La crisis del campo

Productores en estado de alerta y movilización

Lo resolvió Federación Agraria durante su reunión en Rosario. Habrá asambleas en localidades del interior. “Hace falta evitar la desaparición de miles de chacareros”, advirtió la entidad.

De la redacción de El Litoral

[email protected]

DyN

La Federación Agraria Argentina (FAA) decidió convocar a los productores a mantenerse en “estado de alerta y movilización” en repudio a “la falta de políticas y los incumplimientos del Gobierno” para con el campo. Lo hizo tras una sesión del Consejo Directivo Central (CDC) de la entidad en la ciudad de Rosario, donde los directores nacionales analizaron “los pésimos números del sector en la última cosecha, y la angustiante situación que atraviesan la lechería, la ganadería y las economías regionales”.

En un documento emitido luego de la reunión, la entidad conducida por Eduardo Buzzi manifestó que “habrá asambleas en diversas localidades, instalando en la agenda pública la realidad del interior”.

Destacó que “en muchos puntos del país se faenan hembras y terneros, cierran tambos, y se rematan campos. Y en este sentido, tras una mala campaña como la que tuvimos, necesitamos revertir la situación en los próximos meses. Para ello hace falta decisión política para garantizar financiamiento al sector, y créditos de fácil acceso para los pequeños y medianos productores, para evitar la desaparición de miles de chacareros,”, indicó la FAA.

Asimismo, remarcó que “está pendiente desde diciembre último un pedido de audiencia con la presidenta del Banco de la Nación (Mercedes Marcó del Pont), por este tema”.

Maquinarias

Por su parte, industriales del sector de maquinaria agrícola de la Región Centro del país están impulsando la puesta en marcha de un conjunto de medidas, de parte del Gobierno, con la finalidad de reactivar el mercado sectorial, literalmente paralizado y en sintonía con la crisis de rentabilidad que soporta el sector agropecuario nacional.

Desde la Cámara que agrupa a los fabricantes puntualizaron que se apunta a incentivar la demanda en el mercado interno, debido a la imposibilidad de acceder a nuevos equipos por parte de los productores del campo, en especial desde que comenzó el conflicto que enfrentó al sector con el Gobierno, por el intento oficial de implementar retenciones móviles en el complejo granario.

En ese sentido, referentes de la Cámara dijeron a la prensa que impulsan “medidas de salvataje para el sector maquinarias”, así como que éstas se orientan a la disposición de “beneficios fiscales para la compra de nuevos equipos”.

1.jpg

Como en varias ocasiones, desde marzo del año pasado, los chacareros se movilizarán buscando soluciones a sus problemas.

Foto: Archivo El Litoral

Cae siembra

de trigo

Las últimas proyecciones de siembra para el trigo de esta campaña, por parte de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, sirvieron para que analistas del circuito granario local volvieran a recortar la superficie (estimada originalmente en 3,7 mill/has) para ubicarla en torno de los 3 millones de hectáreas.

En esa línea, el especialista y consultor Manuel Alvarado Ledesma dijo que el cereal, como opción a la soja de primera, “ha desaparecido, aún cuando las perspectivas internacionales son alentadoras. Ya estamos pensando en una superficie más próxima a 3 millones de hectáreas. Es una vergüenza”, dijo a la prensa.

En la misma línea se pronunciaron directivos de AgriPac, quienes también vienen señalando que la zafra sojera caerá a un volumen cercano a los 30 millones de toneladas, frente a los 32 (mill/t) proyectados esta semana.

Tanto desde esta consultora como de parte del analista Alejandro Ramírez, la siembra de trigo “todavía ni se acerca a una definición de superficie a cubrir”, dijeron, y aunque acotaron que aún hay tiempo para decidir coberturas, pusieron de relieve que cualquiera sea el hectareaje que se cubra, se hará con “escasa o mínima incorporación de tecnología”.

De cara a ese potencial escenario productivo, la estimación de posible zafra anual del grano no va más allá de los 6/6,3 millones de toneladas, volumen que apenas alcanzaría para abastecer la demanda interna del cereal.