5.353 m3 de líquidos POR MES YA no sE arrojaN a cielo abierto

Vaciadero cloacal: por mes se realizan 600 descargas

En ocho meses de funcionamiento, 4.237 camiones atmosféricos hicieron sus respectivas descargas. La construcción de la planta demandó una inversión de 2 millones de pesos.

Mónica Ritacca

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El 25 de agosto se puso en funcionamiento la planta de descarga de líquidos cloacales construida sobre la Ruta Nacional 168, entre el complejo comercial Wal Mart y el sector de La Guardia conocido como bajada Distéfano. Su apertura derivó en que se cerrara el volcadero a cielo abierto que hasta ese momento funcionaba en la zona sur de la ciudad, a metros del Club Náutico Sur, y se diera respuesta a un permanente reclamo de los vecinos.

En promedio, 20 camiones son los que por día van al vaciadero cloacal a realizar la descarga de los atmosféricos. Así, la cifra se traduce en un promedio de 600 camiones por mes que arrojan a la cloaca máxima unos 5.353 m3 de líquidos cloacales. Cabe destacar que desde su apertura hasta el 31 de marzo ingresaron a la planta de descarga 4.237 atmosféricos y sólo 6 de esa cantidad fueron rechazados, es decir no pudieron ser vaciados, por detectarse en sus contenidos un valor de PH por fuera del rango permitido para transportar por la cloaca máxima.

dOS ANÁLISIS

En la recorrida realizada por El Litoral, uno de los dos empleados de Assa dispuestos en el lugar en el turno mañana explicó que lo primero que se hace cuando ingresa un camión a la planta son dos análisis: uno de PH, para determinar si en su contenido hay algún derivado del petróleo, y el otro de temperatura, para precisar el grado de lo inorgánico. “Para proceder a la descarga, el PH tiene que dar un valor por arriba de 5 y por debajo de 11, ése es el parámetro. La temperatura debe estar por debajo de los 45º, ya que si los supera es porque lo que transporta ese camión tiene algún derivado del petróleo”, manifestó el joven, y agregó que cuando se rechaza un camión deben darle aviso al jefe de Redes, quien a su vez se lo comunica a la Municipalidad.

Luego de los análisis, se procede a la descarga. La misma, previo filtrado de los líquidos, se efectúa por bombeo hermético directamente hacia el interior de la cloaca máxima que corre paralela a la Ruta 168.

Tal mecanismo de succión, a diferencia del sistema a cielo abierto que existía en el volcadero de la zona sur, evita malos olores y focos infecciosos. Realizada la descarga, los camiones continúan su recorrido y son desinfectados con un lavado rápido por lluvia difusora.

Cabe señalar que el circuito que siguen los conductores para vaciar los camiones y emprender el regreso a la ciudad demora entre 5 a 7 minutos. La existencia de dos dársenas que permiten la descarga simultánea permite la circulación continua de los atmosféricos y reduce los tiempos de espera.

A dónde van los líquidos

El contenido de los camiones tiene como destino final las aguas del río Colastiné, siendo su degradación inmediata y sin producir consecuencias ambientales. Sobre esto, Assa recuerda que la planta cumple con toda la normativa ambiental vigente y que para su instalación debió hacerse un estudio de impacto ambiental y un plan de gestión ambiental que fueron aprobados por la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia.

Debido a que las poceras no sólo descargan pozos negros sino también retiran los desechos de las empresas constructoras, comedores y hoteles, la Municipalidad dispuso tiempo atrás una zanja muy próxima al ex frigorífico municipal para que esos contenidos sean depositados allí.

En el lugar, tras una recorrida de El Litoral, pueden observarse las huellas de los camiones y, por ende, deducirse su utilización. Por otra parte, lo que era el volcadero del sur tiene las puertas cerradas mientras aguarda la ejecución de un proyecto urbanístico. El olor nauseabundo que se sentía en la zona desapareció.

Resta decir que la espera por la apertura del nuevo vaciadero cloacal fue larga pero, sin lugar a dudas, valió la pena.

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