SE ACERCA EL FINAL DEL JUICIO

En diecinueve días se sabrá si

Grassi es culpable o inocente

El sacerdote habló ante los jueces y lo hizo en un tono religioso, confiando en que “el Espíritu Santo iluminará” a los magistrados. Insistió en que es inocente y solicitó su absolución.

En diecinueve días se sabrá si Grassi es culpable o inocente

Con un gesto adusto ingresó Grassi a los Tribunales de Morón.

Foto: DyN

De la Redacción de El Litoral

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Télam/DyN

El cura Julio Grassi reiteró su inocencia y hasta se comparó con el apóstol San Pablo, al hablar por última vez ante el tribunal que lo juzga por abuso y corrupción de menores y que el 10 de junio dará a conocer el fallo. Frente a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón, el sacerdote dio un mensaje religioso y pidió que el “Espíritu Santo” les diera la luz para absolverlo.

“Yo soy inocente y por eso mis frutos son buenos. En este juicio fui respetado. Pido para ustedes la luz del Espíritu Santo para pedirles mi absolución”, afirmó al exponer por última vez ante los jueces que deben dictar un veredicto.

Durante 35 minutos, Grassi leyó un breve discurso en el que remarcó que la gravedad de las acusaciones en su contra le afectan.

“A pesar de no demostrar dolor, lo siento, y disimular (que el caso no lo afecta) me permite seguir adelante de mi obra”, dijo, según relataron testigos de la audiencia. Insistió en su condición de sacerdote: dijo que desde su adolescencia se imaginó ser cura y hasta afirmó que predica en los medios de comunicación “como lo habría hecho San Pablo si hubiera estado en nuestra época”.

Tras escucharlo, los jueces del TOC 1 pasaron a un cuarto intermedio hasta el miércoles 10 de junio, a las 14, cuando darán a conocer si Grassi es condenado o absuelto. Como era de esperarse, el tribunal tomará esa decisión a puertas cerradas y sin permitir el acceso a la prensa, tal como ha llevado adelante el juicio oral que comenzó en agosto pasado.

Al salir de la audiencia, Grassi afirmó que “las pruebas me favorecen absolutamente” y se mostró optimista, asegurando que “al final de esta historia veo la absolución”.

Pedido de respeto

Grassi consideró que los querellantes “no pudieron demostrar las acusaciones que me hacían”. Con respecto al calificativo de “depravado” que le colocó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, reclamó que “se tenga respeto por el principio de inocencia” y se ilusionó con que “si hay un fallo absolutorio (Carlotto) cambie su idea de mí”.

El fiscal Alejandro Varela, por su parte, afirmó que volvería a hacer la misma acusación, en la que pidió 30 años de cárcel, y afirmó que la defensa “basó sus argumentos en repetir sus argumentos anteriores de hablar del complot”.

“Volvería a hacer la misma acusación. Además la defensa ha pasado una línea en su alegato de la que no se vuelve. Usted puede creerle o no a un testigo, pero no burlarse o hacer referencia a que ese denunciante era huérfano”, dijo a los periodistas.

Por su parte, el abogado querellante Juan Pablo Gallego afirmó que Grassi se mostró como “un monstruo que trató de emocionar sin suerte al tribunal”, y confió en que el 10 de junio el cura “salga esposado para que sea el comienzo de la reparación para las víctimas que tanto sufrieron”.

Grassi está acusado por 17 hechos de presunto abuso y corrupción de menores cometidos contra los jóvenes “Luis”, “Gabriel” y “Ezequiel”, que estaban bajo su cuidado en la Fundación Felices los Niños. Aquellas denuncias se conocieron en 2002 a través de un informe de “Telenoche Investiga”, pero desde entonces Grassi insiste -públicamente y en el juicio- con que es inocente, que los abusos no existieron y que hubo “complot” en su contra.

Posibles escenarios

30 años. Es la pena que piden los fiscales Alejandro Varela y Carolina Rodríguez por diferentes hechos de abuso sexual y corrupción de menores. Además, impulsan investigaciones por falso testimonio para varios testigos.

37 años. Solicitan los representantes legales de “Gabriel”, “Ezequiel” y “Luis”, los chicos que denunciaron al cura.

Absolución. Pide la defensa del sacerdote, que rechaza las acusaciones, asegurando que los abusos no existieron. También solicita la imputación por “falso testimonio agravado” de los menores que denunciaron a Grassi.

La decisión. Ahora, el futuro del cura estará en manos de los jueces Luis María Andueza, Mario Gómez y Jorge Carreras, que escucharon a más de 120 testigos a lo largo de nueve meses de audiencias.