Ganados y carnes

Se recorta la cosecha de divisas

A medida que se tiende a liberar el mercado ganadero, la competencia tensa el mercado, los márgenes se deben resignar. Ahora vienen épocas de escasez de ganado, de capacidad ociosa en la industria y de márgenes menores en la cadena.

Ignacio Iriarte

Al analizar los márgenes agropecuarios, se observa que se ha reducido en gran medida la brecha entre el precio que recibe el productor de carne y el valor que paga el consumidor en la góndola.

Todas las intervenciones del Gobierno en los últimos tres años generaron márgenes extraordinarios en todos los eslabones de la cadena, a expensas del precio de la hacienda. La limitación de las exportaciones y la presión sobre los operadores del consumo fue exitosa y terminó deprimiendo el precio del ganado. Varios eslabones de la cadena terminaron aceptando pasivamente la presión del gobierno al advertir que con esa política de precios bajos para el ganado mejoraban notablemente sus balances. Ahora, a medida que parece que se tiende a liberar el mercado ganadero, la competencia tensa el mercado, los márgenes fuera de lo común se deben resignar y desaparecen los “regalos, quintas o zonas liberadas” que el Gobierno obsequió a sus aliados durante los últimos tres años. Vienen épocas de escasez de ganado, de capacidad ociosa en la industria y de márgenes mucho menores en la industria, en los matarifes y en los minoristas. El experimento no era sustentable y costó hasta ahora entre cuatro y cinco millones de cabezas.

Mercado del cuero

En este mercado se agrava la debacle. En Uruguay, la exportación de cueros del primer bimestre del año cayó 54 por ciento y en Brasil, 44 por ciento. En la Argentina, los cueros frescos de vaca valen 90 por ciento menos que en junio de 2008 y 92 por ciento menos que hace dos años. El cuero de novillo cayó 85 por ciento respecto de mediados de 2008 y 88 por ciento con relación a marzo de 2007. Puede estimarse que de los cueros resultantes de la faena (1,2 millones de piezas mensuales) 50 por ciento se está salando y el otro 50 por ciento está siendo procesado y se curte. Puede estimarse, también, que las exportaciones de las ocho principales empresas curtidoras habrían caído cerca de 50 por ciento en el primer trimestre del año.

Los precios FOB de los productos curtidos había caído al principio de la crisis sólo 15 por ciento pero ahora, al vencer o renegociarse muchos contratos, se estima que las bajas se acentuarán. Hoy la demanda de la industria del calzado es la que está en mejor situación con relación a indumentaria o cueros para automóviles o muebles, por lo que buena parte de las curtiembres intenta reconvertirse a ese rubro, que necesita cueros livianos (novillito, vaquillona) para trabajar.

Tactos malos

Por otra parte, en un reciente congreso ganadero, donde había veterinarios y productores de todo el país, varios panelistas coincidieron en que los primeros tactos realizados se ubican entre un 10 y un 20 por ciento por debajo del año anterior, con caídas catastróficas (25-40 por ciento de preñez), en algunos lugares de Santa Fe, La Pampa y sur de Buenos Aires. Los tactos son malos aún en rodeos de vacas sometidas a destete precoz porque la falta de pasto ha sido tan dramática que esta técnica tuvo un mucho menor efecto este año.

Vienen épocas de escasez de ganado, de capacidad ociosa en la industria y de márgenes mucho menores en la industria.

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Intervenciones. Todas las incursiones del Gobierno en los últimos tres años generaron márgenes extraordinarios en todos los eslabones de la cadena, a expensas del precio de la hacienda

Foto:Archivo

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Estado corporal pobre

La mayoría de las preñeces son tempranas, especialmente en la zona pampeana, o muy tardías y pequeñas, resultado de que los toros se dejaron en servicio durante febrero y buena parte de marzo. También se afirmó que el estado corporal de la mayoría de las vacas es muy pobre y que, de registrarse un invierno duro, podría haber una grave mortandad y un servicio muy malo la temporada próxima. Nunca la cría, a nivel nacional, ha entrado al invierno con tan poco pasto en el campo, con tan pocas reservas (rollos o potreros diferidos) y con las vacas en tan mal estado.