Carlos Marcelo Fuentes
“Vamos a participar de una
verdadera fiesta de Primera A”
Tras un año como DT de Atlético de Rafaela, Fuentes dijo sentir “placer” por haber encabezado este proceso, al que no le faltaron sinsabores, pero que basado en trabajo y humildad desembocó en un lugar de la Promoción para acceder a la máxima categoría del fútbol argentino.
Juan Carlos Scalzo
Agencia Rafaela
Dueño de una calma envidiable, que no lo abandona a pesar de estar a las puertas de un ascenso, Fuentes, con su habitual estilo didáctico, repasó un año de trabajo que puede terminar en el mayor logro de su carrera como DT.
Más allá del actual momento de expectativa y euforia, todavía sigue vivo el recuerdo de las paredes exteriores del estadio, con pintadas que reclamaban, en términos no muy amigables, su alejamiento del primer equipo, tras la derrota, hace apenas un mes, con Belgrano de Córdoba, cuando pareció que cualquier chance de llegar a Primera había quedado sepultada y provocó un tembladeral, en el que hubo hasta versiones de renuncia de los referentes más importantes de la subcomisión de fútbol.
—¿Qué realidad distinta fue la del día después del partido con el Pirata cordobés?
—Para mí era irreal esa situación, porque habíamos hecho un muy buen partido y se perdió en los últimos 5 minutos. Se magnificaron algunas cuestiones que no tenían real asidero basadas en si había acertado o no con los cambios. Y se vivió como se viven las irrealidades de esta pasión que es el fútbol. Por eso, en esta profesión hay clubes que en el mismo tiempo que yo llevo en Atlético, cambiaron a cuatro entrenadores.
—Convengamos que no fue el único sobresalto.
—Nosotros, en un proceso de un año, tuvimos 4 ó 5 crisis, algunas de resultados y otras deportivas, de las que nos recuperamos rápidamente. Una es la del comienzo de la segunda rueda, cuando perdimos con Chacarita 3 a 0, y otra con Ferro por 5 a 0, que fue durísima, pero después nos recuperamos en casa con el mejor equipo de ese momento que era Aldosivi, cuando casi le ganamos con un penal no cobrado.
Después, hubo algunas deportivas donde no tuvimos volumen de juego pero el azar hizo que no perdiéramos; por ejemplo, jugamos un muy mal partido con Unión en Santa Fe.
A mí estas cosas, al igual que cuando jugamos muy bien, no me llevan a los extremos, y cuando vivimos estos sinsabores, que afectan a los dirigentes y a mí como encargado del cuerpo técnico, no dejo de reconocer que trabajamos muy tranquilos.
—Con la experiencia que tenés en la división, ¿alguna vez pensaste que con lo que tenías podías estar en un lugar de la Promoción?
—Yo llegué acá y dije que el club me convocaba para un proceso que era mitad CAI y mitad Atlético de Rafaela. Y tomo como referencia a la CAI porque es un club que yo dirigí tres años y medio y ascendimos al Nacional B. Con esto quiero decir que me convocaron para jugar con arqueros propios, con defensores propios, con algún volante propio y también con algún delantero propio, y podíamos reforzar algunas líneas dentro de un presupuesto que iba a ser serio, para que cobremos todos los días 20, pero muy acotado de acuerdo con los números que se veían en los contratos de esos jugadores a los que se creía distintos por el monto. Nosotros logramos armar un plantel y meternos en el lote de privilegiados de los que ascienden o pelean promoción con ese tipo de armado.
—El proceso deja como saldo, más allá de cómo se definan estos dos partidos que vienen, una interesante cantidad de chicos del club con gran proyección...
—Esto es lo que más placer me da a mí porque acompañamos el crecimiento y la consolidación de algunos jugadores, y no tiene que ver con mi capacidad como entrenador que lo hayan conseguido, sino que tiene que ver con virtudes propias de los futbolistas que este club genera desde las divisiones de AFA, porque también sucedió antes de que yo llegara. Esto es lo que más placer me da: en doce meses de trabajo saber que nos enfocábamos en algunas cuestiones que terminaron como las pensábamos.
—¿Cómo estás viviendo vos y el grupo estos días previos a Gimnasia?
—Evidentemente, hoy tenemos todos un placer enorme por estar invitados a una fiesta sin pagar nada. Va a haber buena comida en la mesa, el país va a estar mirándonos y ese es un aliciente síquico para los jugadores y para mí: que vamos a participar en una fiesta de primera A y vamos a querer bailar con la más linda también.
—¿Cuáles son las debilidades y las fortalezas de Atlético?
—Necesitamos que ese día, cada jugador dispute el mejor partido de este año y además que lo hagan todos a la vez para elevar el nivel de concentración del grupo, fundamentalmente en lo que es el uno contra uno, porque esto el jugador de primera lo tiene un poco más ajustado que el que viene del ascenso, por tener más rodaje en esta categoría. Además, trabajamos mucho en aquello que podemos potenciar como equipo. Hemos hecho mucho fútbol, desde el trabajo no contra rivales, y si tenemos un buen día en cuanto a manejo de pelota podemos hacer un partido de igual a igual o quizás, como lo soñamos, sorprender también.
—¿Qué te preocupa de Gimnasia?
—Tienen jugadores de experiencia, se han hecho fuertes contra Boca en pelota parada, en juego aéreo, no solamente con Alonso o algún delantero que puedan tener en cancha sino también con la sumatoria de Maldonado, de Agüero. Es un equipo de ataque, aunque a veces se paran con 4-4-2. La gente que juega por afuera, laterales o volantes laterales, son de ataque, y deben estar volviendo Reinaudo y Teté González para hacer un doble 5. Pero después de un año, más allá de la variante que pueda haber en una pelota parada, casi todos nos conocemos por lo mediático que es el fútbol hoy, así que nosotros sabemos cosas de Gimnasia y ellos analizarán alguna virtud que tengamos nosotros.
—¿Hay dudas o ya tenés el equipo?
—Más que dudas, estamos probando. Hemos trabajado durante un año y la confirmación la voy a dar el día del partido por una cuestión de ver cómo llegamos, pero somos previsibles en la forma en que trabajamos.
—¿Está acordada tu continuidad?
—Hablamos muy por arriba y yo les manifesté qué quería en lo estructural para la temporada que viene en caso de no ascender, pero hablamos muy por encima de lo económico. Mi intención es continuar. Quedamos en retomar la conversación el lunes 13, después de estos dos partidos.