183 AÑOS

Aniversario de Mamerto Esquiú

El 11 de mayo se festeja el 183 aniversario del natalicio de Fray Mamerto Esquiú, prócer y santo argentino.

Miembro de la familia fundada por María de las Nieves Median y Santiago Esquiú, ambos de la Orden Franciscana Seglar; por especial gracia a Dios, al nacer enfermo fue bautizado de urgencia. Por una promesa de su madre a San Francisco de Asís pidiendo por su salud, desde los cinco años vistió con el hábito del pobrecillo de Asís. Esto le exigió conducta religiosa en todo lugar: casa, colegio, vecindario, ante gente grande y niños.

A los diez años, en circunstancia de la muerte de su madre, ingresa al Convento Franciscano de la ciudad de Catamarca en calidad de frailito. Lo que había recibido de su lugar, los consejos de su amigo Fray Cortéz y el atractivo del Santo de Asís, determinaron su vocación a la vida consagrada. A los quince años, canónicamente ingresa al noviciado. Sin la edad para profesar definitivamente como fraile y para recibir el sacerdocio, a los diecinueve años inicia su fructífero apostolado de docente en la histórica escuela San Francisco. Como director hizo reformas de métodos pedagógicos y aumentó materias curriculares. Así definía a la educación: “Es el desarrollo y perfeccionamiento simultáneo de todas las facultades y dones que ha recibido el hombre para bien de sí mismo y de su semejantes y gloria de su Creador”.

Al fundarse el seminario regional donde se formaban los sacerdotes de Catamarca, se lo requirió para lector de filosofía; más tarde dictó Teología.

Habiendo recibido el sacerdocio comienza un intenso apostolado hacia la comunidad nacional y provincial participando en la difícil tarea de la organización como nación libre y soberana y la provincia con la legislación federal.

Desde el famoso sermón sobre la Constitución Nacional reclama una organización según el corazón de Dios, el gran ordenador del universo, de la santa religión católica, primera raíz de nuestra cultura Argentina. Por la necesidad de elaborar la Constitución Provincial, junto a otros eclesiásticos, elegidos por el pueblo, participa decididamente como constituyente. Determinante fue su actuación por lo que luego continuará por tres períodos como diputado, siendo así modelo de apóstol social. Los principios de la fe, de la justicia y el orden requerían ser explicitados y defendidos. Esquiú no dudó en incorporarse a los redactores de primer periódico de Catamarca “El Ambato”.

Consciente de la importancia de la prensa para la población, siendo diputado gestionó aportes estatales para el sostenimiento, pues pretendía extender la cultura a todo el pueblo, aunque sus casas sean chozas.

Hermoso y ejemplar testimonio para nuestro pueblo, desde lo eclesiástico su causa de glorificación técnicamente está terminada y aprobada desde el Vaticano. Falta de corroboración de parte de Dios Padre que permita un milagro que muestre su condición de santo, héroe de la fe cristiana.