Terceras Jornadas Internacionales de Calidad de Leche

Las vacas “felices” producen buena leche

En las Terceras Jornadas Internacionales de Calidad de Leche, se puso énfasis en la importancia de que el productor tome conciencia de que lograr el máximo bienestar de la vaca lechera, es fundamental para obtener leche de calidad.

El Méd. Vet. Mario Sirvén (asesor privado), coordinó el Simposio “Bienestar animal” que se realizó durante las Terceras Jornadas Internacionales de Calidad de Leche (JICAL III), organizadas por la Asociación Pro Calidad de la Leche y sus Derivados (APROCAL), del que participaron también, el Dr. En Sociología (Ph. D) Marcos Giménez Zapiola (asesor privado y productor) y el Med. Vet. Rafael Ortega (España).

Sirvén señaló que de acuerdo con una de las muchas definiciones de bienestar animal se puede afirmar que es “aquella situación en la que un animal no tiene que competir contra el medio en que se encuentra”, lo que significa que el medio es apto para que el organismo animal pueda adaptarse a él, sin sufrir las consecuencias que le provocaría la falta de adaptación.

Precisó que el Farm Animal Welfare Council del Reino Unido anunció el “Principio de las cinco libertades”, necesarias para que haya bienestar animal: sanidad adecuada, nutrición adecuada, ausencia de dolor, miedo y estrés, confort térmico y físico, y posibilidades de demostrar un comportamiento natural.

Sistemas intensivos

La intensificación de los sistemas de producción es una realidad que se extiende día a día en todo el mundo. Las condiciones de bienestar de las vacas lecheras son relativamente fáciles de lograr en sistemas más extensivos, con mayor tiempo de permanencia de los animales en potreros empastados, dietas ricas en fibra, alimentos de baja densidad y producciones moderadas de leche.

Los encierres de los rodeos en “pre-parto” primero y de lotes en producción después, más los cambios sustanciales en la composición de las dietas, y las producciones individuales de leche crecientes, obligan a atender a todos los factores de bienestar y confort de las vacas para reducir los riesgos de enfermedades y sus consecuencias productivas y económicas. La participación activa de técnicos, productores y personal de tambos en planes de bienestar animal es cada vez más necesaria y requiere de programas de capacitación y reentrenamientos frecuentes.

En algunos países, principalmente de Europa, los propios consumidores presionaron a las autoridades estatales para que trabajen sobre el tema y se legisló en forma estricta para garantizar que las vacas lecheras cuenten con el confort necesario para vivir en bienestar.

Factores

Los técnicos que no comprendan que tanto el estrés como la falta de confort son factores de inmunodepresión, reducción de la eficiencia reproductiva, menor producción de leche y más índices de rechazos -y por lo tanto mayores necesidades de reposición- no estarán ayudando a la rentabilidad de las empresas que asesoran. Por su parte, los productores que no entiendan la importancia del bienestar, no proveerán la estructura necesaria para el confort de sus vacas ni los elementos para el buen trabajo del personal.

Las vacas lecheras carecen de bienestar por alguna de estas tres causas: falta de confort, mal manejo y/o mal trato y falta de rutina.

El dolor y el miedo son causa de aumento en la concentración de adrenalina y de la frecuencia cardíaca, y una alteración de la eyección de leche (o bajada) que provoca una baja en la producción, y mayor prevalencia de mastitis. Pero también el estrés aumenta la concentración del factor de liberación de ACTH (CRH), y con él, una mayor concentración sanguínea de cortisol.

Respecto de la relación entre CRH y producción de leche, los corticoides son inhibidores de la acción de la BST (somatotrofina), hormona que promueve la producción de leche. En cuanto al consumo de alimentos, aumenta la glucemia y con ella, la concentración de insulina, que promueve la lipogénesis y el alza de leptina que inhibe al neuropéptido y principal neurotransmisor del apetito.

En lo que se refiere a la relación entre CRH y reproducción, inhibe la conducta sexual, y disminuye la frecuencia de secreción pulsátil de la LH (hormona luteinizante), afectando la maduración folicular y la ovulación. En lo que hace a la inmunidad, disminuye la formación de linfocitos “b” (menos anticuerpos) y “t” (inmunosupresión).

Las condiciones de bienestar de las vacas lecheras son relativamente fáciles de lograr en sistemas más extensivos

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el dato

Salud

El estrés influye en la salud metabólica, ya que tiene efecto sobre la rumia, con alteraciones en la población bacteriana del rumen y mayor riesgo de acidosis.

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Una cuestión de manejo. Muchos dolores de cabeza se pueden evitar mejorando el trabajo cotidiano.

Foto: Archivo

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en relación

La inmunodepresión tiene como consecuencia un aumento en la prevalencia de enfermedades infecciosas, mastitis incluida. Obtener bajos conteos de células somáticas en leche de tanque con vacas frecuentemente estresadas es una tarea imposible. La relación -ya demostrada- entre mastitis y fertilidad, y la correlación directa con el estrés, hacen que el bienestar de las vacas sea un objetivo necesario en los actuales sistemas de producción de leche.

Relación mastitis-fertilidad

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10 umbrales de dolor

1Las vacas se encandilan. Las diferencias de luminosidad entre los corrales de espera y las salas de ordeño son frecuentes. Si no se corrigen se hace difícil el ingreso fluido de las vacas a sus bretes de ordeño, provocando cambios en el trato (gritos, golpes, puntazos, torceduras de colas) que pueden llegar a ser causas importantes de mermas de producción y aumento de los problemas de salud (inmunodrepresión).

2Los lugares de tránsito de las vacas con pisos abrasivos, con irregularidades que entorpecen el desplazamiento o con pendientes exageradas, son causa de incomodidad, estrés, y muchas veces de dolor.

3Las vacas tienen jerarquías sociales que deben respetarse. Cuando se pretende sacarlas de su ritmo confortable de desplazamiento, se produce una ruptura del orden social.

4El amontonamiento en los corrales de espera es otro factor de estrés. El contacto físico obligado, la incomodidad, la temperatura generada por los mismos animales, se suman para aumentar la concentración de adrenalina y de cortisol.

5El sobreordeño causa dolor, y por lo tanto, es estresante.

6Las derivaciones eléctricas son un factor de estrés muy frecuente. Las vacas son 10 veces más sensibles que los humanos a la electricidad.

7Son estresantes los ruidos fuertes, los gritos y los sonidos muy agudos.

8Los olores fuertes molestan a las vacas, al igual que los olores “nuevos”. Un operario que por primera vez usa perfume puede originar un importante aumento en el bosteo en el tambo. El humo de cigarrillo es igualmente estresante.

9Los perros y otros animales en los corrales y en las salas de ordeño son factores de estrés porque invaden la zona de comodidad de las vacas.

10Existe una condición de “familiaridad” entre especies; cuando ésta se da entre las vacas y el personal, las condiciones de bienestar se alcanzan más fácilmente logrando grandes beneficios.