Posición de la Afip
Se puede importar soja pero
abonando todos los impuestos
La aclaración surgió luego que se mencionara que había sido prohibida la operatoria. Es una medida destinada a fomentar la compra de la producción nacional.
De la redacción de El Litoral
DyN/Télam
El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), Ricardo Echegaray, negó que la importación de porotos de soja esté prohibida y que la diferencia radica en que de aquí en más la industria sojera deberá pagar impuestos por el ingreso de ese producto.
“La importación de soja está permitida, pero la industria sojera tiene que pagar sus impuestos. El nuevo marco regulatorio no establece ninguna prohibición, solo se excluyó el régimen de importación temporal”, explicó el funcionario en una rueda de prensa.
La medida está vigente desde ayer, cuando fue publicada en el Boletín Oficial, y está destinada a fomentar la compra de la producción nacional, para beneficiar a los productores locales, según destacó el funcionario.
“La industria sojera que quiere importar, puede hacerlo pagando los impuestos” que son el 10,5 por ciento de IVA, más otro 5 de IVA adicional, y 3 por ciento de
Anticipo a la Ganancias, además de tasas específicas si los porotos vienen de naciones extra Mercosur.
“Esta es una medida que toma el Gobierno para traccionar el mercado local”, destacó Echegarary, y sostuvo que en la actualidad “hay millones de toneladas en los silos bolsas que cualquier ciudadano puede ver desde la ruta” que están sin vender.
Anteayer, una resolución del Ministerio de la Producción, dispuso quitar del régimen de importaciones temporales los porotos de soja.
La importación de 2,9 millones de toneladas de soja que fueron las ingresadas en 2008 como importación temporaria representa el trasladado de soja desde las economías regionales por las que se podrían haber realizado 100.000 traslados en camiones, dinamizando así las economías regionales.
Echegaray estimó que fueron unos 421 millones de dólares “lo que la industria sojera dejó de pagarle al fisco” durante 2008 por ese concepto,.
“El país en su conjunto requiere que se promueva la cadena agroindustrial, que se fomente la comercialización, el transporte y los fletes, garantizando el trabajo argentino, y manteniendo la actividad económica, indispensable para los momentos que nos toca atravesar”, sostuvo el funcionario.
Presiones
La industria aceitera argentina sostuvo que la medida no beneficiará a los productores de soja locales ni tampoco los forzará a vender las millones de toneladas de la oleaginosa que los agricultores retienen en sus campos en rechazo a los impuestos a la exportación de granos y la caída de los precios internacionales.
De hecho, el cambio de régimen aduanero fue interpretado como una presión al sector agrícola en momentos en que se calcula que hay retenidas unas cinco millones de toneladas de soja por valor de unos 1.800 millones de dólares.
Argentina es el tercer productor mundial de soja e importó y procesó durante el año pasado unos 2,9 millones de soja de Paraguay, cuarto productor global, y Bolivia.