SNOWBOARDING

Heliboarding en Alaska

Donde termina el mundo se encuentran las mejores canchas de esquí para este tipo de snowboarding. Las montañas Chugach, en Alaska, las más perfectas del planeta, fueron el escenario donde Marco vivió los mejores momentos de su vida.

Marco Málaga

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Hace unos doce años vi por primera vez un video de snowboarding en Alaska donde aparecían el maestro Craig Kelly –considerado por algunos como el mejor esquiador de nieve de todos los tiempos que falleció a los 37 años cuando quedó atrapado por una avalancha de nieve- y Tom Burt, dos de los padres del Big Mountain Riding.

Recuerdo perfectamente mi asombro al ver ese video. Las pendientes, el tipo de nieve y el terreno de las montañas era algo que no había visto nunca. Yo llevaba varios años haciendo snowboard y consideraba tener un muy buen nivel en el freestyle principalmente, sin embargo lo que vi en ese video estaba fuera de mi comprensión y por supuesto de mi habilidad para ese entonces.

Alaska, el lugar

Después de ver varios videos impactantes donde los protagonistas lograban líneas y saltos increíbles en Alaska, con el tiempo aprendí que estos habían sido filmados en la cordillera que los esquiadores consideran la más agresiva y perfecta del planeta: las montañas Chugach, ubicadas al sur de Anchorage entre los pueblos costeros de Cordova y Valdez. Las Chugach ocupan un espacio de más de 180 mil k2 y es gracias a su proximidad a la costa del Pacifico Norte que reciben la mayor cantidad de nieve del mundo, cuyo promedio anual es nada menos que 15 metros.

Visitar Alaska para hacer snowboard se convirtió en un sueño para mí. Por muchos años investigué y aprendí sobre el lugar, preparando también mi snowboarding para poder cumplir con este reto. Entendí que hacer snowboard allá no es lo mismo que practicarlo en un centro de ski normal. Alaska exige otro tipo de habilidades, conocimientos de la montaña, un equipo distinto y lo más importante, el respeto a la montaña; no estar preparado puede traer consecuencias graves e incluso fatales.

El primer viaje

Mi primer intento lo tuve durante el mes de marzo del año pasado. Planifiqué y me preparé físicamente con muchos meses de antelación. Luego de investigar mucho, elegí ir a Points North Heliadventures (PNH), operación localizada cerca del poblado de Cordova. Esta compañía de heliriding es la única que opera en la zona sureste de las montañas Chugach. PNH es la elegida por la gente que combina poco lujo con el riding más extremo. La operación tiene un albergue en las orillas del delta del río Copper, la puerta a las Chugach. No hay imagen más bella que llegar a este lugar por primera vez y ver a los tres helicópteros A-Star preparados a pocos metros, en espera del buen clima.

Y es justamente del clima de Alaska que aprendí mucho en mi primer viaje. Las nevadas increíbles que hacen a las Chugach tan especiales también convierten al lugar en una pesadilla. Los helicópteros solo pueden volar en condiciones perfectas de clima, que ocurre en promedio, un par de días a la semana y entre mediados de febrero y mediados de abril.

Durante mi primera visita casi me vuelvo loco. Estuve siete días en el albergue y solo pude volar una tarde, con mal clima y visibilidad muy baja, lo que también hizo el riding muy peligroso. Sin embargo, lo poco que pude disfrutar en ese viaje fue suficiente para querer volver.

un nuevo intento

Este año decidí probar suerte nuevamente y el 4 de abril llegué con todo mi equipamiento a Cordova. Fui recibido amablemente por el equipo de PNH, todos jóvenes locos que trabajan gratis los dos meses de la temporada por el gusto de poder hacer algunas bajadas en estas montañas. En mi grupo estaban muchas caras que había conocido el año anterior, incluyendo a algunos de los mejores esquiadores y snowboarders profesionales del mundo.

El clima de los primeros tres días fue realmente malo, no paraba de nevar y los nervios del grupo comenzaban a crecer. En los días sin riding no hay mucho que hacer, salvo jugar ping pong, metegol, ver videos y comer unos platos exquisitos, preparados por cocineros que también trabajan gratis a cambio de poder ridear las montañas.

el día soñado

Y finalmente el miércoles llegaron los días prometidos; amaneció completamente despejado, cielo azul y nieve fresca por todos lados. La emoción que se siente al despegar y avanzar hacia las montañas a casi 200 k/h es indescriptible. La primera montaña en la que aterrizamos se llamaba Buddy Love, una pared larga con un ligero encajonamiento, con 45° de inclinación y algunas rocas expuestas. La nieve se veía perfecta. La emoción era tal que bajé la montaña a mil por hora, casi al borde del descontrol, pero por suerte sin problemas. Luego, el guía me pediría calma porque no todas las montañas iban a ser tan generosas conmigo si seguía así. Siguieron muchas bajadas, una más alucinante que la otra. Se pueden llegar a hacer dos bajadas por hora si es que no hay retrasos.

