Mauro Casella, director Provincial de Desarrollo Territorial

“La migración del campo a la ciudad

se da tanto en el norte como en el sur”

La falta de oportunidades en la zona rural intensifica el éxodo hacia los centros urbanos. Ante esta realidad, se definen estrategias en el ámbito local que conduzcan al desarrollo de las familias de los pequeños productores.

De la redacción de El Litoral

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Hacer un aporte a las familias agropecuarias de Santa Fe es un primer paso que desde el gobierno provincial quieren dar para revertir la crítica situación que se da en las zonas rurales que desde hace un tiempo han empezado a despoblarse.

El pequeño productor rural tiene características particulares de acuerdo a la zona en la que habita. Sin embargo, a todas las familias de estos productores que están en los espacios rurales las atraviesa “la misma situación de desarraigo o éxodo”, resaltó el director provincial de Desarrollo Territorial, Mauro Casella.

Es que “la falta de oportunidades para desarrollarse en el propio lugar donde nacieron los obliga a migrar del campo a la ciudad. Esta situación se da tanto en el norte como en el sur provincial más allá de que se dé por distintos motivos”, agregó Casella.

Por ejemplo, en el sur santafesino, donde “predominan las producciones de soja, maíz y trigo -atadas a una economía global- se generó la concentración de la economía” en pocas manos perjudicando a la familia rural que se pretende tener. De esta forma, “se contribuye a la movilidad del campo hacia la zona urbana”, remarcó Casella.

Y esto se origina porque, en la mayoría de estos casos, los padres que residen en estos lugares tienen recursos suficientes para mandar a sus hijos a estudiar a la universidad y ellos suelen instalarse en las ciudades y manejar su economía a distancia”. En determinadas circunstancias, “algunos jóvenes -los menos- vuelven cuando encuentran un nicho de desarrollo en la zona rural; pero la mayoría no regresa”. La contracara de esta realidad se observa en el norte, donde las familias rurales que están relacionadas con la economía local sufren la exclusión. Estos pobres se ven obligados a migrar y terminan engrosando los cordones de miseria de las ciudades.

Ante este panorama, Santa Fe ha decidido definir una política territorial de desarrollo rural que permita generar alguna oportunidad de trabajo para las distintas zonas rurales de nuestra provincia. Por eso, a partir del lanzamiento del programa de Agroindustria Familiar, denominado “Fábrica del productor” se pretende encarar este problema con una visión productiva atendiendo a todos los eslabones de la cadena.

En el terreno

Para Casella, es indispensable trabajar con “sistemas productivos integrados y localizados”. Hoy por hoy, “en el ámbito local se pueden generar distintas alternativas económicas basándose en las que ya se están trabajando; pero, principalmente en el norte se hacen de manera informal”.

Como en este momento “falta información sistematizada” en toda la provincia; “debemos identificar qué es lo que se produce y cuáles son los productos típicos de cada región para crear un registro de las actividades que ya se están desarrollando”, señaló el funcionario provincial.

Paralelamente, durante este año se quiere formar el Consejo de Desarrollo Rural provincial que permita coordinar acciones en el territorio y agrupar a los distintos actores que ya están trabajando en este ámbito de forma aislada. “Sabemos que no partimos de cero porque distintas ONG, Programa Social Agropecuario y la provincia colaboraron con algunas de estas comunidades”. De esta forma, se pretende que “el productor -en forma individual o asociativa- pueda procesar la materia prima que produce en su propia localidad, generar trazabilidad y seguridad alimentaria”.

De forma paulatina, “estas economías -de pequeños productores- podrían ser complementarias de las grandes economías de commodities que están insertas en el mercado formal”.

Los recursos disponibles en nuestra provincia, sumados a un fuerte trabajo de asesoramiento y acompañamiento de los distintos actores territoriales son elementos indispensables para luego solicitar un presupuesto con el que se pueda empezar a trabajar.

A partir de esta instancia, “se pretende coordinar los distintos estamentos del estado nacional, provincial y locales, Agencia y Asociaciones de desarrollo para poner en funcionamiento este sistema”.

A la vez, “pensamos que este programa debe ser interministerial porque si bien analizamos la ruralidad desde una perspectiva socio productiva o de inclusión socio económica de los pequeños productores de la cadena de valor agroalimentaria, la ruralidad tiene varias aristas -culturales, educativas, sociales, obras públicas y servicios, etc.- que excede la cuestión productiva”.

Para concretar esta actividad, “queremos armar un gabinete interministerial para enfrentar las distintas problemáticas de forma integral. Se trata de un gran desafío”, concluyó Casella.

/// EL DATO

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12.500 familias

agropecuarias

Según un muestreo de 2006 y del censo agropecuario, “en la provincia hay alrededor de 12.500 familias que pueden ser consideradas de pequeños productores. Este número será verificado con los datos que se obtengan de los registros que se empiecen a construir a partir de este trabajo”, resaltó Mauro Casella, director provincial de Desarrollo Territorial.

“La migración del campo a la ciudad se da tanto en el norte como en el sur”

En la actualidad, hay muy poca información sobre las distintas actividades que se desarrollan en el norte provincial. Pretenden fortalecer a las que ya existen y generar nuevas alternativas productivas.

Foto: Agencia Reconquista

Experiencia para imitar

El director provincial de Desarrollo Territorial, Mauro Casella, mencionó que actualmente existen algunas experiencias que comenzaron a desarrollarse gracias a la calidad de los recursos locales. Por ejemplo, “en San Javier -con la intervención de la delegación local del Ministerio de la Producción de la provincia- se armó una mesa de desarrollo, donde un grupo de pequeños productores formaron tres asociaciones y se está construyendo una planta de balanceados en un terreno provincial donde está el vivero. Aquí, los pequeños productores tienen la posibilidad de volcar la producción de sus granos para procesarla en esta planta comunitaria”, resaltó Casella.

Esta iniciativa abarca a 170 productores de San Javier y de la zona y se prevé que para fin de año estaría funcionando.