Hubo igualdad en Sauce Viejo

Méritos y réditos compartidos

Santa Fe Rugby Club y CRAI igualaron en un partido impregnado de intensidad y paridad, presenciado por un adecuado marco de público. En los preliminares, se repartieron los triunfos.

César Miño

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La reedición del superclásico local, disputada en la desapacible tarde de la víspera, en el marco de la décima jornada de la fase clasificatoria del Regional del Litoral 2009, culminó con un empate en 9 tantos, luego de un trámite que resultó tan intenso como equilibrado.

Más allá de que el empate es un resultado poco usual en este deporte, es de estimar que la muy buena cantidad de público que ubicado cómodamente en derredor de la cancha principal de Sauce Viejo, soportó estoicamente la persistente llovizna, habrá quedado conforme por lo acontecido en el campo de juego.

El primer tiempo

Debido al respeto y conocimiento mutuo, no extrañó que las cuestiones tácticas predominaran desde el inicio, en un contexto donde quedó la sensación que cada uno respetó a rajatablas las situaciones con las que afrontaban el encuentro.

CRAI fue inteligente y cuidadoso en posicionarse territorialmente en campo adversario, sabiendo perfectamente que no tenía absolutamente nada para derrochar. Esto, atendiendo a que llegaba no sólo con una alineación diezmada por ausencias importantes, sino también por actuaciones que distaban de ser las pretendidas; sin olvidar la búsqueda del pasaporte a la próxima instancia de la competición.

Por su parte, Santa Fe Rugby Club aguardó con paciencia y firmeza, en cabal conocimiento que con la clasificación a la futura zona Campeonato asegurada, las mayores exigencias pasarían por su tradicional adversario. Entonces, se aferró a su habitual solidez defensiva, salió de la presión sin demasiados apremios a través de profundos kicks y, cuando pudo, intentó darle vida a la pelota, generando alguna que otra réplica interesante.

En ese ámbito de equidades múltiples, vale puntualizar que la apertura del marcador -producida al promediar la etapa inicial- llegó con la irrupción del primer error no forzado del equipo visitante, ya que hasta entonces, virtualmente no se habían producido imperfecciones.

El 6 a 3 del parcial resume en buena medida lo expresado anteriormente, pudiéndose sumar que ambos desperdiciaron alguna ocasión propicia para sumar por la vía de los kicks a los postes, que en definitiva, se transformarían en la única puntuable del cotejo.

El complemento

Con la persistente llovizna conspirando contra la calidad de las acciones -en especial del handling- , el segundo tiempo mantuvo el juego de equilibrios, pero comenzó a incorporar la sensación que el equipo visitante parecía sentirse más cómodo en ese contexto.

Por ende, no extrañó que prevaleciera casi sutilmente: no sólo desde el punto de vista

territorial, sino también en la posesión de la pelota. La igualdad en 9 tantos en el punto de inflexión de la etapa, refrendó aquella insinuación, pese a que estaba por demás de claro que el virtual camino del éxito podría direccionarse hacia cualquiera de los dos protagonistas.

Con una nítida supremacía de los sistemas defensivos, ambos se cuidaron a destajo de cometer ese tipo de errores que en estos partidos se pagan con derrotas. Pese a ello, los dos tuvieron ocasiones propicias para quebrar la igualdad.

CRAI, en varias situaciones muy próximas a la zona de definición, en los que quizás se apresuró demasiado en otorgarle vuelo a la pelota; y Santa Fe Rugby Club, en alguna aislada chance en la que intentó contraatacar con acciones no exentas de riesgo: no sólo para el adversario, sino también para la propia meta, como cuando se intenta jugar desde cualquier posición.

En síntesis, fue un superclásico interesante, en el que más allá que no hubo luces para derrochar, denotó las capacidades que subyacen en instituciones que por razones más que fundamentadas, inscribieron el año pasado el capítulo más relevante de la historia del rugby local.

Ayer, aprobaron el approach de lo que seguramente será tan apetecible disfrutar en las instancias superiores de uno de los certámenes más importantes del país.

Fue un partido en el que predominaron los sistemas defensivos. Más allá de que no logramos el volumen de juego deseado, creo que hay cosas para destacar, como el hecho de no haber perdido. CRAI nos presionó muy bien en todos los sectores, generándose acciones muy cerradas y parejas, por lo que el empate no le queda nada mal a este clásico”.

Leopoldo Maillot

capitán de SFRC

Esta actuación es altamente satisfactoria: aún por encima del resultado, que nos permitió alcanzar el objetivo primario de clasificarnos. También es imprescindible elogiar la tarea de los chicos que están asomando en el equipo principal del club, quienes están jugando como si fuesen los titulares de siempre, lo que habla muy bien de la tarea formativa que se realiza”.

Federico Fernández

capitán de CRAI