Indemnización

Condena a un banco por despido discriminatorio

(DyN)

La Cámara Civil condenó a un banco privado de primera línea a indemnizar a uno de sus empleados por “despido discriminatorio”, ya que dejó de ascenderlo y virtualmente lo forzó a un “retiro voluntario” porque es homosexual y padece el virus HIV.

La sentencia destaca, además, que cuando un trabajador alega discriminación en su contra y posee las características que lo hacen objeto de esas prácticas, es la empleadora la que debe probar que no discriminó, y si no lo consigue, las presunciones recaen en su contra.

La Sala H de la Cámara Civil resolvió así el reclamo de un empleado del banco, quien “se desempeñó como empleado en la institución demandada desde el 18 de abril de 1994 hasta el 4 de abril de 2003”.

En ese lapso, “tuvo diversos ascensos hasta marzo de 1998 en que quedó en el cargo de jefe de división de 1 hasta la oportunidad de su retiro. Su desempeño fue merecedor de diversos reconocimientos hasta aquella época”, pero luego se estancó en el puesto, presuntamente porque las autoridades del banco conocieron su elección sexual y su enfermedad.

El fallo, firmado por los jueces Claudio Kiper y Jorge Giardulli, sostiene que el banco tomó “conocimiento de la enfermedad del actor aproximadamente en 1997 y no en 2002”, lo que coincide con la fecha en que dejó de ser ascendido.

El actor acreditó ser homosexual, portador de HIV (dos causas que, lamentablemente, suscitan actitudes discriminadoras), haber trabajado para la demandada, y haber extinguido la relación laboral, especialmente cuando su empleadora estaba al tanto de su condición.

“Acreditados estos hechos, que el retiro del empleado debe presumirse un acto discriminatorio, salvo que el empleador pruebe que no fue así”, señala el fallo.

El banco debió “acreditar que hubo razones estrictamente objetivas para que el actor dejara de ascender a partir del momento en que era público su estado, que también razones puramente de mejor servicio justificaban su traslado de sucursal y, en definitiva, que el actor libre y voluntariamente quiso dejar la empresa y extinguir el vínculo laboral, sin sentirse presionado a causa de la discriminación”.

Pero, por el contrario, testigos “dieron cuenta de presiones de un gerente para que el actor dejara el Banco” e incluso narraron que “la gerente de la sucursal Independencia se burlaba del actor por su condición sexual, lo que hacía delante de otros empleados y de clientes”.

Además, informes psicológicos dieron por probado que “el actor tuvo vivencias de discriminación en su ámbito laboral”, con las características típicas de esas prácticas: “encubierta, disimulada, solapada; nunca se discrimina -en principio- en forma clara y expresa”.

El tribunal rechazó que el monto percibido por el trabajador por el “retiro voluntario” impidiera un reclamo por la discriminación. “Lo acordado y percibido entre las partes se refirió a la extinción del vínculo laboral, como podía haber hecho cualquier otro empleado”.

“En cambio, en este juicio el actor demanda los daños sufridos por haber sido discriminado en la institución en la que trabajó, lo cual es ajeno a la indemnización ya percibida”, sostuvieron los camaristas. Lo hicieron en respuesta a uno de los argumentos del Banco, que sostuvo que al haberse “acogido el demandante a un plan de retiro voluntario y haber percibido una indemnización, renunciando a cualquier otro reclamo, esta demanda sería inadmisible”.

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