Las siguientes montañas que intenté presentaron condiciones simplemente perfectas: 45 cm. de nieve fresca, seca y ligera como harina; pendientes mixtas de hasta 55°; cero viento y cielo azul. Las fotos hablan por sí mismas. Regresamos a la base después de ocho horas del mejor snowboarding de mi vida, totalmente molido pero increíblemente feliz. Acababa de tener uno de los mejores días de mi vida y el día siguiente prometía ser igualmente bueno.

Momentos inolvidables

El jueves amaneció nuevamente despejado. A las 8 de la mañana estábamos listos para partir. Mi grupo estaba conformado por algunos de los mejores del mundo, compartiendo helicóptero con grandes como Seth Wescott (medalla de oro en los últimos juegos olímpicos de invierno de Turín 2006) y Nate Holland (3 veces ganador en los Winter X-Games). Ellos estaban filmando para una película y yo, ahí al lado viendo las líneas que hacían y bajando las mismas montañas. El día fue rápidamente subiendo de nivel y llegó al extremo cuando arribamos al Pontoon, uno de los picos más bellos de las Chugach! La visión desde el helicóptero era de paredes casi verticales, cornisas por descolgarse y rocas enormes. Por primera vez sentí miedo en el viaje.

Aterrizamos en riscos tan pequeños que un paso en falso hubiese sido una caída segura por varios cientos de metros. Las pendientes que bajamos ese día estaban entre 55 y 70°. A esta inclinación es inevitable generar pequeñas avalanchas que pueden golpear tu tabla y tirarte si es que estás desprevenido. Cualquier caída es peligrosa porque es muy difícil parar de rebotar, con el peligro de ir hacia algún acantilado gigantesco o golpear alguna roca. Felizmente no pasó nada grave y pudimos aniquilar el Pontoon por muchas de sus increíbles caras. Al final del día no tuve ninguna duda de que acababa de vivir los mejores momentos de mi vida, y por mucho.

15 metros

de nieve al año.

Reciben en promedio las Montañas Chugach.

2 meses

dura la temporada.

De Heliboarding en Alaska, de mediados de febrero a mediados de abril.

70 grados

la pendiente.

Más pronunciada que descendió Marco en su segundo viaje.

2 bajadas

por hora.

Pueden realizarse cuando las condiciones acompañan.

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Alaska blanca

Sobre una allfombra blanca formada por las mejores nieves del mundo se dio el gusto de su vida el peruano Málaga al practicar heliboarding en Alaska.

Foto: MARCO MÁLAGA

No hay imagen más bella que llegar a este lugar por primera vez y ver a los tres helicópteros A-Star preparados a pocos metros, en espera del buen clima”.

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PERFIL

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Nombre: Marco Málaga

Edad: 35 años

Nacimiento: Perú

Residencia: Santa Fé

Antecedentes deportivos:

Campeón mundial de sandboard.

Dos records Guiness en sandboarding el año 2000.

Participante del circuito profesional de snowboard de Estados Unidos en 1997.

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LA FRASE

En los últimos doce años he vivido en el exterior por motivos de trabajo, lo que me ha permitido practicar los deportes que me gustan por todo el mundo. Extraño el estilo de vida de mi país, aunque siempre encuentro oportunidades para regresar por tiempos cortos y no tengan duda que pronto regresaré definitivamente.

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EN IMÁGENES

1. Marco a full en la meca del snowboarding y el esquí extremo, evitando las rocas expuestas.

2. Una mancha en el coloso blanco, con la emoción de bajar la montaña a mil por hora.

3. Listos. Ni un paso en falso debían dar los esquiadores cuando eran dejados en los riscos para enfrentar las canchas.

4. Momento de paz en la inmensidad después de tener uno de los mejores días de su vida en el extremo norte del mundo.

5. Celeste y blanco. Uno de los helicópteros A-Star en pleno vuelo, buscando las canchas de esquí.

6. Mirando al cielo fue el último agradecimiento del protagonista antes de emprender el regreso a casa.

Fotos: MARCO MÁLAGA

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opinión

Conclusiones para compartir

Marco Málaga

- Alaska es sin dudas la meca del snowboarding y el esquí extremo, que exige un riding muy fuerte, preciso y técnico. El cuerpo es exigido al máximo, por lo que es indispensable estar en óptimas condiciones físicas.

- Las tablas para Big Mountain Riding son más largas que las que se usan en un centro de esquí, comenzando en 162 cm. en adelante y bastante rígidas, que ayuda también a resistir la vibración a altas velocidades.

- Para practicar esta disciplina es conveniente realizar cursos sobre avalanchas, saber evaluar la calidad y estabilidad de la nieve fresca.

- Hay cinco operaciones en el norte de las Chugach, partiendo de Valdez y una operación en el sur (PNH), partiendo de Cordova. Para mas información sobre esta última puedes visitar su página web: www.alaskaheliski.com.

- La temporada de heliboarding es corta, va de mediados de febrero a mediados de abril. Planificá tu viaje con seis meses de anticipación o no encontrarás lugar.

- El respeto a la montaña es primordial. Tenerlo te asegurará más bajadas en tu vida.