ESTA NOCHE EN EL MAC

Abel Monasterolo cubre y descubre en tintas

La muestra de dibujos del artista plástico santafesino permanecerá hasta el 14 de junio. Stella Arber es la curadora.

La línea es utilizada como un instrumento para inventar y reinventar la figura humana. Foto: Gentileza MAC

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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“Cubro y descubro” se titula la muestra del artista santafesino Abel Monasterolo que se inaugura esta noche, a las 20, en el Museo de Arte Contemporáneo -Bv. Gálvez 1578-. Se trata de una exposición de dibujos -100 afiches y 250 postales- en tintas y esmaltes sintéticos sobre nylon, en negros profundos y algunos colores planos y primarios, “imponiendo potencias de contraste absolutas”, sostiene Stella Arber curadora de la muestra y directora del museo.

El artista nació en San Cristóbal (Santa Fe) y es egresado de la Escuela Pcial. de Artes Visuales Juan Mantovani de Santa Fe, con el título de profesor superior en Artes Visuales Especializado en Pintura.

Realizó estudios con los maestros César López Claro, Enio Iommi y Julio César Botta; también, como becario del gobierno de la provincia de Santa Fe asistió en Buenos Aires al taller de Ahuva Slimowich.

Desde el año 1982 expone sus obras en forma grupal e individual, habiendo obtenido diversos premios en salones nacionales, provinciales y regionales.

Cali Esquivel (docente y curador) define a Monasterolo como un artista polifacético, de gran lucidez conceptual. “No se vale de un orden disciplinar, sino más bien acude a los medios mezclados. Es un productor que no reniega de las técnicas tradicionales, pues en algunos casos opera sobre el plano, y en otros, en el plano deriva en volumen, a la vez el volumen transfiere su propia espacialidad, y el espacio deviene en instalación. En cada una de sus creaciones, de impecable factura, la técnica oscila entre: el dibujo depurado, lo pictórico con un sesgo neofigurativo, y lo escultórico es siempre objetual.

“En el hacer creativo -agrega Esquivel-, un impulso subjetivo descarga el humilde gesto entre lo fortuito o lo estructural. En esa situación y ese contexto, las obras resultan particularmente diferentes y hospitalarias. El énfasis está en el soporte, materializado siempre con el tratamiento de superficie coloreada; mediante la incorporación de un medio antagónico, se dispersan en abiertas texturas visuales. Ningún color es ideal, todos están emotivamente adjetivados, todos han sido personalizados”.

PSICO-PATEAME

Leo Scheffer (fotógrafo y curador) considera que “la utopía de las artes visuales es, quizás, poder plasmar algo sobre el humo, o sobre el agua, en un soporte tan inmaterial que sea más o menos parecido a nuestras ensoñadas imágenes mentales. En ellas las “cosas’ se sostienen de forma mágica e inasible y el conflicto entre planos se resuelve de a uno”.

Y habla de la obra del artista: “En estas psico-pantallas de Abel, el hiato no sucede como una pausa que nuestro cerebro recompone en una supuesta línea de movimiento, sino hacia adentro, con un plano que esta detrás de otro y en el medio ese espacio... y el ojo no puede ver lo que sigue, si no desenfoca lo anterior (como cuando uno tiene una idea, pero no puede asegurar haber visto los bordes). Es como ver de cerca un Yuyo (¿Noe?) y no el paisaje, o al revés, nunca todo junto. Para poder ver estas imágenes es necesario lograr un estado de abstracción similar al que nos demanda una obra abstracta. Pero éstas no lo son. Entonces, ¿ante qué juego estamos?¿Podemos tomarlas y hacer con ellas en nuestras mentes lo que queramos, ya que sólo se trata de proto-imágenes? ¿Esta es la nueva forma de jugar que tiene Abel? Me quedo con un profundo dolor de cabeza... Es que la pantalla mental, por una vez, ingresó contra-natura en mi cabeza. Desde los ojos ...¿o ellos ya no importan?”.

La muestra permanecerá abierta hasta el 14 de junio y se puede visitar de martes a viernes, de 9 a 13 y de 16 a 20, y los domingos, de 16 a 20.

Ningún color es ideal, todos están emotivamente adjetivados, todos han sido personalizados. Foto: Gentileza MAC