Granos

El maíz pide pruebas para seguir

Pese a las nobles intenciones de estimular el mercado interno, el acuerdo todavía no bastó para que haya más negocios. Los productores no tienen apuro por vender y esperan que lleguen las mejoras en los precios.

Flavia Rossi

La semana pasada mencionábamos que podría replicarse con el maíz el acuerdo que cerró el sector exportador con el Gobierno sobre trigo. La mera posibilidad de que ello sucediera permitió mejorar las pizarras en Rosario, superando los 350 pesos por tonelada de un mes atrás para llegar a 450 pesos entre jueves de la semana pasada y principios de la presente.

El rumor finalmente se cumplió. El martes por la tarde se firmó el acuerdo mediante el cual los exportadores se comprometieron a comprar hasta un millón de toneladas de maíz disponible pagando por él el precio pleno (el valor FOB neto de gastos y retenciones). A cambio de eso, la Oncca asignaría los primeros ROE (autorizaciones para exportar) de la campaña 2009/2010 en forma proporcional a lo adquirido por cada empresa, hasta completar la primera cuota de un millón de toneladas del cereal.

Es importante señalar que, por excepción y en reemplazo de los ROE de la nueva campaña, la Oncca podría otorgar ROE de la cosecha 2008/2009 por un volumen máximo de 500 mil toneladas adicionales que, de concretarse, se sumarían a las casi seis millones de toneladas que ya se asignaron a este ciclo.

Oferta interna

Recién cuando los exportadores hayan comprado en el mercado físico el primer millón de toneladas de la campaña en curso, el sector se volverá a reunir con el Gobierno para decidir si se permite otro tramo de igual volumen, pudiéndolo repetir una tercera vez acumulando en total tres millones de toneladas.

Tras haber reconocido la reducida oferta interna, los exportadores se comprometieron a abastecer con ese maíz a los consumos, si fuera necesario, quedando liberados para venderlo al exterior recién en marzo, cuando ingrese la nueva cosecha y se tenga certeza de cuál sería el sobrante.

Es más, la decisión de asegurar la disponibilidad interna quedó plasmada en la posibilidad de que se tengan que anular ROE si peligrara la matriz de seguridad agroalimentaria, en cuyo caso, se destinarían las retenciones pagadas a cuenta de cualquier otro grano que se quiera exportar.

Ajustada

El motivo original del acuerdo está en la propia matriz agroalimentaria. La fuerte merma de producción de este año, la persistente sequía, los bajos precios y el reducido nivel de ventas de semillas vienen anticipando que el año próximo podría faltar alimento para los animales, lo que se traduciría inevitablemente en mayores precios para las carnes.

A pesar de las nobles intenciones de estimular el mercado interno, el acuerdo todavía no bastó para que haya más negocios.

 
 
 

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Apuro

Por una parte, los productores no tienen apuro por vender lo que les queda y están esperando que lleguen las prometidas mejoras en los precios. Por la otra, los exportadores no tienen urgencia por originar, aguardando que se reglamente la apertura de los ROE para tomar posiciones. Los únicos que tienen necesidades genuinas de mercadería son los consumos, aunque sus ofertas todavía no se despegaron de los niveles de la semana pasada. Hasta que las tres posiciones se acomoden, la plaza local se mantendrá atenta y cautelosa.