Conferencia de Revisión sobre Racismo, Xenofobia e Intolerancia en Suiza

Ahmadinejad denuncia el “racismo” de

Israel en medio de constantes abucheos

Los representantes europeos abandonaron la sala en señal de protesta por el discurso del presidente iraní.


 

 

Ahmadinejad denuncia el “racismo” de Israel en medio de constantes abucheos

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, pronuncia su polémico discurso durante la Conferencia de la ONU de Revisión sobre Racismo, Xenofobia y Otras Formas de Intolerancia, que comenzó en Ginebra con el boicot de nueve países que consideran que puede convertirse en un foro antisemita.

Foto: AGENCIA EFE

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AFP-EFE

El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, denunció hoy el “racismo” de Israel y la complicidad de EE.UU. y algunos gobiernos occidentales en la política israelí contra los palestinos, en un discurso ante la Conferencia sobre Racismo de la ONU en el que fue constantemente abucheado por algunos asistentes.

Ahmadinejad, que es el único jefe de Estado que asiste a esta Conferencia marcada desde antes de su inicio por la polémica y el boicot de EE.UU., Israel y otros siete países, empleó gran parte de su intervención en condenar la “política represiva” y la “brutalidad“ de Israel contra los palestinos.

A poco de comenzar sus críticas, los representantes de la Unión Europea abandonaron la sala en protesta por las palabras de Ahmadinejad, que también denunció las intervenciones militares en Irak y Afganistán y se preguntó si han traído la paz o la prosperidad a sus pueblos.

El líder iraní criticó el orden político mundial al señalar que el Consejo de Seguridad de la ONU siempre “ha acogido con el silencio los crímenes de ese régimen (israelí), como los recientes bombardeos contra civiles en Gaza”.

También dijo que la intervención internacional en Afganistán no ha traído la paz ni la prosperidad a ese país, y que la invasión estadounidense de Irak ha causado “un millón de muertos y heridos” y pérdidas millonarias para la economía de ese país.

El presidente iraní continuó con constantes alusiones al “sionismo mundial, que -dijo- personifica el racismo” y llamamientos a reformar el orden político internacional.

Los abucheos de algunos grupos a Ahmadinejad comenzaron desde el mismo momento en que subió a la tribuna, cuando fue interrumpido con gritos de “asesino” por parte de disidentes iraníes que se han desplazado a Ginebra.

Ahmadinejad continuó diciendo que “perdonaba” a los que lo habían insultado, a quienes calificó de “ignorantes”.

También miembros de grupos judíos y ONG favorables a Israel protestaban desde la entrada de la sala del Palacio de Naciones, donde se celebra la Conferencia.

Diálogo con EE.UU.

Por otra parte, Ahmadinejad se declaró favorable a entablar un diálogo con Estados Unidos sobre la base de la “justicia” y el “respeto mutuo” y abogó por un mundo basado en la no interferencia extranjera.

Por ello, lamentó que Estados Unidos, junto a Israel, Italia, Australia, Canadá, Polonia, Holanda, Nueva Zelanda, Alemania hayan boicoteado la Conferencia “de forma antidemocrática y quieran imponer a la minoría sus posiciones”.

“La mayoría de los problemas en nuestra región tiene como origen la interferencia de las potencias extranjeras, si no estuvieran, muchos problemas se resolverían”, afirmó Ahmadinejad.

En la misma línea, Ahmadinejad defendió la supresión del derecho de veto con el que cuentan los cinco países que forman el Consejo de Seguridad de la ONU por “injusto y discriminatorio”.

“Es injusto que 5 países tengan el derecho de anular las decisiones de los otros, que sean los abogados, los jueces y los ejecutores de sus órdenes y siempre en su propio interés”, aseguró.

Los representantes de los 23 Estados de la Unión Europea (UE) que participan en la Conferencia de la ONU sobre el Racismo, llamada Durban II, abandonaron la sala cuando el presidente iraní calificó a Israel de Estado racista.

La Conferencia de la ONU sobre el Racismo, destinada a continuar los trabajos de la que fuera organizada en Durban (Sudáfrica) en 2001, comenzó hoy en Ginebra en un clima de tensión debido al boicot de nueve países occidentales.

Muchos de esos países explicaron que renunciaron a participar debido a la presencia del presidente iraní, por temor a derrapes como los registrados en la conferencia de 2001.

La tradicional unidad de la Unión Europea en lo que respecta a la defensa de los derechos humanos se quebró, pues Gran Bretaña, Francia e Irlanda decidieron asistir.

