Pabellón sanitario de Adelina Centro
El nuevo centro de salud se llamará
Presidente Raúl Ricardo Alfonsín
El gobierno santotomesino promulgó la ordenanza a través de la cual se formaliza la denominación del centro asistencial que empezará a edificarse esta semana en el noreste de nuestra ciudad.
Ariel Durán-Sergio Ferrer
En las últimas horas, el intendente Fabián Palo Oliver promulgó la ordenanza Nº 2.720/09 -aprobada oportunamente por el Concejo Municipal-, por la cual se dispone designar con el nombre de Presidente Raúl Ricardo Alfonsín al efector de salud que empezará a construirse en breve en jurisdicción de la vecinal Adelina Centro.
De acuerdo con la información recabada, el inicio de los trabajos está previsto para esta semana. En tal sentido, vale recordar que la edificación de este centro asistencial estará a cargo del gobierno de la provincia de Santa Fe y se concretará en un terreno de 706,6 metros cuadrados de superficie elegido oportunamente por el municipio santotomesino y ubicado en la esquina suroeste de la manzana comprendida entre las calles Batalla de San Lorenzo, Roverano, Córdoba y Chapeaurouge.
Justamente, el pasado 6 de mayo -tal como lo reflejamos a través de este medio-, el gobernador Hermes Binner y el intendente Fabián Palo Oliver encabezaron el acto de rúbrica del contrato para la construcción de la obra, la cual fue adjudicada a la firma Arq. Mario Iglesias Construcciones por un monto de $ 1.497.720,58, previéndose un plazo ejecución de 180 días, una vez superada la instancia de contratación. Por su parte, la denominación para el centro de salud había sido propuesta por el propio gobierno de la ciudad de Santo Tomé, mediante un proyecto remitido al cuerpo legislativo local en abril último.
Respeto y reconocimiento
En su momento, entre los argumentos que fundamentaban aquel pedido oficial, se mencionaba, por ejemplo, que en Raúl Alfonsín se podía encontrar “al ciudadano que mantuvo en su vida una permanente lucha por la democracia, las libertades públicas, el estado de derecho y la igualdad social”. “Su inquebrantable voluntad para buscar y para construir consensos, a través del diálogo y el respeto por las ideas, fueron valores fuertemente arraigados en su personalidad”, se justificaba después. A la vez, en referencia al reciente fallecimiento del ex mandatario (1983-1989), expresaban que el reconocimiento de la ciudadanía hacia su persona “como símbolo de la honestidad y el sacrificio”, es lo que marcó -por sobre todas las cosas- la presencia de la gente durante el velatorio de su cuerpo.
“El homenaje de los ciudadanos, los dirigentes políticos y las personalidades de países extranjeros se vio sintetizado en las expresiones de reconocimiento hacia su persona como paladín de la democracia recuperada”, se agregaba también.
No hay que olvidar que, al margen de sus errores y falencias, Raúl Alfonsín fue -fundamentalmente- aquel dirigente político que, tras haber pasado nuestro país por la más cruenta dictadura militar de su historia, le enseñó y marcó el camino de la vía democrática a toda una generación de argentinos. Precisamente, Alfonsín fue quien expresó claramente que con la democracia se come, se cura y se educa, así como también manifestó que siempre está en la férrea voluntad y determinación del pueblo la posibilidad de elegir libremente y a través del voto los hombres de Estado que sepan canalizar esa búsqueda y acompañen la concreción de los anhelos de la gente.