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Vida, pasión y muerte en la pantalla grande

Vida, pasión y muerte en la pantalla grande

Desde sus orígenes el cine se hizo eco de la pasión de Cristo y se dedicó a transcribirla en imágenes. Aquí, un rápido repaso por algunas películas alusivas a Semana Santa.TEXTOS. GRACIELA DANERI. FOTOS. EL LITORAL.

Quizá el primer antecedente de cómo el séptimo arte plasmó la Vida, Pasión y Muerte de Cristo debamos rastrearlo allá por los tiempos de los hermanos Lumière, o sea a fines del siglo diecinueve, cuando de manera suponemos- muy primitiva se llevó a la pantalla “La passion du Christ”. Y, con el transcurrir de los años, a ese título le sucedieron infinidades de películas consagradas a exaltar esa misma epopeya. Enumerarlas sería irrelevante en una nota periodística, pero habría que comenzar recordando, entre tantas, a aquella “Vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo” que veíamos durante nuestra niñez. En cierta medida, era un clásico del género que, invariablemente, llegaba a las salas santafesinas (y argentinas en general) para Semana Santa.

Se trataba de una película muy elemental, en blanco y negro, con ignotos intérpretes y hasta de origen incierto. Hubo también por ese entonces una versión semejante, de procedencia mexicana, con un Arturo de Córdova joven caracterizando a Jesús y que, por supuesto, era de exhibición inevitable en cualquier sala de barrio en cada Semana Santa.

Para aquellos que de chicos, nos gustaba mucho ir al cine, pasar una semana sin concurrir nos parecía terrible, por eso con placer, año tras año íbamos a ver las películas que en el período de la Semana Mayor de la Cristiandad se ofrecían. ¡Qué lindos recuerdos aquellos del cine de nuestro barrio: el Apolo, por ejemplo, adonde partíamos a los matinés -más tarde no nos dejaban- con las chicas amigas!.

Y para nuestras mentes infantiles, aunque los filmes fueran repetidos y los conociéramos ya de memoria, resultaba mejor el cine que la radio, donde no se podía escuchar otra cosa que música sacra, que en esos momentos de nuestras vidas no nos gustaba, quizás porque no la comprendíamos en profundidad, como podemos hacerlo hoy.

Cuando Hollywood se acercó a Jesús

Pero, como decíamos, la historia ha generado incontables kilómetros de celuloide a lo largo del siglo.

El propio Hollywood, como no podía ser de otra manera, también se ocupó de ella -directa o indirectamente- en varias ocasiones, de la mano del famoso Cecil B. De Mille, muy adicto siempre a los temas bíblicos, como “Los diez mandamientos” o “Rey de Reyes”, entre tanta otras contribuciones.

Hubo también otros directores que se abocaron a la misma temática con resultados semejantes y, entre ellas, una producción más contemporánea fue “La pasión de Cristo”, cruda versión del Calvario del Salvador -y muy polémica también, aunque todavía no entiendo por qué- realizada por Mel Gibson (hombre muy católico, y religioso practicante también él).

Esta película llamó la atención por una particularidad o curiosidad: estaba hablada en arameo (hecho que para el espectador corriente pasó casi inadvertido, a causa del subtitulado en español), que era el idioma de la época, la lengua de Jesús.

Otros títulos en la cartelera

Pero esos títulos y esos cineastas no fueron los únicos que abordaron el tema.

Tanto es así que puede decirse que en muchos otros países, de una manera o de otra, con más o menos rigor y criterio artístico, alguna vez han dedicado películas a la Pasión.

Además, existen muchas otras producciones cinematográficas ajenas al tema en sí, pero en las que el calvario y/o la crucifixión formaban parte de alguna secuencia, aunque el tema de la obra en sí hubiese sido otro dentro de aquella misma época. O bien se tocara el tema tangencialmente, como en la recordada película “Ben Hur” (con Charlton Heston, claro), que nos supo arrancar abundantes lágrimas. O las más recientes “En busca de la tumba de Cristo”; “Jesús de Nazareth”, de Franco Zeffirelli, o “Jesús”, de otro director y elenco no muy conocidos.

