometer un error del pasado. No podemos relajarnos por ganar un par de partidos solamente. En cuanto a la punta, todos soñamos con vernos bien arriba. Es lindo para todos: para nosotros, para la gente, para los dirigentes que hacen un gran esfuerzo por tenernos bien en todo.
La unión de Colón
Hoy, el plantel profesional sabalero retornó a los entrenamientos, después de haber sido licenciados viernes, sábado y domingo. El jueves, después del último entrenamiento, varios de los jugadores del plantel se fueron a Crespo, provincia de Entre Ríos, a comer un asado en la casa del “Perro” Prediger y compartir un lindo momento fuera de la cancha.
—Daría la sensación que Mohamed tiene con ustedes una relación más que especial, como que excede la frialdad de entrenador-jugadores. Sin ir más lejos, el jueves el “Turco” se fue a comer un asado con ustedes, les dio como premio tres días de descanso y se nota un grupo contento.
—El “Turco” te motiva un montón y siempre está al lado del jugador. En realidad, todo el cuerpo técnico, no solamente él. Es más, hasta lo valorás, cuando no te toca jugar de titular. Es que siempre va de frente y a eso el jugador lo aprecia. Es lo más importante que uno espera de un técnico.
—Se nota en los festejos de los goles un grupo consolidado: hasta los suplentes se meten a la cancha para celebrar.
—Es que uno termina entendiendo que hoy puede jugar uno y mañana otro como titular, pero el secreto es el grupo y que se pueda trabajar en un buen clima. Por eso, Colón está donde está. Más allá del “Bichi”, que es un goleador notable, no tenemos grandes figuras y sin embargo, todos tiramos para el mismo lado, con un solo objetivo: que Colón llegue lo más alto posible en la tabla de posiciones.
—Que juegues vos, Fabián Castillo, Lucas Acosta y Sebastián Prediger, entre otros, es una motivación para los chicos que están abajo en las inferiores como alguna vez estuvieron ustedes...
—Es un momento único desde ese aspecto. Por fin se generan los lugares para los chicos del club y estamos entrenando, a veces, todos juntos en el mismo predio. Además, el “Turco” mira la reserva, las inferiores y todo lo que puede.
—La última: ¿parte de esto que estás viviendo te debe parecer un sueño, Alfredo, después de todo lo que pasaste?
—A veces sí. Pero el fútbol no te da tiempo para mirar atrás. Ni lo lindo, ni lo feo. Porque hoy, con lo competitivo que es esto, si te dormís o relajás, te pasan por arriba.
