Panorama agropecuario

Acuerdos y suspicacias

Entidades de la producción cuestionaron el nuevo convenio del Gobierno con los exportadores, por el que se habilitaron stocks por cuatro millones de toneladas de ventas al exterior de trigo y maíz.

Carlos Petroli - CMI contenidos

El acuerdo del Gobierno nacional con los exportadores de trigo y maíz no hizo más que alimentar reservas y suspicacias entre las entidades de productores.

Así, las dudas sobre la perspectiva de una recuperación del área maicera provinieron de diferentes actores. Desde los proveedores de insumos, que propician un nuevo recorte de las retenciones, hasta entidades técnicas como el movimiento CREA en el sentido de que si no se producen incrementos de precios genuinos en las próximas semanas, caerá la intención de siembra del ciclo 2009/2010 porque los números “de bolsillo” favorecen a la soja sobre el maíz.

Según cálculos de la unidad de investigación y desarrollo del movimiento CREA, el costo de implantación de una hectárea de maíz prácticamente duplica al de soja: 300-350 dólares por hectárea (planteos productivos en la zona núcleo) contra 150-180 dólares para la oleaginosa.

Tomando los valores promedio a cosecha (mayo 2009), los rindes para cubrir costos de producción de maíz en campo propio ascienden a 58 quintales por hectárea en el norte bonaerense y a 89 quintales en campo alquilado, con lo cual el cultivo sólo resultará rentable en campo propio cuando se alcancen altos rendimientos.

Más de lo mismo

Confederaciones Rurales Argentinas fue muy crítica al término del acto que mostró a la Presidenta rodeada de empresarios el martes por la noche. Según CRA, la firma del nuevo convenio con los exportadores indica que el Gobierno decidió profundizar la política intervencionista y de concentración económica, que perjudica directamente a los productores agropecuarios.

A través de los acuerdos marco con los operadores, el Gobierno habilitó un cupo de exportación de maíz de hasta un máximo de tres millones de toneladas y se adicionó hasta un máximo de un millón de toneladas de trigo al volumen dispuesto en el acta acuerdo del 4 de mayo pasado. En la explicación oficial, la finalidad es que “los productores reciban el precio pleno”.

Pero según Cartez (la confederación ruralista adherida a CRA, con sede en Córdoba) la decisión apunta a resolver necesidades de caja; por eso se impone que las retenciones se paguen por adelantado.

La entidad añade la siguiente explicación: el precio del trigo o del maíz a pagar al productor debería determinarse por el precio FOB con Chicago como referente menos los gastos comerciales, gastos en puerto y retenciones.

El pasado miércoles, la Secretaría de Agricultura de la Nación cotizó al maíz en 186 dólares. A estos, deberían deducirse gastos comerciales por 3,90 dólares, gastos en puerto por 4,40 y retenciones por 37,20 dólares. Por lo tanto, en Argentina el maíz debería cotizar a 140,50 dólares por tonelada; a una paridad (comprador Banco Nación de 3,72 pesos), resultan 522,66 pesos por tonelada.

El mismo cálculo para el caso del trigo arroja un FAS teórico (precio interno) de 644,11 pesos por tonelada. “Esto es a lo que la Presidenta llama el precio pleno. La pregunta es: ¿Por qué el productor no recibe el precio pleno?”, interroga.

Entorpecer exportaciones

La misma entidad aporta la respuesta: el Gobierno, a través de la Oncca y la emisión de los ROE (Registro de Operaciones de Exportaciones) impide o entorpece las exportaciones de granos o de carne o de cualquier otro producto, de modo tal que controla la demanda. Entonces otros eslabones de la cadena aprovechan, compran barato imponiendo un precio interno para los granos, acumulan stocks, luego llegan a un “acuerdo” con el Gobierno, la Presidenta abre los cupos de exportación y estos otros eslabones venden al “precio pleno” y dejan vacíos los bolsillos de miles de productores.

Por esta vía, los productores primarios habrían transferido miles de millones de pesos a otros eslabones de la cadena de trigo y de maíz. Cartez sostiene que, con estos acuerdos, el Gobierno no va a generar la confianza que el productor necesita para invertir en la siembra de cereales.

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Precios. Si no se producen incrementos genuinos en las próximas semanas, caerá la intención de siembra porque los números “de bolsillo” favorecen a la soja sobre el maíz.

Foto: Archivo

Cartez sostiene que, con estos acuerdos, el Gobierno no va a generar la confianza que el productor necesita para invertir en la siembra de cereales.

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