También asisten a las deliberaciones todos los países latinoamericanos. “No tenemos ninguna instrucción de boicotear la Conferencia”, dijo un embajador sudamericano.

La presencia de Ahmadinejad en Ginebra ha causado la indignación de Israel, que hoy ha llamado a consultas a su embajador en Berna, en protesta por la entrevista que mantuvo anoche el presidente suizo, Hans-Rudolf Merz, con el presidente iraní.

Declaración final

Los países presentes debatirán un proyecto de declaración final de 143 artículos.

“Hemos conseguido que el texto recoja una advertencia contra la criminalización de los migrantes, vapuleados por algunas directivas de la Unión Europea”, dijo un diplomático latinoamericano.

“También obtuvimos que la declaración reitere los derechos humanos que protegen a las poblaciones indígenas”, indicó uno de sus colegas.

El proyecto de documento desechó las pretensiones de países islámicos de crear una norma de derecho internacional que condene la supuesta “difamación de religiones”.

Esa iniciativa fue resistida por los países occidentales y los latinoamericanos, que la consideran como una amenaza a la libertad de expresión.

El documento, borrador y base para la declaración oficial que debe ser aprobada durante la Conferencia, no hace referencia a Israel, ni tampoco a los territorios palestinos ocupados, pero sí hace mención al Holocausto y a la necesidad de no olvidarlo.

Ahmadinejad denuncia el “racismo” de Israel en medio de constantes abucheos

El escritor estadounidense, superviviente del Holocausto y Nobel de la Paz, Elie Wiesel (izq.), junto a un grupo de manifestantes judíos, protestó contra la presencia del presidente iraní en la Conferencia en Suiza.

Foto: AGENCIA AFP

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EL DATO

Toda Latinoamérica

La totalidad de los países latinoamericanos asiste a la Conferencia de la ONU sobre Racismo, boicoteada por Estados Unidos y otros países occidentales, que comenzó sus deliberaciones hoy en Ginebra.

Al cónclave asisten 103 Estados de los 192 de la ONU, junto a unos 2.000 representantes de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), con el propósito de sentar las bases de un plan internacional para mejorar la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.

Los debates se van a dar en torno a un proyecto de declaración final de 143 artículos redactado por el diplomático ruso Yury Boychenko, que concitó un largo consenso.

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ADEMÁS

Mayoría de europeos apoya la conferencia

La Comisión Europea (CE) destacó hoy que “una fuerte mayoría” de los países europeos apoya la Conferencia contra el racismo de la ONU, aunque Holanda, Polonia, Italia y Alemania se hayan desmarcado por temor a que la cita se convierta en un foro antisemita.

La portavoz europea para Relaciones Exteriores, Christiane Hohmann, aseguró que la CE reaccionará “adecuadamente” ante “cualquier declaración inapropiada” durante la Conferencia de Revisión sobre Racismo, Xenofobia e Intolerancia (Durban II), a la que acude en calidad de observadora.

Los países europeos ausentes, junto a EE.UU., Israel, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, consideran que la Conferencia puede convertirse en un foro antisemita, como denuncian que ocurrió en la primera reunión celebrada en la ciudad sudafricana de Durban hace ocho años.

Hohmann aseguró que hasta el momento el borrador de la declaración “respeta las líneas rojas de la UE” y aunque “no es el texto ideal” es el resultado de una solución compromiso.

“Lo esencial es que no contenga ningún tipo de declaración sobre religión, de naturaleza antisemita o que señale a ningún país específico o religión del mundo”, consideró la Hohmann.

La portavoz admitió que “hay un riesgo de que esta conferencia pueda acabar suscitando el interés sobre cuestiones que están absolutamente desconectadas de los derechos humanos o la lucha contra el racismo”.

Pero a pesar de las dificultades, la CE cree que “este evento puede proporcionar un importante oportunidad de hacer una revisión de las muchas medidas concretas tomadas a nivel nacional, internacional y regional” contra el racismo.

Hohmann recordó que antes de la conferencia de Durban de 2001, la UE ya había adoptado una legislación antidiscriminatoria, prohibiendo la discriminación racial o étnica en el trabajo, así como otro tipo de discriminación como religión, edad, orientación sexual o discapacidad.

“Seguimos comprometidos a hacer todo cuanto podamos para luchar contra toda manifestación de racismo o xenofobia, y esperamos que nuestros socios internacionales hagan lo mismo”, afirmó.