Hay señales de alarma que conviene no pasar por alto. El diálogo es fundamental.

Cómo detectar el abuso infantil

Al lo menos una de cada cinco mujeres y uno de cada diez hombres dicen haber sufrido abuso sexual en la niñez. La educación y la información adecuadas pueden ayudar a detectarlo y evitarlo.TEXTO. MARÍA JESÚS RIBAS. FOTO. EL LITORAL.

El abuso ocurre cuando un adulto o un niño mayor obliga a otro a mantener un contacto sexual. Para conseguirlo, el abusador puede usar la fuerza física, el soborno, la intimidación, o algún truco, aprovechando la falta de conocimiento del pequeño.

“Acariciar los genitales de un niño o convencerlo para que el niño acaricie los genitales de una persona adulta, adolescente o un niño mayor, son considerados abusos sexuales”, explica la psicóloga Margarita García Marqués, fundadora y presidenta de ASPASI, la Asociación para la Sanación y Prevención de los Abusos Sexuales en la Infancia (www.aspasi.es), que funciona en España.

Otras actividades que entran en las misma categoría son el contacto con los genitales de un niño con la boca, tocar al niño con los genitales, penetrar la vagina o ano de un niño, así como enseñar los genitales o pornografía a un niño, o bien utilizarlo como modelo para actividades pornográficas.

Según García Marqués, “en ocho de cada diez casos reportados, el niño conoce al abusador, que frecuentemente es una persona de autoridad, en quien el pequeño confía o a quien ama, y que recurre a la intimidación para conseguir sus propósitos”.

ESTAR ATENTOS

¿Se puede saber si alguien está abusando sexualmente de un niño? La directora de ASPASI responde afirmativamente, ya que “el comportamiento del niño puede hacer que sus padres sospechen un abuso”.

La experta aconseja estar siempre pendiente de algunos cambios de comportamiento infantil, que pueden ser síntomas de un abuso, como “un temor reciente y obvio hacia una persona o ciertos lugares, o una reacción, no normal ni anticipada, cuando se le pregunte si alguien le ha tocado”.

Los dibujos que muestran actos sexuales, los cambios de comportamiento repentinos, como orinarse en la cama o perder el control de las evacuaciones, una conciencia repentina de los órganos genitales o los actos y palabras sexuales compartidas con otros niños o animales, también son indicios de un posible abuso.

Según García Marqués, “las preguntas sobre la actividad sexual que no son apropiadas para su edad y los cambios en los hábitos de dormir o las pesadillas en los niños pequeños, son señales de alarma que los padres no deben pasar por alto”.

PARA PREVENIR

¿Cómo pueden prevenir los padres el abuso sexual? La directora de ASPASI, recomienda:

- Hable con su hijo sobre el abuso sexual. Si su escuela tiene un programa sobre el tema, hable sobre lo que ha aprendido.

- Enséñele a su niño cuáles son las partes privadas del cuerpo (las partes cubiertas por un traje de baño), y sus nombres. Dígale que su cuerpo es de él. Enséñele a gritar “no” o “déjeme”, a cualquiera que le amenace sexualmente.

- Escuche cuando su hijo trate de decirle algo, especialmente cuando se le haga difícil hacerlo.

- Explique a su hijo que es correcto expresar si alguien intenta tocarlo de una manera que le hace sentir incómodo, independientemente de quien sea. Dígale que puede tener confianza y que los padres no se enojarán al escucharlo.

- Conozca a los adultos y niños que pasan tiempo con su hijo, tome precauciones cuando le deje pasar el tiempo con ellos, sobre todo si es en lugares no habituales.

-Nunca deje que su niño entre a la casa de un desconocido sin uno de los padres, o de la mano de un adulto de confianza.

“En ocho de cada diez casos reportados, el niño conoce al abusador, que frecuentemente es una persona de autoridad, en quien el pequeño confía o a quien ama, y que recurre a la intimidación para conseguir sus propósitos”.

Margarita García Marqués, psicóloga