EN ISRAEL

Preocupa el acercamiento de Obama con musulmanes

AFP

A Israel le preocupa que el presidente estadounidense Barack Obama pronuncie un discurso de reconciliación con el mundo musulmán, mañana en El Cairo, en un momento en que las relaciones entre estos dos históricos aliados atraviesan serias turbulencias.

Los responsables israelíes temen que ese acercamiento entre el presidente estadounidense y el mundo musulmán afecte las relaciones privilegiadas establecidas entre Washington y el Estado hebreo durante el mandato del ex presidente George W. Bush.

“El presidente estadounidense tiene el derecho de intentar reconciliarse con el mundo musulmán y tratar de competir con Al Qaeda o Irán para conquistar su corazón. Por nuestra parte, debemos verificar que ello no afectará nuestros intereses comunes”, dijo en la radio el ministro de Transportes Israel Katz.

A pesar de que garantiza que la actitud de Obama es “amistosa con Israel”, ese aliado cercano del primer ministro Benjamin Netanyahu, que lo considera como su portavoz, admite que el presidente norteamericano tiene “un punto de vista diferente” al de Bush.

“Envía otros mensajes al mundo árabe y a los musulmanes, es otra realidad, que no resulta fácil”, agregó.

Las declaraciones de Katz hacían alusión a las tensiones entre Israel y Estados Unidos observadas tras la negativa de Netanyahu a aceptar un Estado palestino y congelar totalmente la colonización judía en Cisjordania, como exige Obama.

Inconvenientes

“Existe una cooperación intensa entre Israel y Estados Unidos, pero los desacuerdos se agravaron recientemente”, admitió Katz, criticando de nuevo las presiones del presidente Obama para imponer un cese total de las construcciones en las colonias.

“El actual gobierno no congelará el crecimiento natural de la población en las colonias de Judea-Samaria (Cisjordania) y de Jerusalén, no hay ningún tipo de indecisión al respecto”, subrayó.

Sin embargo, Katz destacó que el primer ministro no excluía “demostrar cierta flexibilidad”, en alusión al posible desmantelamiento de 22 asentamientos salvajes construidos por colonos extremistas sin la autorización del gobierno. Pero el presidente estadounidense excluyó por ahora cualquier compromiso sobre este tema, rechazando, igual que la comunidad internacional, la distinción entre colonias “legales” y “salvajes”.

Por su parte, el ex ministro de Relaciones Exteriores y de Defensa, Moshe Arens, instó al primer ministro a “negarse a someterse a las órdenes de Washington”.

“Es inaceptable, no somos una república bananera y debemos negarnos a ponernos de rodillas”, agregó Arens, miembro del Likud, el partido de derecha de Netanyahu.