Perjudica a las procesadoras de la provincia
El complejo agroexportador no
podrá importar soja paraguaya
Se conoció ayer una resolución firmada por la ministra Débora Giorgi. El año pasado, según la Bolsa de Comercio de Rosario, se importaron unos 4 millones de toneladas. Sin esa soja, van a subir los costos de producción.
De la corresponsal de Rosario
El gobierno nacional decidió ayer eliminar el régimen de admisión temporaria, una medida que les impedirá a plantas aceiteras del Gran Rosario importar soja de Bolivia y Paraguay. La medida lleva la firma de la ministra de la Producción, Débora Giorgi, pero fue pergeñada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el titular de la Afip, Ricardo Echegaray. Este último respaldó la creación del régimen de importación temporaria en octubre de 2006, en momentos en que el funcionario estaba a cargo de la Aduana.
Según interpretan desde el sector agroexportador, el gobierno nacional intenta con esta medida que las cerealeras salgan a presionar con precio más alto para que los productores vendan la soja que tienen guardada desde el año pasado, cuando comenzó el extenso conflicto entre el campo y el gobierno.
Con el régimen de importación temporaria, las exportadoras sólo pagaban retenciones por el valor agregado del poroto proveniente de Paraguay y Bolivia (entre un 5 y un 7 por ciento), de donde el año pasado se importaron, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, unos 4 millones de toneladas.
Las principales fábricas y los puertos diseminados desde Villa Constitución a Puerto General San Martín adquieren soja de los países limítrofes para tener más granos para procesar y completar así la capacidad de procesamiento que poseen las plantas, donde se pueden triturar 150 mil toneladas diarias, unos 50 millones de toneladas por cosecha.
Menos granos
El año pasado, la cosecha de soja en la Argentina fue de 47 millones de toneladas y se importaron de Paraguay y Bolivia unas 4 millones de toneladas. Por la hidrovía, el flete es muy bajo: unos 14 dólares la tonelada, lo cual posiciona a la soja importada con un buen precio frente a la local.
En el 2008, “el complejo sojero tuvo una buena actividad, a pesar de los problemas que surgieron con el conflicto del campo. Pero este año va a ser muy problemático, mucho más que el año pasado”, consideró Rogelio Pontón, director del Departamento de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
“Vamos a estar en problemas porque la cosecha argentina de soja no superará este año las 38 ó 39 millones de toneladas. Las fábricas van a tener 9 ó 10 millones de toneladas menos que el año pasado, y ese déficit no se va a poder compensar con el poroto paraguayo. Con este escenario, los costos de procesamiento y de producción se van a disparar”, opinó el experimentado economista.
Pontón reconoció que, “si el gobierno quiere que los productores vendan los granos que tienen guardados, que son unos 4 millones de toneladas, deben bajar las retenciones. En poco tiempo van a tener el efecto que buscan. La eliminación del régimen de importación temporaria es una decisión que sólo se puede dar en un año electoral”.
Fernando Botta, de la consultora Agrobrokers, coincidió con el economista de la Bolsa de Comercio en que “el resultado no va a ser el esperado. Las exportadoras no van a pagar más por la soja en el mercado interno ni los productores van a vender grandes cantidades, porque hay una gran incertidumbre. “En el gobierno nacional no se entiende que la soja se transformó en una moneda. Y en este momento quien la tiene la va a cuidar porque es el reaseguro de los productores de seguir produciendo el año que viene”, advirtió Botta. El economista dijo que “con la cosecha pobre de este año no se sabe aún qué postura van a tomar los exportadores. Si van a enfrentar riesgos y van a salir a buscar soja para cumplir con la demanda externa, que sigue siendo buena. O, directamente, van a perder algunos negocios con el exterior, porque no van a poder cumplir con las exigencias”.