Advierten problemas de jurisdicción entre la Nación y el municipio
Construcciones privadas avanzan sobre los terrenos ferroviarios
La apropiación indebida de los terrenos ferroviarios por parte de particulares va en detrimento de mantener la continuidad y productividad de las líneas con que cuenta la ciudad. Una docente de la UNL propone que los vecinos denuncien estas irregularidades al municipio.
De la redacción de El Litoral
En los últimos días hemos dado cuenta en nuestras páginas de diferentes puntos de nuestra ciudad en donde la Municipalidad debió intervenir para frenar la construcción de viviendas precarias en terrenos lindantes a vías ferroviarias.
Por ejemplo, distintos asentamientos habían sido detectados en Padre Genesio y la vía, Espora y la vía, Francia y Pasaje Irala, la Estación Mitre y las Cuatro Vías, entre otros. En muchos de estos casos, la Administración de Infraestructura Ferroviaria (Adif) salió al cruce para frenar estas intervenciones porque se trata de bienes del Estado nacional que ésta custodia, aunque no toma participación previamente.
“En este tema se plantea un problema de jurisdicciones: quién tiene el poder de policía y el dominio”, opinó la Arq. María Laura Bertuzzi, docente de la cátedra de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, de la UNL.
Sin embargo, aclaró que “en realidad, el dominio es del Estado nacional todavía, pero el ferrocarril pasa por el medio a la ciudad. Entonces, ¿quién se debe hacer cargo? En los gobiernos anteriores se había generado la posibilidad de que parte de los bienes públicos se pasaran del dominio público estatal al municipal, ya que las municipalidades podían hacer esta solicitud. En nuestra ciudad, esto se comenzó a hacer pero por desprolijidades en el proceso no se continuó. Finalmente, se perdió la posibilidad de que la Estación Belgrano pasara a propiedad del municipio”.
Pero también advirtió otra arista de este problema, más allá de las estaciones terminales: “Hoy en día, el problema es quién se hace cargo de la degradación feroz que están sufriendo los edificios principales (como las estaciones cabeceras o terminales) y de todos esos edificios ferroviarios anexos (galpones o cabinas de control). Algunas de éstas están incendiadas y otras fueron vandalizadas y hasta usurpadas, pero nadie se hace cargo”.
Y advirtió: “En general, de motu propio, los municipios y comunas se empiezan a hacer cargo, pisándose las jurisdicciones, porque forman parte de su ejido urbano. Por ejemplo, en Recreo, la Municipalidad pintó y acomodó la estación terminal. La Adif no dijo nada pero tendría todo el derecho a decirlo porque es dominio del Estado nacional, pero no hace nada. En otras culturas se firma un convenio para dar en comodato ese bien, por 10 años, y después se verá qué hacer con él. También se hace una cesión de dominio a los municipios”.
Dos tipos de vecinos
En relación a la usurpación de los terrenos por parte de privados, la docente hizo una distinción: “Están los que usurpan con construcción, provocando un gran daño porque le está generando un punto de interrupción al sistema ferroviario, que debería estar despejado. En total, desde la línea de las vías debe haber 30 metros libres a los costados. También están los vecinos que ponen plantas y cuidan ese espacio verde contiguo a las vías, que no está mal porque cortan los yuyos, mantienen un sector seguro, y hay una visión del vecino sobre ese espacio. Pero sí está mal cuando tira el alambrado y extiende su patio”.
En este sentido, sugirió que “este problema se puede denunciar directamente al municipio, aunque ese ámbito sea de dominio público nacional porque para cualquier modificación que uno quiera hacer debe hacerse por Edificaciones Privadas de la Municipalidad, que debe controlar las propiedades privadas. Las vecinales también podrían ejercer un cierto poder de policía y los propios vecinos podrían denunciarlo. Además de esto, debería haber una acción más articulada por parte del municipio”.
Y también aportó una idea para aprovechar ese espacio verde lindante a las vías: “Si una calle tiene algo más de 17 metros de ancho, este sector permitiría hacer una calle y quedaría lugar. En un futuro, se podría definir que esto sea un sistema vial (una calle) o un sector para que funcione un tranvía y que a los costados pase una colectora, caso en el que se recuperaría continuidad ferroviaria”.
No perder el sistema
Por último, la Arq. Bertuzzi aclaró que “el problema de las tierras vacantes no está pasando sólo en Santa Fe, sino que es un proceso bastante largo y ha tenido distintas causas. En Europa, en general, se vincula a la exclusión de las actividades más contaminantes y complicadas de las ciudades centrales, sobre todos de los centros de las ciudades, hacia otras zonas, generalmente el tercer mundo o Europa del Este. En este proceso han quedado muchas grandes parcelas con edificios importantes, obsoletas, en el medio de la ciudad, que ya no sirven para su uso original. En general, éstas se han tomado como oportunidades para la ciudad, ya que se libera una gran área urbana en un ámbito céntrico o pericentral, para grandes emprendimientos urbanos, parques o conjuntos residenciales”.
Asimismo, planteó que “en el caso del sistema ferroportuario no hay que perder de vista que es un sistema, que está compuesto por distintas partes, para no perder esta condición de continuidad que costó mucho conseguir. En el caso de Santa Fe, el ferrocarril circunvala la ciudad, aunque después siguió creciendo y tenemos problemas de accesibilidad. Esto generó un gasto para la expropiación de la tierra. Le costó mucho al país en su momento para tener este sistema y las acciones que se han dado de fraccionamiento son muy dañinas porque lo que podría ser una conexión dejó de serlo”.
Por último, agregó que “en la década del 90 tuvimos un proyecto distinto de Estado que permitió que manejara sus bienes de una manera más flexible. Pero como este proyecto no fue llevado adelante prolijamente, ocurrió un desmanejo en los bienes del Estado. Fuimos testigos de cómo se fue desarmando la Estación Belgrano. Esto es muy grave porque genera una gran pérdida en nuestra cultura urbana, identidad e historia próxima. La acción de la Adif deja que desear; debería tener un manejo y control de los bienes”, cuestionó.