Películas de divulgación

Además, siempre existieron realizaciones sobre la Pasión de Cristo confeccionadas con fines de divulgación y/o adoctrinamiento, las que eran promovidas por organismos religiosos y materializadas por manos anónimas (generalmente en 16 mm., o ahora con técnicas más modernas, como el video o el DVD).

Ellas han proliferado desde siempre y como piezas de difusión que eran, han estado al margen de los circuitos cinematográficos tradicionales, porque estaban destinadas a ser exhibidas en iglesias y entidades religiosas varias, pasando así de ciudad en ciudad.

Su visión, por supuesto, estaba limitada a reducidos núcleos de espectadores, de feligreses, cualquiera fuese la orientación ideológica que tuviesen. Y por esos canales no convencionales han tenido -y continúan teniendo- una difusión masiva, llegando a otros públicos, que quizá eran precisamente a los que estaban destinadas.

Así, por distintos caminos y a lo largo de la centenaria historia de la cinematografía, la Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo ha recorrido el mundo con sus imágenes, atravesando distintas culturas y estamentos sociales.

Y lo hicieron en diferentes idiomas y formatos, en blanco y negro o en colores, con sonido o sin él, con pantalla panorámica o no, pero siempre con un mismo objetivo: difundir el legado que dejó a la humanidad todo aquel calvario y aquel martirio que, año tras año, conmemora la Semana Santa.

Como sabemos, esta fecha está considerada la celebración más augusta de los cristianos. Un hecho histórico que trascendió la propia Historia, marcando el surgimiento de una nueva era. Un antes y un después de Él.

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Franco Zeffirelli creó los filmes “En busca de la tumba de Cristo” y “Jesús de Nazareth”.

Por distintos caminos y a lo largo de la centenaria historia de la cinematografía, la Vida, Pasión y Muerte de Jesucristo ha recorrido el mundo con sus imágenes.

El poeta que se inspiró en San Mateo

El admirado italiano Pier Paolo Pasolini (un artista, un poeta), dirigió durante los años sesenta -aún sin ser religioso- el filme “La Pasión según San Mateo”, con respetuosa fidelidad al texto de apóstol. A pesar de ser un hombre de izquierda, logró que esa película perdurase como una de las mejores interpretaciones de ese episodio de las tantas -incontables, por cierto- que llegaron a la pantalla.

Según José Vilaluso, “Pier Paolo Pasolini contribuyó dirigiendo con méritos indespojables, y como guionista, “La Pasión según San Mateo’, filme de 1964 dedicado al Papa Juan XXIII y cuya categoría y fidelidad al Evangelio no se ha visto menguada en momento alguno por críticos rigurosos.

Pasolini quedará en la historia del cine pensante como el gran impactado por Jesús mediante la buena nueva según la pluma de Mateo. En la vida del polémico personaje su choque con el texto sagrado constituye el hito de lo que está más allá y los hombres no podemos explicar con herramienta propia. El golpe de la gracia que a cada persona puede afectar o transformar al calor de su naturaleza, circunstancias y plan divino. El Evangelio cayó en sus manos y le sirvió de inspiración para producir una obra maestra en un género nada fácil. Nunca sabremos la profundidad ni los paradigmas de aquel proceso en la mente del gran trasalpino. Cuestión de fe, sin duda; al margen de las posibilidades del conocimiento cotidiano”.

“Sin duda el enfoque conseguido y popular de este ateo destila admiración y una sincera búsqueda de la verdad -opina Vilaluso-. Pasolini ni fue un creyente ni converso conforme a los cánones habituales entre los intelectuales y artistas que recorren itinerarios adjuntos. Mas no fue esa la historia ni tal vez fuera imprescindible”.

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Pier Paolo Pasolini dirigió “La Pasión según San Mateo”.