Denuncia penal

Reclama una deuda de

dos millones de pesos

De la Redacción de El Litoral

Una ciudadana brasileña, madre de la única heredera de un hacendado español con campos en el norte de la provincia, denunció en los tribunales locales al abogado de la familia -designado “albacea testamentario”- por considerarlo miembro de una presunta “asociación ilícita, administración fraudulenta y defraudación”, mientras estuvo al frente de la empresa. La presentación judicial alcanzó también a dos profesionales de la ciudad de San Justo y al contador de la firma, de Capital Federal, cuya responsabilidad penal deberá ser analizada por la Justicia.

Se trata de una “denuncia penal complementaria” de otra realizada en diciembre pasado, en relación “a la mortandad de animales”, según argumentó el abogado Raúl Berizo, que defiende los intereses de Janice Gabi Müller.

La mujer, considerada recientemente “administradora definitiva de los bienes de la sucesión de José María Chalbaud y Sanginés” reclamó por una deuda que alcanzaría los dos millones de pesos. Müller habría sido designada “administradora definitiva” por el Juzgado Civil y Comercial de la Séptima Nominación “en ejercicio de la patria potestad de su hija menor de edad y única heredera declarada”, aseguró la defensa.

Chalbaud y Sanginés falleció en una clínica privada de Santa Fe el 28 de marzo de 2008, a los 60 años. El empresario le dejó toda su fortuna a su hija de apenas dos años y el usufructo vitalicio a la madre de la nena, con la que no estaba casado.

En cuanto a la presentación judicial, está radicada en Instrucción Cuarta, a cargo del juez Rubén Eduardo Saurín, quien a fines del año pasado procesó al abogado Ricardo Luciano Molinas y a otras tres personas, por considerar que habían fraguado una escritura para figurar como “albacea y administrador” de una herencia millonaria. Sin embargo, la Cámara de Apelación Penal revocó el dictamen por lo que las acusaciones quedaron en la nada.

Fuentes cercanas a la causa aseguraron que el juez Saurín desconoce los argumentos de la revocatoria, pero que una vez que se los notifique, desde el juzgado analizarán si corresponde que la otra denuncia continúe allí o se excusarán para que trabaje otro magistrado. Las acusaciones puntuales contra Molinas se refieren a su actuación entre el 14 de abril y el 30 de diciembre de 2008, período en el que “se comercializaron granos y semovientes por montos varias veces millonarios”.

Müller amplió el espectro y apuntó contra el administrador del campo, un ingeniero agrónomo de la ciudad de San Justo; y su hermana, una contadora a cargo de los pagos de la firma. Ambos recibieron poderes del abogado para continuar con las tareas que venían realizando como personas de confianza de Chalbaud mientras estaba vivo.

El cuarto implicado es el “contador de la explotación agropecuaria y de los bienes”, que está radicado en Capital Federal.

Según la denunciante “todos ellos manejaron el patrimonio de Chalbaud a sabiendas de la existencia de la única heredera”; y al 30 de diciembre de 2008 “no se han rendido debidas cuentas de los ingresos producto de las cuantiosas ventas realizadas” y las “deudas que quedaron pendientes superan los dos millones de pesos”. Entre las que se detallan en la denuncia figuran un descubierto en el Banco de Santa Fe -sucursal San Justo- por $ 196.000; una deuda con la firma John Deer Agronorte SA por $ 300.000; y con YPF Las Botas de $ 250.000. También se incluyen gastos de mecánicos, compra de semillas, repuestos, fumigaciones, transporte de cereales y ganado y deudas impositivas, todo por un valor que ronda los $500.000.

Por último, la madre de la heredera denunció que el 26 de diciembre de 2008 se libraron 16 cheques de pago diferido por un total aproximado de $1.000.000.