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La misma historia contada de otra forma

La narración y dramatización también son recursos interesantes para acercar a chicos y jóvenes a la historia.

La misma historia contada de otra forma

Un curso destinado a docentes y estudiantes propone ofrecer, desde diferentes disciplinas, nuevas herramientas para recorrer la historia “y no aburrirse en el intento”. TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTOS. AMANCIO ALEM Y EL LITORAL.

Los cómics, los relatos, el arte, la comprensión del contexto en el que fueron creados los objetos que hoy exponen los museos pueden llegar a ser herramientas útiles a la hora de desarrollar una clase frente a alumnos y alumnas de escuelas primarias y secundarias. De hecho, esos son algunos de los temas que se despliegan cada semana en el curso “Abrir las puertas a la enseñanza de la Historia”, que desde los últimos días de marzo se ofrece en el Museo Etnográfico y Colonial “Juan de Garay” a docentes de Ciencias Sociales y estudiantes de profesorado.

Pero el nombre de la convocatoria, que tiene reconocimiento del Ministerio de Educación, no termina ahí: “Recursos y propuestas para enseñar y aprender Historia y no aburrirse en el intento”, agrega, y pretende -precisamente- sumar otras alternativas al desarrollo de una materia esencial para comprender el pasado, pero también para analizar lo que ocurre en este mismo momento.

A lo largo de 40 horas, distribuidas en ocho módulos, se ofrecen contenidos orientados a “presentar a los docentes las nuevas perspectivas teóricas y epistemológicas que han modificado sustancialmente las formas de concebir, construir y enseñar el conocimiento histórico, explorando distintas puertas de entrada al mismo, y promoviendo el uso de materiales y recursos alternativos al tradicional texto escrito”. Así lo resume la información que acompaña la difusión del curso.

Dicho de otra manera, “se trata de que docentes y estudiantes conozcan otras herramientas e incentiven a los alumnos a mirar desde otro lado los recursos que manejan de manera más frecuente”, apuntó el Arq. Luis María Calvo, en diálogo con Nosotros.

La actividad se desarrolla en el marco del programa de Extensión y Capacitación de los Museos Provinciales del Ministerio de Innovación y Cultura.

CON UNA MIRADA CRÍTICA

Los profesores Rosa García y Marcelo Andelique tienen a su cargo el desarrollo de “El cómic como recurso y propuesta”. Ella es quien explica que “en general el cómic ha sido visto como una fuente marginal para la enseñanza. Por lo tanto no se usaba”. Es que, “en general los docentes no estamos formados en ese tipo de material que pierde bastante potencial si no se usa correctamente, no sólo porque es una fuente diferente y promueve otro abordaje de la historia, sino porque tiene un carácter muy crítico a través -fundamentalmente. del humor”. No se trata de “alivianar la clase de historia porque sea tediosa, sino de incorporar recursos que potencien la mirada crítica desde otro lugar que no sea el texto escrito, que es el gran recurso que usan los docente”.

Entonces, frente a alumnos “que acceden a Internet, manejan videoclip y que tienen otros contactos con las producciones culturales, incluir el cómic o el arte u otra perspectiva permite establecer algún puente con esa cultura juvenil”, reflexiona.

Son muchos los materiales que se pueden utilizar, gráfica García y menciona el de Osky “La vera historia de Indias” que reúne fuentes documentales y él ilustra; de Rep “La grandeza y la chiqueza” y otros textos acerca de la historia más reciente e incluso trabajos “que toman con humor pero sin liviandad temas dolorosos como la última dictadura militar; o productoras europeas que abordan el fascismo y el nazismo, o libros de Art Spieguelman que cuentan la historia del padre sobreviviente de campos de concentración. Y hay muchas propuestas más, que a lo mejor no son tan conocidas”.

Ambos docentes ya habían trabajando con otros docentes en un proyecto de investigación en la UNL, que planteó un abordaje de la historia argentina con cómics producidos dentro de esa casa de estudios.

RECREAR LOS HECHOS

La Prof. Zunilda Allassia se ocupa de profundizar en “La narrativa y dramatización de textos ficcionales como recurso y propuesta”. Y se trata, precisamente, de recuperar el valor del relato histórico en contraste con la historia contada “como una sucesión de hechos que los chicos estudian de memoria”. Para ello se capitalizó la experiencia desarrollada en el Museo Histórico que tuvo como fin “despertar la imaginación y poner a los niños, a través de un relato, un cuento y la dramatización, en la piel de esos actores sociales para que puedan entender por qué actuaron como actuaron en el momento en que lo hicieron”.

