PERFILES

TEXTOS. SOL LAURÍA. FOTO. EL LITORAL.

Una mirada comprometida

Una mirada comprometida

fernando PINO SOLANAS

Su compromiso con la realidad de su país lo ha llevado desde dirigir cine hasta la arena política.

CURIOSIDAD. “Yo me formé desde muy chico en ideas. Uno es lo que ha vivido, lo que ha conocido y lo que ha leído. A los 16 años tenía pasión por la lectura, por leer la historia, los grandes pensadores. Y además los buscaba, los conocía, les tocaba el timbre. Tuve la ocasión de conocer a grandes personalidades. Traté a Scalabrini Ortiz, al filósofo Carlos Astrada.... Frecuentaba la casa de grandes escritores”.

LANZARSE AL MUNDO. “Siempre fui muy cabeza dura. A los 16 años les dije a mi padre que no quería estudiar medicina, que era lo que él quería que hiciese, y que iba a estudiar música. Todos me miraron como bicho raro. Ahí me largué solo, me encontré solo en el mundo y tomé una decisión. Me fue muy difícil encontrar una vocación, porque me gustaba todo. Desde muy joven estaba muy inquieto por lo social y por lo político”.

CUESTIONAMIENTOS. “Yo vengo de un hogar antiperonista, de clase media, no político. El año ‘55 es una ruptura en mi vida, yo tenía 19 años. La salvajada del bombardeo a la Plaza de Mayo y lo que vino después, fue un shock y empiezo a cambiar mi vida. Ahí me doy cuenta de que el gobierno que acaba de caer no era una dictadura. Mi mirada política sobre la Argentina empieza a cambiar. Después vinieron los fusilamientos del ‘56, persecuciones, la operación masacre. Hasta ese momento tenía una inquietud social difusa. Entonces llegó el fervor político de reacción contra la dictadura gorila, todo eso va determinando una inquietud política cada vez más fuerte. Voy buscando mi propia personalidad, quería hacer cine... Como no había escuela de cine me metí en una escuela de teatro, y al mismo tiempo trabajaba”.

PERÓN, EN PERSONA. “En el ‘68 conocí a Juan Domingo Perón. Yo soñaba con un fresco histórico sobre la Argentina, remover la historia que estaba prohibida, y empecé a juntar material. Y realicé mi primer largometraje, ‘La Hora de los Hornos’. Perón se entera de ésto por los diarios y me manda a llamar por un amigo que yo tenía en Madrid. Lo visité en Puerta de Hierro y le propuse que se comunique con el pueblo a través de una película. Le gustó la idea. El proyecto tardó dos años. La película enmarcaba al peronismo como uno de los primeros movimientos del tercer mundo; causó una verdadera conmoción”.

PERSEVERANCIA. “Uno siente el compromiso con grandes mandatos. El mandato pendiente que tenemos es cómo logramos multiplicar los mensajes y reconectarnos, que ese enorme pueblo peronista que queda vuelva a creer y descubra sus auténticos dirigentes, porque estos últimos 25 años ha estado conducido por buena parte de dirigentes que fueron incapaces o fueron cómplices de la desviación groserísima que llevó a un movimiento a ser el peor o el gerente de los intereses neoliberales en la Argentina. Hoy el partido no es peronismo, es pejotismo. Una banda de comerciantes y negociadores de los contenidos hondos y profundos que le dieron Perón y Evita, herederos de las mejores tradiciones combativas y democráticas del pueblo argentino, al movimiento peronista”.

UN GRITO DESESPERADO. “La asignatura pendiente es cómo se reencauza este pueblo tan traicionado y que ha terminado siendo desconfiado, con una moral muy oxidada. Argentina necesita una refundación ética, pero en la ética de la Nación. Lo que es de todos debemos defenderlo entre todos. Es la ética de la defensa del patrimonio público”.

ASÍ SOY YO

PRECURSOR

Fernando “Pino” Solanas trabaja desde los 17 años. A los veintipico fundó una productora donde componía jingles publicitarios. En 1962 realizó su primer cortometraje, con un crédito del Instituto de Cine.

MILITANTE

Político por convicción y artista por condición, militó con producciones como “La hora de los hornos”, “Los hijos de Fierro”, “Sur”, “El viaje”, “Memoria del saqueo” y “La dignidad de los nadies”.

ESTRENO

Su último estreno es “La próxima estación”, un documental en el que Solanas rescata la historia del sistema ferroviario en las voces de sus protagonistas.