Ahora la confrontación es con los empresarios

Kirchner encabezó un nuevo

embate oficial contra Techint

Horacio Serafini Redacción de El Litoral

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CMI/DyN

El duro cuestionamiento que el ex presidente Néstor Kirchner le hizo ayer a la siderúrgica Siderar y la categórica desmentida de ésta marcaron una profundización del enfrentamiento que el gobierno sostiene con las grandes empresas, con el grupo Techint a la cabeza.

El lugar y el momento elegidos por Kirchner son, además, políticamente significativos. Ocurrió a 24 días de las legislativas y durante un acto de campaña convocado por el sindicato de metalúrgicos UOM, que tiene una dura pelea salarial con Siderar, del grupo Techint.

También se produjo después que en las últimas horas el Ente de Regulación de Energía Eléctrica (Enre) y la Sindicatura General de la Nación (Sigen) adoptaron decisiones consideradas en medios empresariales como indicios de una ofensiva gubernamental por una mayor injerencia del Estado en el sector privado.

El lunes, el Enre, que responde al ministro de Planificación, Julio De Vido, prohibió a la distribuidora Edesur la repartición de dividendos, por considerar que incumplió con compromisos de inversión. La Sigen, a su vez, anunció el miércoles que designará síndicos en las empresas que tienen participación accionaria estatal, como consecuencia del traspaso de los fondos de las AFJP a la Anses.

Ante trabajadores metalúrgicos encabezados por su líder, Antonio Caló, Kirchner sostuvo: “Si una empresa retiró 6 millones de dólares de las ganancias, ¿por qué no le pagó a los trabajadores de San Nicolás (sede de Siderar) lo que les debe?”. Y agregó: “No puede ocurrir que una empresa como Siderar cobre millones de dólares por ganancias y no quiera pagarle a los trabajadores lo que les corresponde”.

En el mismo sentido, espetó que se necesitan “industriales que quieran a la Patria” y les reclamó “compromiso con el modelo”.

Versiones

Apenas conocida la acusación, Siderar sacó un escueto comunicado de desmentida en el que calificó de “versiones” los dichos de Kirchner. “Ante las significativas pérdidas de 388 millones de pesos en el último trimestre de 2008 y de 337 millones de pesos en el primero de 2009 -aseguró-, la Asamblea Extraordinaria de Accionistas de Siderar (del 14 de mayo pasado) decidió no distribuir dividendos”.

La disputa salarial entre Siderar y la UOM es en torno al premio anual que cada trabajador cobra por fuera del convenio: el sindicato reclama que sea de 11 mil pesos, mientras que la empresa ofrece 7 mil pesos.

También desmintió que se haya pagado 6 millones de dólares a un directivo: dijo que fueron 5 millones, y se usaron para pagar honorarios a once directores y tres síndicos.

Escalada

La acusación de Kirchner es la segunda desde el gobierno contra Techint en una semana. Hace unos días la presidenta Cristina Fernández cuestionó al principal grupo empresarial argentino por no haber depositado en el país los 400 millones de dólares que cobró de Venezuela como parte de la indemnización por un total de 1.970 millones de dólares por la estatización de su siderúrgica Sidor.

La reacción de la presidenta siguió a una airada reacción de las cámaras empresariales más poderosas del país que, a instancias de Techint, acusaron al gobierno de no haber hecho lo suficiente ante el presidente venezolano Hugo Chávez para impedir que estatizara Sidor.

Además plantearon la revisión de la ley que en 2006 avaló la incorporación de Venezuela como socio pleno del Mercosur, una propuesta que el martes acogieron en Diputados los legisladores del conjunto de la oposición.

Dijo que Siderar distribuye ganancias millonarias, en vez de pagar lo que corresponde a sus empleados. El grupo respondió que no adeuda salarios y que, por las pérdidas de los últimos meses, la última asamblea no repartió dividendos.

/// LA CLAVE

Macho

El economista Javier González Fraga advirtió hoy que “hubo un colapso en el clima de negocios”, que generó que haya “un deterioro marcado” en la relación entre el gobierno y los industriales. Asimismo, consideró que el ataque de Kirchner a Techint “es un lamentable subproducto de la campaña electoral”, y denunció que “el gobierno distorsiona información para parecer que defiende a los pobres en contra de los empresarios”. Indicó que “hubo un deterioro marcado por la intervención al Indec y al comercio agropecuario, la nacionalización del sistema previsional y la irrupción de directores” en las empresas donde las AFJP tenían acciones. “Me parece que hay algo para la tribuna. Querían el título de “el gobierno se hace el macho con las grandes empresas’, y esto genera un costo económico muy grande”, alertó.

Kirchner encabezó un nuevo embate oficial contra Techint

Ante un auditorio de metalúrgicos de la UOM, Néstor Kirchner, profundizó la escalada de cuestionamientos del gobierno al sector industrial.

Foto: DyN

/// análisis

Un nuevo eje de campaña

Viviana Mariño

Las duras críticas del ex presidente Néstor Kirchner al grupo Techint terminaron de configurar ayer un eje discursivo de la campaña hacia los comicios legislativos del 28 de junio próximo, que parece resultar decisivo para el oficialismo.

Superada la pelea judicial con un sector de la oposición -por las impugnaciones a las candidaturas de Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa las denominadas postulaciones “testimoniales”- el poder central agudizó el enfrentamiento con los grandes grupos empresarios.

La oposición observa esa nueva secuencia en rol de espectadora, advirtiendo en sus apariciones sobre la supuesta intención kirchnerista de avanzar en un proceso “estatizador”, similar al encarado por Hugo Chávez en Venezuela, después de los comicios parlamentarios de medio término.

Aunque ese temor no trasciende el terreno de las especulaciones, en las filas opositoras prefieren condenar las declaraciones del gobierno, pero sin articular un frente común de discusión con las voces oficiales, especialmente las del matrimonio Kirchner.

Lo cierto es que, tras la avanzada de las principales cámaras empresarias en acuerdo con la oposición para instalar las recientes medidas adoptadas por Venezuela como un tema de discusión parlamentaria, el gobierno decidió profundizar su posición.

Así, tras el fallido intento del Acuerdo Cívico y Social de avanzar en la jugada de las “testimoniales”, el gobierno pareció retomar en las últimas horas el eje discursivo de una campaña que estuvo lejos de insinuar la confrontación de ideas.

La figura del ex presidente cabeza de la lista de candidatos a diputados nacionales del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, primer distrito electoral del país, está destinada a tener un rol estelar en la estrategia oficial.

“Hay crisis para pagarles lo que les deben a los trabajadores de Siderar y no para derivar ganancias. Cuando hay crisis bajan los salarios y después vienen los despidos”, puntualizó el ex mandatario ayer, durante un acto proselitista en el partido de Avellaneda.

Aunque con un perfil más acotado, la presidenta también ha puesto el cuerpo en la misma lógica cuando cuestionó con dureza a Techint por no depositar en la Argentina el primer tramo de 400 millones de dólares que había recibido de Venezuela por la estatización de Sidor.