“Cuenta regresiva”

La clave de los tiempos

La clave de los tiempos

Ignacio Andrés Amarillo

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Hace 50 años, una nueva escuela primaria de Lexington, Massachussets decidió celebrar su apertura oficial con la idea de su pequeña alumna Lucinda Embry (Lara Robinson): enterrar una cápsula del tiempo con dibujos de los chicos de cómo sería el futuro, para ser abierta medio siglo después. Pero a la hora de dibujar, Lucinda comenzó a garrapatear una serie de números de los dos lados de la hoja, hasta que la señorita Taylor se la arrancara de las manos.

Diez lustros después, el pequeño Caleb Koestler (Chandler Canterbury) recibe el sobre de Lucinda, y la secuencia numérica caerá en las manos de su papá John (Nicolas Cage), viudo y profesor de astrofísica en el MIT. Gracias a una casual marca sobre la hoja provocada por el vaso de whisky con el que el científico trata de domar a sus demonios. Así quedará marcada una secuencia numérica, que coincide con la del 9-11 de 2001: el atentado contra las Torres Gemelas y sus 2.996 muertos. Ahí comenzará una búsqueda de fechas y fallecidos, que demostrará que no son cifras al azar...

Más allá de lo esperado

El lector notará que nos hemos limitado a contar una serie de sucesos encadenados, y ésa es la clave del relato dirigido por Alex Proyas (“Yo, Robot”): un desafío al pensamiento azaroso que domina la mente científica (y dolorida) de John.

Así como contamos la situación inicial de la película, muchas cosas no se pueden referir aquí, ya que la clave está en la aparición paulatina de nuevos indicios tras el descubrimiento, como así también de nuevos personajes: esos “extraños” rubios y de sobretodo negro, que bien podrían ser los integrantes de una banda new romantic de los 80; o de Diana Wayland (Rose Byrne), la hija de Lucinda, y su propia hija Abby (también Lara Robinson).

Una cosa concreta que se puede decir de este filme es que es extraño. Tiene todas las características de una típica película hollywoodense, con elementos de cine catástrofe, milenarismo, misticismo cristiano y ciencia ficción y está plagada de clichés estéticos de todo tipo (las caras de los “extraños”, su verdadero aspecto, la “carroza”, la escena final); pero el cuento funciona. Tal vez porque el relato está llevado de una manera atrapante, a la manera de un thriller policial: se trata de la investigación más grande de la historia, en la que estará en juego el destino de la humanidad.

Desde el punto de vista técnico, hay un especial tratamiento de la luz solar, algo que (se demostrará) tampoco es casual. Y por supuesto, todos los recursos de los efectos especiales al servicio de contar una historia que, por sus características, debe en determinados momentos caer en la desmesura. No queda más que rendirse al relato, que es casi como rendirse ante el destino: después de todo, los números están puestos.

Encuentro nocturno: Caleb Koestler (Chandler Canterbury) y Abby Wayland (Lara Robinson) reciben una nueva visita del líder de los “extraños” (D.G. Maloney).

Foto: Summit Entertainment

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BUENA

Cuenta Regresiva

Knowing (Australia, 2009, en inglés). Dirección: Alex Proyas. Guión: Ryne Douglas Pearson, Juliet Snowden y Stiles White sobre argumento de Ryne Douglas Pearson. Con Nicolas Cage, Chandler Canterbury, Rose Byrne, D.G. Maloney, Lara Robinson, Nadia Townsend. Formato scope. Duración: 120’. Se exhibe en Cinemark.