La sequía le pega a todo el mundo

Se recorta la cosecha de divisas

A partir de la caída en la producción de granos, estimada en un 32 por ciento, también el Estado verá recortados sus ingresos. Los ingresos del sector agropecuario serán de 20.700 millones de dólares, 15 mil millones menos que en el ciclo pasado.

Pablo Adreani

Analista del mercado de granos

La menor superficie sembrada con trigo y con maíz, y una de las peores sequías de los últimos 50 años han resultado en un cóctel mortífero para la producción agrícola Argentina, con las consecuencias económicas que ello implica.

Si bien no se dispone de fuentes de información oficiales, ya que el Gobierno ha decidido suspender la publicación de datos relativos a existencias, industria, consumo interno y exportaciones, diversas fuentes privadas han elaborado sus propias estimaciones en función de datos recogidos en las principales zonas productoras.

Caída inédita

Por caso, en nuestro estudio hemos elaborado una estimación que ubica la producción total de nuestro país de la campaña 2008/09 en el orden de los 68,7 millones de toneladas contra un volumen producido durante la campaña anterior 2007/08 de 100,6 millones de toneladas.

La Argentina nunca tuvo una caída en la producción como la que hemos tenido este año, con una merma 31,8 millones de toneladas equivalente a un 32 por ciento interanual. La combinación de la menor superficie sembrada de trigo y de maíz, reacción de los productores ante los constantes embates del Gobierno hacia esos dos cultivos, junto con la peor sequía en muchas décadas, han ocasionado daños irreversibles en las cosechas. Ni siquiera las tardías lluvias de comienzos de febrero han podido compensar o revertir.

El impacto económico se puede visualizar en el ingreso proyectado de divisas. Durante la campaña 2007/08 el ingreso de todo el sector agropecuario llegó al récord de 36.100 millones de dólares, mientras que para la actual cosecha 2008/09 se está proyectando un ingreso de 20.700 millones de dólares, una caída de 15.400 millones de dólares.

Sin dudas que este impacto que se va a sentir en todo el interior de la Argentina, los productores tendrán una caída de sus ingresos y este es el principal factor y motivo de la grave situación que se esta viviendo en todas aquellas actividades relacionadas directa o indirectamente con el campo.

Y de la misma forma tiene influencia en las cuentas públicas, ya que el gobierno verá reducido su superávit comercial en la misma magnitud. De ahí la fuerte presión que está realizando el Gobierno a los importadores de artículos que se pueden fabricar en la Argentina, con trabas a los ingresos. En definitiva, el Gobierno busca que las pocas divisas que van a ingresar este año por las exportaciones agropecuarias no se vayan tan fácilmente a través del rubro importaciones.

Menos retenciones

Pero volvamos al análisis del ingreso de divisas. En la campaña anterior, el ingreso de todo el complejo soja (poroto, aceite y harina) llegó a la cifra récord de 22.500 millones de dólares, cifra equivalente al 62 por ciento de las exportaciones totales del sector agropecuario, estimadas en un total de u$s 36.100 millones. Para la actual campaña se proyectan ingresos de todo el complejo soja en el orden de los 14.865 millones de dólares, cifra equivalente al 72 por ciento de las exportaciones totales estimadas en 20.700 millones de dólares.

De la misma forma que se verá afectado el ingreso de divisas, sucederá lo mismo con el ingreso por retenciones para el Gobierno. Mientras que durante la cosecha anterior el campo aportó al fisco en concepto de retenciones una cifra récord de 10.450 millones de dólares, para la actual campaña se está proyectando un ingreso por retenciones de 5.900 millones de dólares. Como se puede apreciar se va a producir una caída en el ingreso por retenciones para el estado nacional de 4.560 millones de dólares.

Ahí esta la madre de todas las batallas y es el motivo por el cual el Gobierno siempre se resistió a bajar las retenciones. En lugar de ello hecho mano a una coparticipación que, en definitiva, sigue siendo una transferencia de fondos Nación-provincias para poder dar cumplimiento a obras públicas que estaban paralizadas por falta de fondos.

Se cae, entonces, el velo del Gobierno, donde la única realidad es la caja, cada vez más chica, y con una caída en forma inesperada debido a los menores precios internacionales y la menor producción. La cosecha de soja termina a fines de junio, justo en el momento de las elecciones. Otra vez el maldito “yuyo” tiene influencia sobre la política nacional y es capaz de decidir una elección.

En 2008 el campo aportó al fisco en concepto de retenciones una cifra récord de 10.450 millones de dólares. este año proyectan un ingreso por retenciones de 5.900 millones de dólares

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Puñado reducido. El derrumbe de la producción agrícola recortará u$s15.400 millones los ingresos del sector.

Foto: Archivo