La población había sido convocada hoy a una consulta para una reforma constitucional
Golpe de Estado militar en Honduras tras detención del presidente Zelaya
Simpatizantes del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, impiden el paso a camiones que transportan a militares hondureños en la afueras de la casa presidencial en Tegucigalpa. Al cierre de esta edición se vivía un clima de tensión en las calles de la capital hondureña.
Foto: AGENCIA EFE
La Unión Europea, la OEA y varios países latinoamericanos condenaron la alteración del proceso democrático en el continente.
AFP-EFE-Télam
Los militares dieron un golpe de Estado en Honduras tras la detención hoy del presidente del país, Manuel Zelaya, que estaría retenido en la base aérea de la capital, informó su secretario privado Enrique Reina a medios locales.
“Se llevaron al presidente de su casa militares para la fuerza aérea. Estamos haciendo la denuncia internacional”, dijo su secretario privado.
Según un testigo vecino de la Colonia Tres Caminos, entrevistado por Radiocadena Voces, cuatro comandos de unos 200 soldados llegaron hacia las 6 a la residencia del presidente, cuya decisión de realizar una encuesta popular declarada ilegal por la justicia creó una crisis política en Honduras.
Los militares realizaron “cuatro disparos” y después salieron en tres vehículos rumbo a la base aérea, dijo.
Su residencia privada estaba rodeada por decenas de militares fuertemente armados, confirmó un fotógrafo. Además, se veían aviones militares volando sobre la capital.
Tanto el canal 36 y el canal 8 de televisión y Maya TV (todos ellos oficiales) como varias radios salieron del aire. Momentos antes, el presentador de noticias de canal 8 anunció: “Parece que los militares vienen hacia aquí”.
Segundos antes de que se perdiera la imagen, llegó a pedir a la población que se concentrara en la Plaza de la Libertad.
En algunas zonas del país ha sido cortada la energía eléctrica, informaron medios locales.
Los hondureños habían sido convocados hoy a una consulta promovida por Zelaya para obtener la luz verde e instalar una cuarta urna en las elecciones generales del 29 de noviembre para establecer una Asamblea Constituyente que reforme la Constitución y permita la reelección presidencial.
El Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía, el Congreso Nacional, las Fuerzas Armadas, la Iglesia Católica y la mayoría de los medios de comunicación se oponían a esta consulta, en la que veían la intención del presidente de perpetuarse en el poder.
Zelaya había dicho anoche al cuerpo diplomático acreditado en Tegucigalpa, y a los 39 observadores internacionales llegados para vigilar la encuesta, que pretendía llevar a cabo una “revolución pacífica” para promover la “democracia participativa” y darle la palabra a los sectores más pobres.
Consulta no vinculante
Aunque el resultado no iba a ser vinculante, desde las instituciones y los partidos políticos se había instado al pueblo a no ir a votar.
Según medios locales, las urnas instaladas para la votación de hoy desaparecieron de muchos lugares durante la madrugada.
La crisis política había alcanzado sus peores horas el jueves y viernes, a raíz de que Zelaya destituyó al jefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Vásquez, tras su negativa a repartir el material electoral amparándose en la ilegalidad de la consulta.
El viernes el Congreso Nacional incluso barajó la posibilidad de inhabilitar a Zelaya. Pero dio marcha atrás luego de la negativa de las Fuerzas Armadas de sumarse a lo que el presidente calificó de “golpe técnico”.
El giro de Zelaya a la izquierda tras ser elegido presidente por el derechista Partido Liberal, y su cercanía al presidente venezolano, Hugo Chávez, suscitan gran recelo en el país.
Zelaya, hijo de la oligarquía local, exitoso empresario maderero y gran amante de los caballos de raza, ha llevado a Honduras a adherir la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba) que promueve Chávez, cuya sombra muchos perciben en sus decisiones.
“Estamos aquí como soldados a la orden de Honduras”, le dijo Chávez a Zelaya el viernes, lo que generó amplio rechazo entre los hondureños, ya que muchos lo vieron como una intromisión en sus asuntos internos.
“Hay golpe”
En tanto, el embajador hondureño ante la OEA Carlos Sosa Coello, dijo que el presidente de su país Manuel Zelaya “ha sido secuestrado” y que en su país “hay un golpe de Estado”, pidiendo además verlo para saber “si está vivo”, en declaraciones hoy a CNN desde su casa en Washington.
“El hecho es que hay un golpe de Estado, el presidente ha sido secuestrado, ha sido golpeado”, sostuvo el diplomático, agregando que “los medios de comunicación (de Honduras) no pueden expresarse libremente”. “No hay oficialidad en Honduras porque hay un estado de facto”, agregó.
En la entrevista telefónica sostuvo que la primera dama está a salvo en Honduras, al tiempo que “el resto de la familia está perseguida”.
En tanto, el presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció hoy que hubo un “golpe de Estado militar” en Honduras contra el presidente Manuel Zelaya, y llamó a la comunidad internacional y a movimientos sociales a condenar esta “aventura” antidemocrática.
“Hago un llamado a organismos internacionales, a movimientos sociales, a presidentes a condenar y repudiar este golpe de Estado militar en Honduras”, dijo Morales en rueda de prensa en el presidencial Palacio de Gobierno. “Ya no estamos en tiempos de dictaduras”, agregó.
“Lo que está pasando en Honduras es una aventura de un grupo de militares que atenta contra la democracia y contra el pueblo”, acotó el gobernante quien manifestó su solidaridad con su par Zelaya, con quien integra la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba).
Condena de la OEA y UE
Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, condenó hoy “severamente” el golpe militar en Honduras y pidió la colaboración del mundo contra esta crisis política.
En declaraciones a la prensa, Insulza, que ha convocado a una reunión urgente del Consejo Permanente de la OEA para analizar la crisis, exigió a los golpistas dar a conocer “de inmediato” el paradero del presidente Manuel Zelaya y que la comunidad internacional se una en contra de esta “grave alteración del proceso democrático del continente”.
En tanto, la Unión Europea (UE) condenó “enérgicamente” la detención de Zelaya y exigió su liberación “inmediata”, anunció la presidencia checa de la UE en la isla griega de Corfú.
“Esta operación es una violación inaceptable del orden constitucional en Honduras”, añadió el ministro, cuyo país asume la presidencia rotativa de la UE durante este primer semestre del año.
“La UE pide la urgente liberación del presidente y el rápido regreso a la normalidad constitucional”, añadió Kohout.