Concluyó la obra de cordón cuneta

Vecinos de barrio San Roque

piden por el arreglo de las calles

Hace dos meses, tras 9 años interrumpidos de ejecución, se terminaron de construir los cordones cuneta. Sin embargo, para que la obra por la que abonaron los vecinos esté concluida al 100 % aún resta la reparación de las calles y la construcción de varias bocas de tormenta.

De la Redacción de El Litoral

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Las calles de barrio San Roque están intransitables después de la última lluvia. Ocurre que aunque la obra de cordón cuneta está concluida aún resta la colocación del mejorado, o lo que sería mejor de una carpeta asfáltica, y la construcción de varias bocas de tormenta.

En la recorrida realizada esta mañana por El Litoral, los vecinos refirieron la necesidad de que se reparen las calles sobre las que se hicieron los cordones cuneta sobre todo porque cuando conocieron los detalles de la obra, en la intendencia de Marcelo Álvarez, así estaba previsto.

“Esta obra empiezó en la administración de Álvarez, en el año 2000, y se paralizó en el 2001. Desde entonces a esta parte los vecinos iniciamos una serie de reclamos que hasta el día de hoy tenemos que continuar”, manifestó Héctor, uno de los vecinos. Y agregó: “En la intendencia de Martín Balbarrey, los trabajos se retomaron, pero muy lentamente. Finalmente, la obra de cordón cuenta fue terminada por Barletta hace 2 meses pero todavía falta el mejorado”.

Las calles de barrio San Roque están en la actualidad con suelo natural, con lo cual bastan pocos milímetros de lluvia para que se vuelvan intransitables por el barro que se forma. Consultado sobre qué les dicen en la Municipalidad respecto de la reparación, Héctor indicó que como respuesta reciben que “están viendo si colocan hormigón o asfalto flexible, si ponen un mejorado... En definitiva, hasta ahora son todas conversaciones porque no sabemos qué se hará”.

Altos costos

Víctor, otro vecino de la jurisdicción, aportó por su parte haber recibido un volante donde se informa que “la colocación de un concreto asfáltico tendría un costo de 6 millones de pesos y la de un asfalto negro de 4 millones”. “El tema es que acá la gente pagó por la obra de cordón cuneta que incluía la incorporación de un asfalto negro. Pero ahora resulta que la Municipalidad no quiere asfalto negro y pretende que paguemos por lo que ellos quieren colocar, lo que, según estimamos, nos saldría alrededor de 12.000 pesos a cada frentista”, dijo Víctor. Y agregó: “Mientras tanto, el intendente sigue diciendo que la ciudad está cambiando y no aclara que lo que cambian son las avenidas, los bulevares... Barrio San Roque sigue siendo un punto negro en la ciudad, pese a estar a dos cuadras de la Costanera, a cuatro de Aristóbulo del Valle y a quince de bulevar Gálvez.

Entre los problemas que les ocasiona el pésimo estado de las calles, los vecinos refirieron que apenas cae una garúa, los taxis, remises y ambulancias no ingresan, como tampoco los proveedores que abastecen a los quioscos y almacenes; en tanto que al intentar cruzar, muchas personas pueden resbalarse y caerse en el barro, sobre todo las personas mayores y los chicos. “Mi mamá es una persona mayor y tengo que llevarla frecuentemente a hacer rehabilitación. La busca una ambulancia que como no puede llegar hasta mi casa por el mal estado de la calle la recoge en la esquina de Agustín Delgado y Dorrego, imaginate el peligro que corre”, señaló una mujer.

Por último, esperando que el intendente Barletta resuelva a la brevedad cómo mejorarán las calles del barrio, los vecinos despidieron a El Litoral deseando que el próximo encuentro sea para inaugurar una obra que después de 9 años interrumpidos de ejecución todavía no fue realizada al 100 %. “Se hizo lo más importante, pero aún resta la reparación de las calles y la construcción de varias bocas de tormenta”, dejaron en claro los vecinos.

Vecinos de barrio San Roque piden por el arreglo de las calles

Un grupo de vecinos autoconvocados se reunió espontáneamente en la esquina de Agustín Delgado y Dorrego para reclamar por la reparación de las calles.

Foto: Néstor Gallegos