En su Semana Criolla

Las acrobacias de gauchos

conquistan a Montevideo

Lucía Hernández

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EFE

El recinto del Prado de Montevideo acoge estos días el ruedo más importante de Uruguay, en el que jinetes locales, argentinos y brasileños compiten para ofrecer el mejor espectáculo gaucho a lomos de caballos salvajes.

Hasta el domingo, noventa jinetes se disputan la victoria en las cuatro modalidades de esta competición -“pelo”, “basto uruguayo”, “basto argentino” e “internacional en pelo”-, enmarcada en la Semana Criolla del Prado de Montevideo.

Celebrada desde 1925, “la Criolla” coincide con el período vacacional de Semana Santa, o Semana de Turismo, como se conoce mejor en el laico Uruguay, que es aprovechada por miles de habitantes de este país para disfrutar de una oferta de ocio y gastronomía rural en la que los rodeos son la principal atracción.

“Este evento es una parte muy importante de nuestra tradición”, dijo a EFE el capataz de campo del recinto, Dalton Delgado, encargado desde hace tres años de organizar este ruedo y de seleccionar tanto a los montadores como a las “tropillas” de caballos. La bravura y la elegancia de estos équidos, asignados por sorteo a los jinetes en cada jornada de la competición, también es evaluada por un jurado, dedicado exclusivamente a elegir a los mejores equinos del ruedo.

“Son caballos especialmente criados para esto”, indicó Delgado, quien subrayó que los entrenamientos para este acontecimiento se prolongan “durante todo el año”.

El tribunal encargado de puntuar a los montadores valora si sus movimientos son limpios y los penaliza ante fallos como “poner las dos manos en la rienda” o “perder uno de los estribos”, explicó Delgado.

Los mejores jinetes

“Aquí están los mejores jinetes de Argentina, Brasil y Uruguay”, aseguró el capataz, que consideró el ruedo de Montevideo como “el de mayor nivel de toda América”.

Para Delgado, las jineteadas son “un deporte y, como tal, un sentimiento que te lleva” y para el que “se nace”.

“Hay que tener pasta para esto, demostrar clase y, por supuesto, estar en forma y ser muy consciente de lo que estás haciendo con el animal”, agregó el capataz de campo.

La mayoría de los participantes en este tradicional evento rondan los treinta años y responden al perfil del “gaucho”, como se conoce a los jinetes de ambas orillas del Río de la Plata y de Río Grande do Sul, en Brasil, dedicados a la ganadería y otras tareas rurales.

Delgado precisó que “ahora se dan casos de jinetes que viven en la ciudad, pero que van todos los domingos al campo para practicar“ y optar a participar en el rodeo de Montevideo, precedido por un proceso de selección en cada departamento del país.

Los pantalones bombachos, las botas de cuero, el chambergo (gorro), la golilla (pañuelo) al cuello y el talero (instrumento para azuzar al caballo durante la doma) forman parte del atuendo de los jinetes, un colectivo en el que “las damas son muy pocas”, reconoció Delgado.

Raúl Hernández, del Departamento de Soriano, lleva ocho años compitiendo en los rodeos del Prado, escenario de una lucha cuerpo a cuerpo entre el hombre y el animal en la que “uno tiene que tratar de ganar al caballo”, apuntó.

“Cuanto más espectáculo brinde el caballo, mejor para nosotros, porque sumamos más puntos”, dijo a EFE este jinete especializado en el “basto uruguayo”. Federico Rissetto, otro de los participantes, destacó el calor del numeroso público que asiste al evento y que “acompaña” las acrobacias de los jinetes con aplausos, gritos y ovaciones.

Según el capataz de campo del concurso, éste congrega en algunas jornadas a “más de 50.000 espectadores”, dispuestos a deleitarse con un colorido espectáculo en el que “la suerte y el talento” influyen a partes iguales, añadió.

Además de las populares jineteadas, el Prado de Montevideo acoge durante la Semana Criolla las actuaciones de músicos locales, danzas folclóricas campesinas y numerosos locales de artesanía y gastronomía típica de los departamentos del interior del país, que busca recuperar su esencia rural en estos días de fiesta.

En ese sentido, el intendente de Montevideo, Ricardo Ehrlich, presentó la Semana Criolla como “un encuentro del campo y la ciudad“ en el que se rinde “homenaje a la familia rural, en un país eminentemente urbano”.

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La destreza de los jinetes y la fuerza de los animales se conjugan para ofrecer un espectáculo de interés turístico.

Foto: Agencia EFE