Aquella experiencia tuvo como primeros destinatarios a los más pequeños porque, además de ser un recurso más para el docente a la hora de abordar efemérides -como el 25 de Mayo-, la idea fue ubicar a los chicos en el tiempo y el espacio, con la premisa de que todo cuento tiene personajes, un conflicto que hay que resolver y un final al que hay que llegar”. Siempre sin perder de vista que “la narrativa histórica es diferente a la literaria porque tiene que nutrirse -precisamente- de fuentes históricas. Uno puede hacer un cuento pero basándose en hechos reales”. Aquella propuesta fue creciendo y se convirtió en una experiencia para chicos más grandes, con un guión sobre el 25 de Mayo, pero visto por tres personajes de diferentes tiempos. ”Lo que intentamos es mostrarles a los docentes que pueden recuperar el relato para la enseñanza de la Historia, que pueden utilizar cuentos ya hechos, basarse en leyendas y apuntalarlos con una base de conocimientos previos. Esa imaginación, en esta época en la que tantos medios tecnológicos hace que todo sea más fácil, ayuda a los chicos a pensar y los resultados han sido satisfactorios”, entre otras cosas, porque les resulta más fácil comparar el antes y el después. “Un chico festeja el 25 de Mayo y se pregunta cómo era Santa Fe. Entonces, se trabaja con el hoy y el ayer, y ese juego a través del relato y la apoyatura de los objetos hace que el chico vea, se imagine y comience a interiorizarse en esa historia”.

EL VALOR DE LOS OBJETOS

“La idea es trabajar con la potencialidad informativa de la cultura material. No utilizar al museo como un recurso para ver en vivo y en directo lo que figura en las fotos de los libros de texto. El objeto nos lleva a un contexto de proveniencia y ese es el objeto de estudio”, explicó la Prof. Paula Busso.

En ese sentido, Calvo apuntó que “aprovechamos a desplegar el desarrollo de algunos de estos contenidos para que los docentes puedan ampliar la mirada que ofrecen estos objetos. Santa Fe la Vieja es un objeto complejo que ofrece muchos puntos de vista; procuramos desplegar aspectos físicos que tienen que ver con la organización social, la economía, la vinculación con el territorio, las relaciones que se desarrollaban dentro de la ciudad y ver ese objeto como un espacio que fue habitado”.

En definitiva, la aplicación de estos recursos novedosos puede encontrar un terreno muy fértil en casos como el de Santa Fe la Vieja, “que no es sólo un espacio físico sino que fue habitado y se presta a recrear distintos aspectos de la vida”.

EL RECURSO DEL ARTE

La Lic. Marina Benzi y la Prof. Diana Martínez no provienen del campo de la Historia. Ambas estudiaron Artes Visuales y luego Antropología y Museología, respectivamente. “Nuestro aporte tiene que ver con inquietudes y experiencias personales y con utilizar el objeto como puente desde el momento en que se hizo a cómo está hoy musealizado, y como recurso para entender lo que es la historia”, explica Marina. “Para el docente y los alumnos puede servir para entender su función y sus técnicas, desde lo estético hasta el uso que habrá tenido”.

“Está comprobado que la experimentación es la mejor manera de aprender -asegura Diana- y eso es lo que posibilitan los museos. Lo nuestro se relaciona con la Plástica y cómo generar actividades artísticas que movilicen a los chicos y los hagan interesarse cada vez más por su patrimonio”.

La experiencia permite posibilitar en docentes y a través de ellos a los estudiantes, una conciencia crítica de la historia y de los propios museos que “fueron muy tradicionales”, admite Busso. Y García coincide en la importancia de “no tener esta concepción de los museos como una institución conservadora sólo para una elite”, y de comprender que “la historia no es sólo la enseñanza del pasado sino que también está en el presente. Es necesario comprender que este tiempo también es histórico y lo van a ser los que vengan después. Así, es posible dimensionar desde otro lugar el aprendizaje de la historia”.

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Martínez, Benzi, Calvo, Busso, Allassia y García.

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Los museos se abren como fuentes de información.

más RECURSOS para enseñar

En los ocho módulos en los que se organizó el curso se abordaron los siguientes temas: “Primeros habitantes del territorio santafesino”, a cargo del Lic. Gabriel Cocco, del Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales; “Santa Fe la Vieja y la ciudad en Hispanoamérica”, por el Arq. Luis María Calvo; “Abrir puertas a la enseñanza de la historia. El Museo como recurso y propuesta”, a cargo de la Prof. Paula Busso; “El cómic como recurso y propuesta”, por los Prof. Rosa García y Marcelo Andelique; “La narrativa y dramatización de textos ficcionales como recurso y propuesta”, a cargo de la Prof. Zunilda Allassia, y “El arte como recurso y propuesta”, por la Lic. Marina Benzi y la Prof. Diana Martínez.

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la historieta ofrece otra perspectiva de los hechos.