Animarse al pelo corto

Cambiar el estilo del peinado es una decisión difícil pero que vale la pena siempre que se tengan en cuenta algunos consejos básicos.FUENTE. EN FEMENINO.COM. FOTOS. EL LITORAL.

¿Qué corte elegir? ¿Todos los cabellos se adaptan a un pelo corto? ¿Luce de la misma manera en todas las formas de rostro?

En teoría este corte va bien con todas pero depende de la manera como se trabaje y de algunas condiciones naturales. Un rostro oval puede permitírselo todo. A un rostro triangular le conviene aportar volumen en la nunca y no en la parte alta de la cabeza porque, si no, se alargaría la forma del rostro. A una cara redonda se tratará de realizar un corte que de sensación de altura para alargarlo mientras que los lados se deberán trabajar con discreción y la nuca será larga. Por último, un rostro cuadrado se adaptará fácilmente a un corte ligero, con movimiento, que encuadre el rostro con suavidad.

La cuestión hasta dónde se está dispuesta a llegar. En todos los casos, conviene conversar las opciones con el peluquero.

SEGÚN EL CABELLO

Si el cabello es muy fino, este tipo de cortes se trabajará más en densidad y se dará preferencia a las tijeras, antes que a la cuchilla. Los productos de peluquería, y en especial, la espuma, también podrán ser utilizados para aportar volumen.

Si el pelo es bastante espeso y parece indomable, será necesario utilizar la técnica adecuada. La cuchilla y el “desfilado” permiten aportar ligereza. En estos casos, también hay que tratar de mantener el largo, para evitar el “efecto casco”.

Cuando el cabello es rizado, el corte demanda trabajar el volumen. Un modelado a base de cera permitirá obtener un ondulado bien marcado y glamoroso. El pelo rizado también puede resultar de gran belleza, siempre y cuando el volumen sea adaptado. También se puede estirar la raíz con un producto especial.

Este corte exige ir a la peluquería cada mes y medio, y como mucho, cada dos meses. Para peinarlo todos los días es importante tener los productos adecuados.

Por último, un pelo corto puede revelarse como un verdadero atributo de feminidad, resaltando la mirada y marcando los rasgos finos de un rostro.