Al margen de la crónica

Cuando no hay jueces

“El problema más grave no es para los jueces, sino para quienes están privados de la libertad sin condena y para los familiares de las víctimas de delitos”, dijo hace poco públicamente el Dr. Enrique Alvarez, uno de los cuatro magistrados que deben hacerse cargo de las causas radicadas en los seis Juzgados de Sentencia de Santa Fe.

La situación es preocupante, pero puede seguir empeorando. Dos de estos seis juzgados están vacantes porque un magistrado fue suspendido -se investigan irregularidades en el cumplimiento de sus funciones- y otro se jubiló en agosto del año pasado.

Y no resulta aventurado decir que esto podrá empeorar, sobre todo teniendo en cuenta que uno de los cuatro jueces que siguen en funciones se jubilará en julio y otro lo hará antes de que finalice 2009.

La pregunta es simple: ¿pueden dos jueces hacerse cargo de las causas radicadas en seis juzgados?

La respuesta no tiene vueltas: es humanamente imposible que dos personas puedan resolver miles de causas que ya están en Tribunales y todas aquellas que, día a día, se siguen acumulando. Más aún cuando a estos seis Juzgados de Sentencia van a parar los casos que se producen en ocho departamentos del centro de la provincia.

Pero, más allá de la cantidad de expedientes, habrá que tener en cuenta las características de cada uno de los casos. Muchos tienen enorme repercusión social, como por ejemplo las investigaciones sobre la inundación que afectó a la ciudad de Santa Fe en 2003, o aquellas que tienen como procesado al ex arzobispo Edgardo Storni.

Mientras tanto, están los que, sin ser famosos, aguardan en prisión que la Justicia resuelva sus situaciones procesales, pues aún no existe sentencia firme. Ellos serán los más perjudicados.

El gobierno intenta acelerar la selección de jueces subrogantes. Sin embargo, todo indica que los problemas en el futuro inmediato serán inevitables.